El ‘efecto’ Filomena podría aumentar los incendios este verano

Los daños ocasionados en la masa forestal por la borrasca pueden incrementar el riesgo de este tipo de emergencias en el medio natural.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

Los daños ocasionados en la masa forestal por la borrasca pueden incrementar el riesgo de este tipo de emergencias en el medio natural

VÍDEO: EL IMPACTO AMBIENTAL PROVOCADO POR FILOMENA

Los efectos de la borrasca Filomena no solo han dejado consecuencias en las ciudades. Los bosques poco habituados a intensas nevadas, como los del centro peninsular, han sufrido importantes daños como la rotura de ramas y caída de árboles. Una situación que puede incrementar el riesgo de incendio forestal de cara al verano al aumentar el combustible vegetal en el suelo. 

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“Toda esa madera caída en nuestros parques y montes, se está secando y eso provoca que se convierta en combustible, que además se prende rápido al ser la mayoría pino piñonero con alto coeficiente calorífico”, apunta a Eltiempo.es Andrés Lorente, asesor de ReTree, una entidad que busca incentivar a las empresas para que planten bosques en un entorno local de la compañía priorizando zonas despobladas y potenciando el empleo de las zonas rurales y de personas en riesgo de exclusión social o con algún tipo de discapacidad intelectual. 

Los restos de podas todavía pueden ser nido de ratas o de la procesionaria del pino

Este experto recuerda que  si esos restos no se retiran con rapidez, podría provocar incendios muy graves no solo por el aumento de este combustible vegetal seco, también por las dificultades que puede provocar a los operativos de lucha contra incendios.

“Las hojas del piño piñonero, que tienen forma de acícula, hacen que se puede dispersar fácilmente con el viento, dificultando así las actividades de los bomberos y reduciendo la eficiencia de los cortafuegos”, advierte Lorente. 

Daños en el medio natural

Pero los daños en la masa forestal ocasionados por Filomena tienen unas importantes consecuencias en todo el medio natural, no solo en materia de incendios forestales. En concreto, la madera en descomposición es el principal alimento de los insectos xilófagos, como los escarabajos perforadores, lo puede incrementar las plagas de estos insectos. 

Las especies autóctonas crecen más fuertes y están mejor preparadas para los fenómenos meteorológicos

Según fuentes del Ayuntamiento de Madrid, la nevada ha provocado una afectación global al arbolado de cerca del 50 %. De los 1,7 millones de ejemplares en conservación municipal, más de 800.000 podrían haberse visto dañados, aunque gran parte de ellos se recuperarán. 

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“Cuanto más alimento encuentren, más facilidad tendrán para reproducirse y formar enormes plagas, llegando incluso a afectar a los árboles sanos supervivientes de nuestras ciudades. Además, los restos de podas que no retirados todavía pueden ser nido de ratas, o de la procesionaria del pino, esta oruga tan perjudicial para nuestros pinos, las personas y nuestras mascotas”, recalca Lorente. 

Unos riesgos que pueden ocurrir no solo en Madrid, sino también en el resto de comunidades autónomas que se vieron afectadas por el temporal, especialmente en el centro peninsular.

Tratamientos selvícolas

Para evitar los incendios y las plagas los expertos aseguran que lo más adecuado es recurrir a personal formado y cualificado. No sólo en limpieza y podas para evitar la acumulación de madera en nuestras calles y evitar futuros problemas con nevadas, sino también en la planificación de parques y jardines a la hora de plantar árboles, así como saber que especies son las ideales para nuestro clima.

“Una nueva tendencia en parques y jardines consiste en plantar especies autóctonas fundamentalmente. Estas especies crecen más fuertes y están mejor preparadas para los fenómenos meteorológicos que ocurren. Además, las especies autóctonas también favorecen la conservación de nuestra biodiversidad”,  subraya Lorente de Retree.

Además, enmarcado en esta nueva tendencia,  el uso de tecnología puede ser un aspecto fundamental que mejore el control y la gestión de las masas forestales. En este sentido, desde ReTree, gracias a la tecnología satelital y a nuestros propios algoritmos de Inteligencia Artificial han conseguido monitorizar en tiempo real el comportamiento de los árboles y el crecimiento del bosque.

“Hemos digitalizado los bosques, lo que nos permite aumentar la seguridad de los bosques, aportar indicadores de sostenibilidad a las empresas, informar sobre la absorción de CO2. De esta forma mejoramos la comunicación entre los bosques y las personas”, apuntan los responsables de ReTree.