Esto es lo que respiras cuando sube la contaminación en tu ciudad

Una mala calidad del aire y altos niveles de polución pueden tener graves consecuencias para la salud, en especial en personas con problemas respiratorios.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

Una mala calidad del aire y altos niveles de polución pueden tener graves consecuencias para la salud, en especial en personas con problemas respiratorios

La contaminación del aire es uno de los grandes problemas del siglo XXI. No solo como principal factor del cambio climático, también como uno de los problemas que puede acarrear más problemas de salud. Pero ¿qué es exactamente el aire que respiramos con altos niveles de contaminación

El índice de calidad del aire (ICA) es un marcador general de esta calidad. Con él, se identifican los contaminantes concretos de un lugar, los posibles efectos sobre la salud humana y recomienda unas pautas para evitar la exposición a estos agentes nocivos.

Este indicador, que marca los datos que se pueden consultar en la sección de Calidad del Aire de Eltiempo.es, tiene en cuenta los principales contaminantes de las ciudades como: partículas en suspensión, dióxido de azufre, ozono, dióxido de nitrógeno o dióxido de carbono.

Partículas en suspensión

Las partículas en suspensión son el agente contaminante que afecta a más personas, por encima de cualquier otro, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se componen principalmente de sulfatos, nitratos, amoníaco, cloruro de sodio, hollín de la industria y los medios de transporte y los polvos minerales de la naturaleza.

Todo ello conforma una mezcla en el aire de sustancias, tanto orgánicas como inórganicas, que debido a su minúsculo tamaño, pueden dañar los pulmones, el sistema respiratorio e incrementar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y respiratorias, así como cáncer de pulmón, tal y como indica la OMS.

Dióxido de azufre

El dióxido de azufre (SO2) es un gas con un intenso olor que se produce en la quema de combustibles fósiles como el petróleo o el carbón. Por ello, la principal fuente de emisión es esa combustión para generar electricidad, la calefacción de las ciudades y el motor de los vehículos.

Los efectos en la salud del dióxido de azufre pueden conllevar inflamación del sistema respiratorio, tos, mocos, asma, bronquitis e irritación ocular, entre otros.

Ozono

El ozono troposférico se forma por la reacción con la luz solar con otros contaminantes como óxido de nitrógeno que emite la industria, los vehículos, principalmente. Debido a su condicionante solar, los niveles más altos de ozono se localizan en verano, cuando aumenta la intensidad de la luz y las horas de sol.

Una mala calidad del aire por exceso de ozono puede causar problemas respiratorios, provocar asma, reducir la función pulmonar y originar enfermedades pulmonares.

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Dióxido de nitrógeno

El dióxido de nitrógeno es un gas que se genera en la combustión de petróleo y carbón, un proceso que se utilizara para la calefacción, generación de electricidad y los motores de vehículos.

Los efectos sobre la salud del dióxido de nitrógeno pueden producir una merma en la capacidad pulmonar e incluso bronquitis. Además, este contaminante produce reacciones químicas con otros gases que pueden ser aún más graves y derivar en partículas en suspensión.

Dióxido de carbono

Es un gas incoloro e inoloro que está presente de manera natural en la atmósfera. Sin embargo, debido a la combustión de petróleo, gas y carbón principalmente, se pueden elevar en exceso sus niveles provocando altos índices con mala calidad del aire. Con niveles normales, no tiene consecuencias para salud humana. No obstante, altas concentraciones de dióxido de carbono puede deteriorar la capacidad respiratoria y en ocasiones depresión del sistema nervioso central.

Según la OMS, el 91% de la población reside en lugares con mala calidad del aire y esta contaminación provoca cada año 4,2 millones de defunciones prematuras. Unos fallecimientos de mayor incidencia en regiones de Asia Sudoriental y el Pacífico Occidental.

Condicionantes meteorológicos

Hay que tener en cuenta que todos estos contaminantes están muy condicionados por la meteorología, la lluvia, el viento, los anticiclones y por supuesto la actividad humana. Así, por ejemplo, durante el verano, es habitual que bajen los contaminantes de las grandes ciudades debido a los movimientos de población por las vacaciones pero por las horas de luz y la intensidad del sol, aumentan los niveles de ozono.

Por otro lado, de octubre a marzo, es más habitual encontrar grandes niveles de contaminación de nitrógeno y partículas en suspensión en las grandes ciudades de España debido a los potentes episodios anticiclónicos de esta época del año.

VÍDEO: CÓMO MEJORAR LA CALIDAD DEL AIRE