Fobia al calor, una enfermedad real y estos son sus síntomas

Los pacientes que presentan fobia al calor o termofobia suelen sufrir vahídos, desmayos, vómitos y ansiedad entre otros problemas de salud.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

Los pacientes que presentan este trastorno suelen sufrir vahídos, desmayos, vómitos y ansiedad entre otros problemas de salud. 

La fobia al calor es una enfermedad que afecta a cientos de personas en España y que suele manifestar sus síntomas en las épocas de mayor temperatura aunque también puede aparecer en otros momentos del año cuando el calor aprieta. 

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“Existe la fobia al calor y la ansiedad sería uno de los trastornos derivados de esta fobia que estaría dentro de un trastorno ansiógeno, un problema que produce ansiedad en relación al objeto fóbico al objeto. En este caso, el calor y las altas temperaturas son esa causa que precipita esta fobia”, detalla a Eltiempo.es Sergio García Sociano, psicólogo clínico y miembro de Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid. 

En concreto, este trastorno, también denominado termofobia, suele presentar síntomas como desmayos, náuseas, vahídos e incluso reacciones físicas muy agudas cómo temblores, sudoración así como aceleración del ritmo cardíaco, presión en el pecho y dificultades al respirar.

El colectivo más desfavorecido es aquel que ya ha padecido otras fobias

“Además, este trastorno puede enlentecer las labores diarias de las personas y provocar un intenso que hace de detonante a la hora de pensar en esta situación calurosa. Esta situación les lleva a hacer todo lo posible por evitar la situación que provoca esta fobia”, recalca García quien apunta que si ha habido una experiencia previa traumática poco a poco van a ir incrementándose los síntomas por lo que es necesaria una intervención.

Impacto social

Este cuadro es similar al de otras patologías pero los pacientes que sufren termofobia también se sienten en muchas ocasiones incomprendidos por su entorno. Es decir,  la gente que está alrededor de la persona que lo padece la suele catalogar como una persona exagerada o por alguién que se deja llevar por una gran sensibilidad térmica cuando en el fondo se esconde una fobia al calor.

“La termofobia no es una fobia con comprensión social ya que con el calor nos tenemos que enfrentar todos y las altas temperaturas son difíciles de soportar por todos nosotros. Sin embargo, en estas personas sucede una serie de signos corporales y mentales que el resto de las personas no padecemos”, resume este experto. 

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De hecho, la fobia al calor es más frecuente en verano por el aumento de las temperaturas y las personas que son más susceptibles a padecerla son aquellos pacientes que ya han sufrido trastornos similares.

Este tipo de tratamientos requiere de un cambio de sentimientos y comportamientos

Así, los afectados por este problema son personas que ya han padecido otro tipo de fobias y que de alguna manera tienen una labilidad emocional o que han tenido fobias parecidas en el pasado o que convivan de forma concomitante con la actual. “El colectivo más desfavorecido va a ser aquel que previamente ya ha padecido otras fobias y otras situaciones de estrés o ansiedad o de pánico”, apunta García. 

Tratamiento de la termofobia

El tratamiento de la termofobia o trastornos similares se basa en una reorganización del pensamiento y comportamiento del paciente así como del reconocimiento de la existencia de un problema. “El tratamiento va a ser el poder hacer una reestructuración cognitiva. Hay que resetear el chip interno del paciente por ello hay que entender la situación y darnos cuenta de que existe un problema y aceptarnos a nosotros mismos”, detalla García

Por lo tanto, para enfrentarse a este tipo de fobias, el paciente debe enfrentarse a su miedo y ha de estar acompañado terapéuticamente. “Este tipo de tratamientos requieren de un cambio de sentimientos y comportamientos para poder restaurar esa ansiedad”, concluye este experto.