Ciencia y educación para fijar población en la España vaciada

Pablo Ramos

Pablo Ramos

Las actividades formativas del entorno rural y medioambiental son dos factores fundamentales para mantener vivos los pueblos en zonas despobladas.

En un pequeño pueblo de Castilla, en plena España vaciada, decenas de niños se reúnen camino del río. Es día laborable y tras el colegio, juegan, pero no solo se divierten. También aprenden las distintas variedades de insectos y artrópodos que viven en su entorno más cercano.

Esta es solo una muestra de las actividades que realiza Bárbara de Aymerich, en su escuela Espiciencia en el municipio de Espinosa de los Monteros, en la provincia de Burgos. Una iniciativa que comenzó con solo seis niños en el año 2010 y que a día de hoy cuenta con más de un centenar de participantes que provienen de toda la comarca. Algunos de ellos incluso emplean dos horas en ir y volver a esta escuela.

“Cuando empecé con esto me miraban con una cara un poco rara y pensaban que cómo en un pueblo tan chiquitín podía florecer este tipo de escuela. La acogida fue dubitativa pero está funcionando muy bien”, explica a Eltiempo.es Bárbara de Aymerich.

“Trabajamos con las familias para crear una comunidad de aprendizaje científico»

Los comienzos fueron intensos ya que los habitantes consideraban que la ciencia y la tecnología no era algo que pudiera entretener a los niños a la salida del colegio. “Pensaban que sería una academia de estudio pero se han dado cuenta de que los chavales aprenden muchísimo, se entretienen, se divierten y potencian otras competencias como la capacidad de pensamiento crítico, de hablar en público  o el trabajo en equipo y están encantados”, subraya Aymerich.

Una comunidad rural  de aprendizaje

El objetivo de esta iniciativa es potenciar todas las materias que tienen que ver con la ciencia y la tecnología desde un punto de vista multidisciplinar para abordar cualquier tipo de tema que tenga que ver con la vida diaria en el día a día en sus pueblos. “Trabajamos con las familias para crear una comunidad de aprendizaje científico y están totalmente implicadas a diario, aportando temas e ideas a los proyectos como acompañándonos en las salidas que realizamos”, ejemplifica la profesora

Ciencia por la España Vaciada
Ciencia por la España Vaciada

En este sentido, todos los sectores de la España vaciada tienen algo que enseñar. Desde los padres, madres, hastas sus abuelos y los mismos chavales. “El campo, la naturaleza y negocios como la peluquería o la carnicería tienen ciencia que aportar. Y el objetivo es intentar que esos chavales, que están ahora implementando su formación, el día de mañana, cuando esa vocación florezca, que regresen al pueblo con ella”, comenta Aymerich.  

Los niños son muy inventores y plantean tareas que puedan realizar desde la España vaciada

Por ejemplo, estos días un padre está colaborando en la realización de una acción formativa denominada ‘detectives en la naturaleza’ en la que se realizan paseos didácticos para conocer el entorno, la cetrería o las huellas y los rastros que dejan diversos animales.

Proyectos para fijar población en la España Vaciada

Así, en este entorno, gracias a esta iniciativa, están surgiendo proyectos de futuro y sueños que pueden servir para evitar la despoblación de las zonas rurales. Unas ideas como implantar un laboratorio de industria agroalimentaria, empresas vinculadas con la aeronáutica, la ingeniería o la electromecánica relacionadas con las energías renovables para mantener con vida la España vaciada.

“Los niños son muy inventores y les gusta la resolución de problemas y sobre todo plantean tareas que puedan realizar desde aquí, como aplicaciones móviles para luchar contra la despoblación, el teletrabajo y el diseño”, ejemplifica Aymerich.

Todo ello, futuras oportunidades en la España vaciada para mantener con vida los municipios en pleno siglo XXI gracias a la ciencia, la tecnología y el conocimiento del entorno con la intención de mejorar su explotación, su cuidado y la calidad de vida de todos los sectores y de los habitantes de las zonas rurales.