Día de la Tierra: por qué se celebra cada 22 de abril

Hoy es el día de la Tierra y desde eltiempo.es queremos concienciar a los habitantes de este planeta en la necesidad de proteger el medio ambiente.

Juan Carlos Broncano

Juan Carlos Broncano

El Día de la Tierra supone un reconocimiento al planeta que nos alberga y nos sustenta a través de su gran diversidad de ecosistemas. Más de 180 países se suman cada año a esta iniciativa que pretende concienciar a los habitantes de este planeta en la necesidad de proteger el sistema climático y el medio ambiente, además de crear conciencia sobre la superpoblación, la producción de contaminación y la conservación de la biodiversidad.

Ahora bien, ¿a qué se debe su celebración y por qué se fija esta fecha en el calendario? ¿Sabías que tiene una explicación histórica? Este artículo tratará todos los secretos acerca del Día de la Tierra, además de proponer algunas actividades para promover el cuidado del lugar que nos ha visto nacer durante generaciones.

¿Cuándo es el Día de la Tierra?

Aunque pueda parecer una invención reciente, lo cierto es que el Día de la Tierra se celebra cada 22 de abril desde el año 1970, marcando un hito en la agenda global de concienciación ambiental. Su nacimiento, como veremos más adelante, no es casualidad en el contexto en el que fue ideado.

¿Por qué se celebra el 22 de abril?

La elección del 22 de abril para conmemorar el Día de la Tierra tiene raíces históricas. Esta fecha coincide precisamente con el inicio del movimiento moderno de conservación ambiental en 1970, cuando millones de personas en los Estados Unidos se unieron para protestar por los efectos adversos de la industrialización descontrolada en el medio ambiente.

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Tras la propuesta de John McConnell y el secretario general U Thant, el senador de los Estados Unidos, Gaylord Nelson, propuso la celebración de un día que promoviese la armonía con la naturaleza a escala nacional el 22 de abril de 1970, delegando en Denis Hayes, un joven activista cercano al movimiento, la coordinación de este evento anual.

Aunque en su origen fue concebido como una actividad de enseñanza en los campus universitarios a raíz de un vertido de petróleo en Santa Bárbara, acabó por convertirse en el Día Mundial de la Tierra.

¿Cuál es el mes de la Tierra?

El Mes de la Tierra es abril con motivo de la celebración del Día de la Tierra. Durante este mes, se llevan a cabo diversas actividades y eventos en todo el mundo para educar y sensibilizar sobre la importancia de proteger y preservar el medio ambiente.

¿Quién fue el fundador del Día de la Tierra?

En términos estrictos, el Día de la Tierra fue fundado por el senador estadounidense Gaylord Nelson, defensor apasionado de la conservación ambiental. Nelson fue inspirado para crear esta celebración después de presenciar los devastadores efectos de un derrame de petróleo en Santa Bárbara en 1969.

¿Por qué se hizo el Día de la Tierra?

«The Blue Marble», la canica azul, la primera vista completa de la Tierra.

El Día de la Tierra se estableció para concienciar a la población sobre diferentes cuestiones ambientales que afectaban a la sociedad, además para promover la conservación y la sostenibilidad del medio ambiente. Si bien fue una consecuencia directa de las revueltas, su objetivo fue el de exigir al gobierno estadounidense la creación de un organismo destinado a estos fines.

¿Qué pasó el 22 de abril de 1970?

El primer Día de la Tierra, celebrado el 22 de abril de 1970, registró aproximadamente 20 millones de participantes, que se manifestaron en las principales calles y parques para exigir, entre otras cosas, la creación de una agencia medioambiental.

Tal fue el calado de las revueltas, que se le atribuye el inicio del movimiento ambientalista en los Estados Unidos, considerándose como la primera gran manifestación ecologista del planeta, como antesala a la Acción por el Clima. Poco a poco, su presencia se fue trasladando a otros países hasta las casi 190 naciones que participan a día de hoy.

¿Cómo se originó el Día de la Tierra y quién fue su precursor?

