¿Son normales estos cambios tan bruscos de las temperaturas?

Hemos pasado del tiempo invernal al primaveral en una semana. Algunas ciudades han ganado más de 15ºC. Descubre cómo de normal es que esto ocurra y qué consecuencias nos deja.

Irene Santa

Irene Santa

Hemos pasado del ambiente invernal a temperaturas más propias del final de la primavera en tan solo unos días. Hace solamente una semana, en algunas capitales de provincia los termómetros no llegaban a los 10ºC. Ahora, en cambio, llegan a los 30ºC.

¿Cómo de normal es este cambio?

Estamos en primavera, la estación «más loca del año», en la que una gran variedad de fenómenos meteorológicos son posibles y los pronósticos fallan más que nunca. Los cambios bruscos de temperatura son una de las características de esta estación.  Por eso, realizar el cambio de armario es cosa de valientes.

Temperaturas máximas registradas los días 10 y 18 de abril 2018 y los valores normales según la climatología de esas ciudades.

Hasta hace unos días las temperaturas eran más bajas de lo normal para estas fechas. Sin embargo, ahora tenemos más calor del que cabría esperar para mediados del mes de abril. Sin duda, el cambio ha sido muy brusco. En algunas ciudades la variación ha sido de más de 15ºC en tan solo una semana.

¿A qué se debe tanto cambio?

La responsable es la llegada de una masa de aire cálido procedente de latitudes más bajas. El contraste ha sido especialmente fuerte tras semanas marcadas por la llegada de sucesivas borrascas atlánticas cargadas de aire frío.

cambios en las temperaturas

Una masa de aire cálido se sitúa sobre España el miércoles 18 de abril.

Entonces, ¿qué es lo normal en esta época del año?

En una estación marcada por los cambios bruscos en la situación meteorológica, los contrastes térmicos no deberían sorprendernos. Según la climatología, la temperatura media en España en abril es de 13ºC, teniendo en cuenta el día y la noche.

Valores medios de la temperatura máxima en abril en España (1981-2010). Fuente: https://climaenmapas.blogspot.com.es/

Ante tanto cambio nos vemos afectados…

Nuestro cuerpo nota los vaivenes del tiempo primaveral. Las personas meteorosensibles se vuelven más apáticas y se sienten cansadas cuando llega el fuerte calor.

También se producen efectos negativos en la conducta, como la falta de atención, la impaciencia o el mal humor. Por otra parte, al ganar horas de luz solar, los niveles de serotonina aumentan. Esto ayuda a que nos sintamos más motivados y con la autoestima más alta.

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