Del mar al plato: cómo el plástico ha llegado a tus heces

Una investigación ha identificado hasta nueve tipos diferentes de plásticos en las heces humanas.  

Pablo Ramos

Pablo Ramos

Una investigación ha identificado hasta nueve tipos diferentes de plásticos en las deposiciones humanas.  

Cada día se tiran millones de plásticos que contaminan la naturaleza, sus ríos, lagos y océanos. Unos restos que, en su proceso de degradación, se vuelven diminutos y son ingeridos por los animales, especialmente marinos, que posteriormente ocupan nuestros platos de comida. Así, estos restos plásticos que se arrojan no solo están afectando al medioambiente, también a los humanos.

Una pionera investigación ha localizado trazas de microplásticos en las heces en personas de ocho países.  El trabajo, presentado en la semana europea de la gastroenterología, ha identificado además nueve tipos diferentes de este material en las deposiciones.

Es muy difícil conocer el origen de estos plásticos pero puede ser el marisco, la sal marina o las botellas de PET

Estos microplásticos son pequeñas partículas de un tamaño inferior a los cinco milímetros que pueden ser fragmentos de trozos más grandes (producidos por rotura o desgaste) o fabricados directamente con ese tamaño (como cremas o lociones). Estos elementos ajenos al organismo pueden afectar a la salud humana trasmitiendo químicos o agentes patógenos a las personas, entre otras consecuencias, según los autores del estudio.

«Este es el primer estudio que confirma lo que sospechamos hace mucho tiempo, que los plásticos finalmente llegan al intestino humano y preocupa especialmente para los pacientes con enfermedades gastrointestinales”, apunta Philipp Schwabl, uno de los investigadores principal de la investigación.

Origen de los microplásticos en las personas

Durante la investigación, los participantes del estudio anotaron detalladamente en un diario sus comidas y cómo las habían obtenido (si estaban envasadas, eran precocinadas, o alimentos frescos,…). Las anotaciones mostraron que todos estaban expuestos a los microplásticos al consumir alimentos envueltos en estos materiales o al beber de botellas de plástico, que ninguno de los participantes era vegetariano y que seis de ellos consumían pescado con origen marino.

Tenemos la primera evidencia de microplásticos dentro de los humanos y necesitamos más investigación para conocer sus consecuencias

Tras analizar las muestras de las deposiciones, los investigadores encontraron hasta nueve plásticos diferentes, con un tamaño de entre 50 y 500 micrómetros siendo el más frecuente de ellos el polipropileno (un plástico utilizado en miles de productos: desde embalaje hasta ropa o material de laboratorio, etc…). Según las estimaciones, los investigadores encontraron una media de 20 partículas microplásticas por 10 g de heces humanas.

“Es muy difícil conocer el origen de estos plásticos ya que no podemos rastrearlos pero puede ser el marisco, la sal marina, las botellas de PET o también los envases de plástico”, detalla a Eltiempo.es Schwabl.

Contaminación en la cadena alimentaria

Trabajos anteriores han demostrado que las concentraciones altas de microplásticos en animales pueden afectar al torrente sanguíneo, al sistema linfático e incluso pueden llegar al hígado. «Tenemos la primera evidencia de microplásticos dentro de los humanos, necesitamos más investigación para entender qué significa esto para la salud humana», advierte Schwabl.

Según los autores del estudio, se calcula que entre el 2 y el 5% de todos los plásticos producidos acaban en los océanos y, ahí, los animales marinos los ingieren contaminando la cadena alimentaria y trófica.  “Se han detectado importantes cantidades de microplásticos en atún, langosta y camarón y es muy probable que durante varios pasos del procesamiento de alimentos o como resultado del envasado de alimentos se esté contaminando con plásticos y que en última instancia, es probable que las personas los consuman”, apuntan los investigadores como causa de los microplásticos en las heces de las humanos.

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