Como hemos mencionado anteriormente, el Día de la Tierra tuvo sus orígenes en el movimiento ambientalista de la década de 1960, liderado por figuras como Rachel Carson, cuyo libro Primavera silenciosa alertó sobre los peligros de los pesticidas. No obstante, fue el senador Gaylord Nelson quien propuso la idea de una celebración nacional dedicada al medio ambiente.

La idea de una celebración dedicada al medio ambiente a nivel global también fue promovida por John McConnell, aunque el evento que sirvió como punto de partida fue el Primer Simposio de Ecología Humana en 1968, donde personalidades como Morton Hilbert, Ralph Nader y el propio Nelson discutieron la necesidad de protección ambiental.

Otras figuras como Denis Hayes también lucharon por la celebración de este día en el calendario estadounidense.

¿Qué se debe hacer en el Día de la Tierra?

El Día de la Tierra es una oportunidad para reflexionar sobre nuestras acciones diarias y su impacto en el medio ambiente. Aunque las acciones individuales pueden reducir nuestra huella de carbono, debemos ser conscientes de que el verdadero responsable es el sistema económico actual, basado en un modelo de producción que no presenta desarrollo sostenible en ninguna de sus formas.

Por ejemplo, la producción de carne conforma una de las industrias más contaminantes del planeta, junto con la textil y la tecnológica. Además de tomar conciencia sobre cómo nuestros hábitos pueden influir en la salud del planeta, debemos adoptar medidas para mitigar las emisiones contaminantes de gases de efecto invernadero.

Cambiar nuestra alimentación a un modelo menos dependiente de productos cárnicos, adquirir ropa en mercados de segunda mano que apuesten por la economía circular, retrasar la renovación de nuestros dispositivos electrónicos, desplazarnos en transporte público o vehículos compartidos, etcétera.

Actividades del Día de la Tierra para adultos

Los adultos pueden participar en el Día de la Tierra de diversas maneras. Además de algunas de las prácticas mencionadas anteriormente, las iniciativas comunitarias de limpieza son un buen punto de partida para adquirir conciencia de la basura que el ser humano genera en el día a día.

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En el ámbito educativo, la participación en eventos didácticos sobre temas ambientales puede ayudarnos a crear una comunidad de personas que concienciadas con la importancia de cuidar nuestro entorno. Sumarse a las diferentes manifestaciones programadas en las principales capitales y ciudades también puede ayudar a promover políticas de gestión ambiental que apuesten por la conservación de la naturaleza.

Si nos centramos en las acciones individuales, podemos adoptar hábitos de consumo más responsables, por ejemplo, evitando la compra productos de un solo uso o reduciendo el desperdicio de alimentos, además de apoyar a organizaciones que realicen una concienciación activa, tanto en redes sociales como en las calles.

¿Cómo enseñar a los niños el Día de la Tierra?

Concienciar sobre el Día de la Tierra y la importancia del cuidado del medio ambiente desde pequeños es la clave para construir sociedades más justas y sostenibles. Organizar actividades prácticas, como la plantación de árboles o la creación de huertos escolares, les enseña sobre el peso de las plantas en el proceso de purificación del aire y la conservación del suelo.

Además de inculcarles un sentido de responsabilidad y conexión con la naturaleza, este tipo de entornos también sirven como espacios de aprendizaje interdisciplinario, donde pueden explorar conceptos de ciencia, matemáticas, nutrición y sostenibilidad.

Los proyectos de reciclaje son otra forma de participar activamente en el Día de la Tierra para concienciar sobre la necesidad de reducir, reutilizar y reciclar los materiales para minimizar el impacto ambiental. Los niños pueden participar en la clasificación de residuos, la elaboración de proyectos de arte con materiales reciclados y la creación de campañas de concienciación con el resto de la comunidad escolar.

Parque de Doñana
Parque de Doñana. Fuente de imagen: Pixabay.

Por último, no pueden faltar las excursiones al aire libre para que los niños exploren y aprecien la belleza y la diversidad de la naturaleza. Algunos espacios protegidos, como el Parque de Doñana o el Parque de Monfragüe, son espacios ideales para organizar caminatas por senderos naturales, observación de aves y exploración de bosques y ecosistemas, entre otros.