¿Estamos preparados para eventos tan extremos como Gloria? Lo analizamos

La virulencia de los fenómenos meteorológicos puede provocar daños que requieren adoptarnuevas estrategias.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

La virulencia de los fenómenos meteorológicos puede provocar numerosos daños que requieren la adopción de nuevas estrategias.

En la última semana, la fuerza de la borrasca Gloria ha dejado un litoral mediterráneo con playas destrozadas, casas anegadas, fuertes nevadas, pueblos aislados y cortes de luz. Unos eventos extremos que han provocado incluso el fallecimiento de varias personas.

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Fuente: Autor: Instagram / @platgesdenules

La virulencia de este fenómeno ha sido tan extrema que se han superado numerosos récords como la ola más grande jamás registrada en la costa mediterránea española. Sin embargo, este tipo de eventos extremos son cada vez más comunes. De hecho, en los últimos años, en España se han registrado temporales muy severos, con inundaciones muy fuertes en Baleares, ciclones tropicales como Leslie e incluso huracanes como Pablo.

“En los últimos años sí que hemos notado un incremento en ciertos fenómenos meteorológicos«, apunta Mar Gómez, doctora en Físicas y meteoróloga de Eltiempo.es. Pero, ¿estamos en España preparados para estos eventos extremos.

En este sentido, los expertos han advertido en numerosas ocasiones que son necesarias la adopción de nuevas medidas y estrategias ante este tipo de fenómenos.

En los últimos años sí que hemos notado un incremento en ciertos fenómenos meteorológicos

Por su parte, Jorge Olcina, catedrático de análisis geográfico, responsable del Instituto de Climatología de la Universidad de Alicante y presidente de la Asociación de Geógrafos, señalaba hace unos meses que “realmente no estamos preparados para los fenómenos que ocasionan lluvias torrenciales de gran intensidad”.

Deconstrucción del litoral

Es más, en la última semana, ante las consecuencias del último temporal en la costa levantina, los geólogos han señalado que se debe “deconstruir” el litoral. Con ello, se evitarían los daños en las viviendas e infraestructuras y se facilitaría la reconstrucción natural de las playas para evitar futuras catástrofes como las ocasionadas por el temporal Gloria.

“Los temporales de Levante son fenómenos relativamente frecuentes, pero con un litoral tan antropizado por infraestructuras y viviendas en primera línea y unos ríos y rieras que no acarrean sedimentos, estamos impidiendo la renovación natural de las playas”, explica el geólogo Joan Manuel Vilaplana, experto del Ilustres Colegio Oficial de Geólogos (ICOG) riesgos naturales y miembro del Grupo de Investigación de Riesgos Naturales (Risknat) de la Universitat de Barcelona.

Medidas para evitar catástrofes

De hecho, este grupo de expertos apunta a que las construcciones como los embalses para producir electricidad como para abastecimiento de agua y regadío retienen los sedimentos que transporta el río e impiden que estos se depositen en el delta para su renovación natural lo que serviría de barrera ante los eventos extremos. Tal y como ha ocurrido en el delta del Ebro.

“El Delta del Ebro está en retroceso desde hace décadas por falta de sedimentos y si no hacemos nada, la reducción de su tamaño será mucho más drástica y más rápida”, señala Vilaplana.

Imágenes del delta del Ebro captadas por satélites (Sentinel Hub)
Imágenes del delta del Ebro captadas por satélites (Sentinel Hub)

Así, la propuesta de los geólogos se basas en “retirar infraestructuras y viviendas de la primera línea de playa del Mediterráneo y trasladarlas hacia el interior ya que una playa amplia “es la mejor protección natural contra los temporales marítimos”, destaca el experto del experto del ICOG.

El nivel del mar ha aumentado unos 3.4mm por año desde 1993

Por otro lado, otra de las medidas esenciales en para evitar las consecuencias de este tipo de fenómenos debe ser la limpieza y adecuación de cauces de ríos, ramblas y barrancos para poder gestionar las subidas repentinas de agua.

“Las ciudades españolas y especialmente las del mediterráneo, donde se producen estos fenómenos con más frecuencia, no están preparadas para este tipo de lluvias. Deben adecuar sus sistemas de evacuación de agua pluvial al tipo de lluvias que se generan en estas situaciones y que son lluvias de gran intensidad horarias que pueden descargar hasta 100 litros por metro cuadrado en apenas una hora u hora y media”, advertía Olcina.

Otros fenómenos extremos frecuentes

Además, el aumento de las temperaturas también es un fenómeno cada vez más común, no solo en España sino a nivel global. De hecho, los expertos advierten que las olas de calor son cada vez más duraderas y más frecuentes. “Antes, las olas de calor duraban unos 5 días y en la última década duran unos 6 días de media. Además, los veranos actuales duran cinco semanas más que en los años 80”, explica Gómez.

hombre bebiendo calor

Asimismo, también han aumentado la frecuente y virulencia de otros fenómenos extremos como las sequías en España. “Se ha detectado un aumento en la extensión de los climas semiárido en más de 30.000 km2 con las zonas más afectadas Castilla- La Mancha, el valle del Ebro y el sudeste peninsular. Además, las temperaturas del mar Mediterráneo también han aumentado unos 0.34ºC por década y el nivel del mar lo ha hecho unos 3.4mm por año desde 1993”, apunta Gómez.

Estrategias ante fenómenos extremos

Todos estos eventos extremos hacen necesaria más que nunca la adopción de nuevas medidas capaces de gestionar la virulencia de estos fenómenos.

Una playa amplia “es la mejor protección natural contra los temporales marítimos

Así, la gestión de los caudales repentinos de agua causados por las lluevas torrenciales, la preparación de las redes de suministro ante sequías o una correcta planificación urbanística y de infraestructuras adecuada a la nueva realidad climática en las zonas con más riesgo son las estrategias más efectivas para preparar a la sociedad ante estos eventos extremos meteorológicos tan virulentos y cada vez más frecuentes.

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