España es el mayor foco de contaminación lumínica de Europa

La contaminación lumínica en Europa se ha convertido en un problema ambiental que afecta ya a personas y aves.

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La contaminación lumínica de Europa se ha convertido en un problema ambiental que afecta ya a personas y aves

*Fuente: Jan Senderek

La emisión de luz artificial puede producir efectos negativos en los ecosistemas. Especialmente los flujos de luz que se pierden hacia el cielo (y que en muchas ocasiones resultan innecesarios) son los que producen este problema. Es precisamente este resplandor lo que hace que perdamos la oscuridad necesaria para ver las estrellas.

En nuestras ciudades hay miles de puntos de luz: farolas, carteles, focos… que pasan encendidas varias horas. La gran emisión de luz artificial hace que gran parte de ésta se pierda hacia el exterior, motivo por el cual, si las observamos de lejos, vemos lo que desprenden.

Incluso, vistas desde el espacio -como podemos observar en esta foto-, se pueden llegar a identificar las más grandes, además de vías de comunicación, aeropuertos…

Cuanto más grande es la ciudad, más luz emite. Además, no sólo afecta a ese punto, sino que su ámbito de influencia se extiende varios kilómetros. Zonas alejadas y que están “a oscuras” pueden recibir de forma difusa la luz de una ciudad próxima, lo que por ejemplo impediría observar bien un cielo estrellado.

Hace unos días conocíamos que España, en su conjunto, es el mayo foco de contaminación lumínica de Europa. Una investigación realizada por la Universidad de Exeter, en el Reino Unido, demostraba que, junto a Italia, nuestro país es el más gasta en alumbrado público por habitante.

España es el país que más gasta en alumbrado público por habitante

Por este motivo se han elaborado mapas de contaminación lumínica, que se solapan perfectamente al mapa de grandes urbes. Los lugares con menor contaminación son los que no tienen ningún punto habitado en varios kilómetros.

Contaminación lumínica y salud

Aunque pueda parecer descabellado, la contaminación lumínica también afecta a la salud. Puede producir insomnio y mayores niveles de estrés y ansiedad. La oscuridad también es necesaria para la relajación y el sistema nervioso.

El propio “reloj biológico” puede llegar a alterarse, modificando los ritmos de nuestro cuerpo.

Los pájaros no saben si amanece o atardece

Los animales también se ven afectados. Los pájaros son algunos de los que más lo sufren. Los ritmos diarios de estos animales se rigen por el ciclo del sol. Al amanecer cantan, salen a buscar alimento; o bien se van a dormir si son nocturnos, como las lechuzas.

La contaminación lumínica elimina miles de ejemplares de 56 especies de aves, 24 de ellas catalogadas como amenazadas

Hay en ciudades donde al anochecer, cuando debería volver la oscuridad, el sinfín de bombillas que se encienden hace que muchos piensen que vuelve a amanecer. Cuando se dan estas situaciones, hay un serio problema.

Diseños especiales de farolas

Para evitar todos estos problemas, las farolas intentan ser cada vez más innovadoras. Las nuevas formas, en las que la luz sólo apunta hacia abajo, impiden que la luz se emita hacia el cielo.

Nuevos y avanzados sistemas de luminaria y bombillas promueven que buena parte de la luz emitida no se pierda de forma inútil. También ayudan a reducir el resplandor general.

Nadie sin estrellas

Contemplar el cielo nocturno estrellado o fenómenos como la lluvia de estrellas Perseidas es uno de los grandes atractivos para los aficionados de la astronomía. Por desgracia cada vez se vuelve más difícil y hay que alejarse más y más de las ciudades para poder contemplarlo.

La ciencia también se encuentra con el mismo problema. La ubicación de los telescopios debe alejarse de estas zonas para no verse influidos. Por esto motivo, uno de los mayores observatorios del mundo está en el Desierto de Atacama; además de estar a gran altura, tienen un aire muy limpio y cielos casi siempre despejados.

En España tenemos el observatorio del Teide, igualmente alejado de las grandes urbes, un lugar que cada vez empieza a ser más frecuentado por las noches por turistas que quieren ver los astros, a lo que se conoce, como astroturismo.