Erasmus rural: la propuesta para «llenar» la España vacía

Alumnos universitarios van a los pueblos de la España vacía a aprender e intercambiar experiencias. Es el Erasmus Rural.

María José Montesinos

María José Montesinos

Universitarios que hacen sus prácticas en la España vacía: es el nuevo erasmus rural

Los estudiantes necesitan experiencias laborales y los pueblos, personas con conocimientos específicos e interesadas en colaborar con la iniciativa local y llenar de vida las pequeñas localidades. Es lo que pensaron la Universidad de Zaragoza y la Diputación Provincial desde la Cátedra sobre Despoblación y Creatividad que comparten. Y qué mejor manera de resolver ambos problemas que mediante un proyecto que permitiera unir a unos y a otros. Así nació Erasmus Rural.

Hace cuatro años se creó Erasmus Rural para facilitar prácticas laborales a universitarios. Fuente: Pexels

Desde que se creó hace tres años, han participado 79  estudiantes participantes en un total de 31 municipios zaragozanos. Para el cuarto Erasmus Rural que comenzará en septiembre, ya hay más de 300 peticiones de estudiantes y unas 60 de entidades.

Titulaciones muy diversas para el Erasmus Rural

Alumnos procedentes de hasta 29 titulaciones distintas, desde Veterinaria, hasta Enfermería, Trabajo Social, Educación Infantil, Periodismo o Historia del Arte, han participado hasta ahora en el Erasmus Rural, desempeñando funciones diversas en empresas, explotaciones ganaderas, monumentos y museos, residencias de ancianos, ayuntamientos, escuelas infantiles, fundaciones, asociaciones, entidades empresariales…

Los jóvenes que participan en el Erasmus Rural van a localidades de menos de 1.500 habitantes, durante un periodo de entre 120 y 500 horas

Los jóvenes que participan en el Erasmus Rural van a localidades de menos de 1.500 habitantes, donde tienen cubiertos el alojamiento y la manutención y reciben una bolsa de 300 euros mensuales por su labor. Una experiencia que oscila entre las 120 y las 500 horas, según las necesidades de la organización donde realizan las prácticas. 

Muchos jóvenes no piensan en el mundo rural a la hora de entrar al mercado laboral. Fuente: Pexels

«El Erasmus Rural pone en contacto a personas de diferentes edades, zonas de residencia, inquietudes…lo que enriquece a todos los que participan en esta iniciativas, a los estudiantes, a los empresarios, las entidades que los acogen», explicaba el rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral, en la presentación de la convocatoria para este próximo curso.

Erasmus en los pueblos de la España vacía

Jennifer Lafuente es una de las jóvenes que ha participado en el Erasmus Rural. Lo hizo en 2019 y repitió en la edición del año pasado. Ha estudiado la carrera de Marketing e Investigación de Mercados en la Universidad de Zaragoza.

«Me movió el hecho de coger experiencia y entrar en el mercado laboral. Y me gustó tanto que repetí»

En su primera convocatoria Jennifer estuvo en Herrera de los Navarros, una localidad zaragozana de menos de 500 habitantes. Allí se ocupó, como experta en marketing, de “llevar las redes sociales, cartelería y fotografía de eventos” en el ayuntamiento. En esta primera convocatoria “me movió el hecho de coger experiencia y entrar un poco en el mercado laboral”, señala Jennifer.

Ahora más gente, también jóvenes, está valorando irse a vivir a un pueblo. Fuente: Pixabay

Su segunda participación llegó en plena pandemia: “lo vi como un salvavidas y una oportunidad que no podía dejar escapar, porque nunca se sabe por dónde puedes encontrar trabajo y me pareció una muy buena oportunidad”, afirma la joven. Y estuvo plenamente acertada: la experiencia fue tan buena por las dos partes que hoy en día es responsable de marketing de Bodegas Tempore, en la pequeña población de Lécera, el lugar donde hizo su último Erasmus Rural.

Erasmus Rural: una experiencia «brutal»

“Mi experiencia con el Erasmus Rural es súper positiva”, afirma Jennifer, que lo recomienda a todos los universitarios “sobre todo a los que no tienen pueblo, porque la experiencia es brutal”, señala.

«Trabajar en un pueblo lo consideré un pro, sabiendo cómo es la vida en ellos, me parecía maravilloso»

Para esta joven profesional del marketing “desarrollar tus prácticas en el mundo rural lo consideré casi un pro». «Soy de Soria y, por suerte, mis padres son los dos de pueblo y estoy acostumbrada a pasar allí todos mis veranos, así que trabajar en un pueblo sabiendo cómo es la vida allí me parecía maravilloso”, afirma Jennifer con rotundidad.

La vida en los pueblos puede tener muchas ventajas. Fuente: Pixabay

“Los jóvenes no sabemos lo que hay en el medio rural laboralmente hablando, y el programa es un puente que nos ayuda a ver nuevas realidades y oportunidades», señala Jennifer. «Si abriéramos un poquito nuestra mente vivir en el pueblo no sería una decisión difícil de tomar, que allí se vive muy bien”, apunta esta joven, tras su Erasmus rural. Sin olvidar que una vez allí, y conocido el medio, también se pueden despertar los proyectos personales.

«Para lucha contra la despoblación de la España vacía son fundamentales la creatividad, el talento y el trabajo en red de todos los agentes implicados»

“Es el mejor ejemplo de que para la lucha contra la despoblación son fundamentales la creatividad, el talento y el trabajo en red de todos los agentes sociales, políticos y económicos implicados”, defendía en ese mismo sentido el presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero, en la presentación de la edición de este año.

Creatividad y talento, fundamentales para devolver la vida al mundo rural. Fuente: Pexels

Tras el éxito de sus tres primeras ediciones, el programa se ha empezado a replicar por todo el país. Este Erasmus por los pueblos de España se ha asumido desde el Ministerio de Universidades, y lo han puesto en marcha también la Universidad de Castilla-La Mancha; Castellón; Alicante; y Vigo. Además, desde ahora, y gracias al programa Unita, estudiantes de universidades europeas participarán en el Erasmus Rural.