Fresas para medir la calidad del aire en tu ciudad

El proyecto Vigilantes del Aire utiliza esta planta frutal para evaluar los contaminantes presentes en veinte municipios españoles. 

Las fresas no son uno de los frutos más sabrosos, sus plantas y sus hojas también pueden servir como indicativo de los contaminantes presentes en la atmósfera.  Con esta idea, el proyecto Vigilantes del Aire ha plantado cientos de fresas en 20 ciudades españolas para medir la calidad del aire de estos entornos urbanos. 

“El proyecto Vigilantes del Aire utiliza, gracias a los científicos ciudadanos, utiliza plantas de fresa como estaciones de monitorización de la contaminación ambiental por metales en entornos urbanos”, explica a Eltiempo.es María del Carmen Ibáñez de la Fundación Ibercivis. 

Las hojas se analizarán aplicando técnicas magnéticas para poder identificar la cantidad de metales acumulados

Este proyecto es una iniciativa de la Fundación Ibercivis que replica el trabajo realizado hace unos años en Amberes, Bélgica. “En 2016-17 se realizó una prueba piloto con 1000 plantas en Zaragoza y el curso pasado al igual que este, se realiza el proyecto a nivel nacional”, detalla Ibáñez. 

Biomonitorización de contaminantes

En concreto, este 2020 se ha puesto en marcha en unas 20 ciudades españolas repartidas por todo el territorio y se han plantado más de 5000 fresas.

Según los responsables del proyecto se ha elegido este frutal porque las hojas de la planta de fresal tienen unos filamentos donde se adhieren los metales pesados, lo que puede servir para estudiar la cantidad de agentes contaminantes presentes en el aire. 

Lo hacemos para involucrar a los ciudadanos y concienciar sobre el cuidado medioambiental

“Dichas plantas, deben situarse en el exterior de cada ventana y en los días 16 al 23 de diciembre de este año, los participantes nos enviarán dos hojitas junto a un formulario con información de dónde ha estado la planta o si ha sido trasplantada o datos varios», ”, expone Ibáñez. 

Estas hojas se analizarán por expertos del Instituto Pirenaico de Ecología, aplicando técnicas magnéticas para poder identificar la cantidad de metales acumulados por las hojas de estas plantas. Así, finalmente, se elaborará el mapa de calidad del aire en España en base a sus resultados.

Ciencia ciudadana

Estudios anteriores ya han demostrado que la concentración de contaminantes es una consecuencia directa de factores como la densidad de tráfico y otros medios de transporte como los trenes o los tranvías o la industria.

Pero ahora, gracias a este proyecto, los habitantes de estas ciudades pueden tomar conciencia y participar de forma directa de una iniciativa de ciencia ciudadana que utiliza la biomonitorización como base del estudio. “Queremos hacerlo de la mano de los ciudadanos para involucrarlos de primera mano en el proceso investigador y concienciar para el cuidado medioambiental”, apuntas los responsables.