Hay hielo en la carretera: ¿qué debo hacer?

Uso de cadenas, coches con tracción en las ruedas, marchas largas y mayor distancia, entre los consejos.

Cristina Herrera

Cristina Herrera

Uso de cadenas, coches con tracción en las ruedas, marchas largas y mayor distancia, entre los consejos

Si te pones al volante durante los meses de invierno y, sobre todo, si lo haces en medio de un temporal, toma conciencia: prevención y prudencia serán siempre tus máximos aliados. Principalmente si en medio de tu travesía te encuentras con los mayores enemigos de los conductores al volante: el hielo y la nieve en la calzada.

Durante los meses más fríos del año, son habituales las condiciones meteorológicas adversas que llenan de nieve, placas de hielo y agua la carretera; condiciones que, sin duda, dificultan la circulación en carretera y empeoran a su vez la atención del conductor.

Grábate esto en la mente: conducir con placas de hielo es con diferencia una de las condiciones de mayor riesgo en carretera. Por lo que si te encuentras con ella, extrema la precaución.

Placas de hielo en la carretera: precaución

¿Dónde es más frecuente que puedas dar con ellas? Las placas suelen aparecer en la calzada después de llover o en días húmedos cuando bajan las temperaturas bruscamente, o en los días en los que comienza a nevar. Se forman con mayor facilidad al anochecer o en las primeras horas de la mañana, así como en zonas sombrías o debajo de puentes.

Las placas de hielo suelen aparecer al anochecer y a primera hora del día, en zonas sombrías y bajo puentes

Informarse tanto del estado de las carreteras como de la previsión del tiempo es el punto de partida a la hora de emprender cualquier travesía, sobre todo, si nos encontramos en medio de un temporal. Pero, también, existe toda una serie de recomendaciones en cuanto a la conducción y tu vehículo que deberás tener en cuenta para prevenir posibles riesgos al volante durante los meses de invierno.

1 – Atento a los avisos y al estado de las carreteras

Nadie quiere quedarse atrapado en la carretera en medio de un temporal. Y hay una forma muy sencilla de evitarlo: lo primero que debes hacer antes de salir de viaje durante los meses de invierno es infórmate de la previsión del tiempo a lo largo de la ruta que vayas a hacer. Un consejo: evita las horas en las que más placas de hielo se forman -primera y última hora del día-.

Además de la previsión, consulta los avisos activados por fuertes lluvias o nevadas en las zonas por las que pases. Pero, sobre todo, antes de arrancar tu coche revisa el estado de las carreteras. Lo ideal es que utilices vías principales -las más despejadas por las máquinas quitanieves- y que intentes evitar puertos o zonas altas de montaña.

Planifica tu ruta teniendo en cuenta estos condicionantes. Y no olvides nunca llenar tu depósito de combustible siempre antes de comenzar el viaje. Nunca sabes los imprevistos que te puedes encontrar en carretera.

2 – Pon el coche a punto

En invierno, las inclemencias meteorológicas afectan de una forma mucho más severa a los vehículos. De ahí la necesidad de revisar el estado mecánico del mismo antes de empezar la travesía, especialmente el estado de los frenos, los limpiaparabrisas y las luces.

No olvides tampoco comprobar la presión de las ruedas. Y recuerda limpiar correctamente el vehículo, y no precisamente por una cuestión estética; tener los cristales, faros y retrovisores despejados de suciedad mejorará tu visibilidad en carretera ante condiciones adversas.

3 – Un coche con la adherencia necesaria

Un vehículo con la tracción en las ruedas adecuada puede librarte de más de un imprevisto al volante cuando las condiciones en carretera se complican. Con hielo o lluvia en la calzada, una buena tracción y adherencia de las ruedas te aportará siempre un plus de seguridad.

Un vehículo con la tracción en las ruedas adecuada puede librarte de más de un imprevisto al volante

Y es que, con nieve, lluvia, hielo o barro en la carretera, estos coches se comportan con total fiabilidad en todo momento. Además, este sistema no incrementa el consumo medio del combustible del vehículo. En este sentido, conducir con seguridad, tampoco supone un sobre coste para el conductor.

4 – Cadenas siempre en el maletero

No es obligatorio llevar en el maletero permanentemente cadenas, pero sí es recomendable que te hagas con unas durante los meses de invierno si viajas; principalmente si pasas por zona de montaña.

Evita un mal trago por no llevarlas, ya que en caso de temporal o fuertes nevadas, la Dirección General de Tráfico puede obligarte a utilizar cadenas en las ruedas motrices por determinados tramos si no cuentas con neumáticos de invierno.

En pleno temporal y en carreteras con previsión de nieve y heladas también es recomendable meter en el maletero una linterna y una rasqueta para el hielo por si fuera necesario.

5 – Recuerda guardar la distancia de seguridad

Las inclemencias meteorológicas dificultan la visibilidad en carretera. Las placas de hielo pueden hacer resbalar las ruedas de tu coche en cualquier momento, y aunque tomes en cuenta todas estas recomendaciones, no te confíes. Siempre deberás reducir la velocidad en estos casos, así como aumentar notablemente la distancia de seguridad entre coches.

La distancia de seguridad es especialmente importante, puesto que con hielo en calzada aumenta mucho la distancia que recorre un vehículo desde que el conductor pisa el acelerador hasta que el coche frena totalmente.

6 – Marchas largas y velocidad reducida

Aunque dispongas de un vehículo adaptado a las condiciones invernales, existe toda una serie de normas de conducción para evitar riesgos en carretera que deberás poner en práctica. Además de disminuir la velocidad notablemente, enciende las luces de cruce si es necesario y conduce con marchas lo más largas que puedas.

Utiliza el sistema de ventilación interior del vehículo para eliminar el vaho sobre los cristales y permanece atento de la dirección de los vehículos para esquivar choques inesperados, ya que con hielo en pista la dirección y comportamiento de los coches puede ser imprevisible

7 – Conduce con suavidad

Las aceleraciones y deceleraciones bruscas no son amigas del hielo en carretera. El simple gesto de acelerar con fuerza puede hacer patinar tu coche. Evita también los adelantamientos durante este tipo de travesías. Coge el volante con las dos manos y conduce con suavidad, activando periódicamente los limpiaparabrisas.

No olvides que no debes pararte nunca en medio de la calzada. Sólo podrás hacerlo fuera de la pista si estás completamente seguro de que dejas vía libre al resto de vehículos. Tampoco se recomienda abandonar el coche, a no ser que sepas que puedes encontrar cerca algún lugar donde pedir ayuda.