Entrevista con el cometa Swift-Tuttle, el autor de las Perseidas

Recreamos cómo sería una entrevista con el cometa Swift-Tuttle, el responsable de la lluvia de estrellas Perseidas, para que puedas conocerle mejor.

Jorge Robles

Jorge Robles

Hoy he quedado para entrevistar a uno de los cometas más famoso, el Swift-Tuttle, que por agosto tiene la costumbre de reeditar algunos de sus grandes éxitos. Todos conocemos “Llegando desde Perseo” o “San Lorenzo Stars”.

Me recibe en su restaurante favorito, el Júpiter Planet, y aunque tiene fama de malote su sonrisa es sincera y el trato que me dispensa durante todo la entrevista es cordial. Yo me pido un zumo de meteoritos mientras que Swift-Tuttle opta por un Bourbon de Asteroides de 15 años gran reserva, y le sugiere al camarero que deje la botella sobre la mesa.

Entrevista con el cometa Swift-Tuttle

 

  • Bueno ST, primera pregunta: ¿Cuál es tu auténtico nombre y qué edad tienes?

Mi nombre formal es 109P/Swift-Tuttle. ¿Mi edad? (se ríe). ¡La del universo pequeño! Pero fui descubierto en julio de 1862, casi simultáneamente por Lewis Swift, que me eché el ojo encima el miércoles 16, mientras que el sábado 19 Horacio P. Tuttle hizo propio. Swift no era mal tipo, pero yo soy más de Tuttle, un astrónomo veterano de la guerra civil, un hombre de acción, un descubridor de galaxias… y algunos dicen que un excelente bebedor.

  • Ya veo. ST, se te ve en buena forma. ¿Cuánto mides?

Si, me cuido mucho, mi vida es un no parar. Te voy a dar un dato, en la cinta del gimnasio aguanto corriendo lo que haga falta a unos 60 kilómetros por segundo. Debo de medir unos 26 kilómetros de diámetro, al menos eso dice la Nasa que me talló hace poco.

  • Algunas leyendas urbanas dicen que el malvado cometa que acabó con los dinosaurios tan solo media 10 kilómetros. ¿Cómo llevas esa fama de “peligroso”? ¿Es cierto que podrías llegar a chocar con la Tierra?

Bueno, el respeto es importante en mi profesión y yo lo tengo. Yo me muevo libremente por el espacio, sin ataduras. He optado por una órbita elíptica, que tiene mejores prestaciones. Como sabes, me encanta Júpiter y mi órbita está en resonancia con este encantador planeta, en relación 1:11; es decir, mientras yo “doy una vuelta” (órbita) el planeta gigante completa 11 giros alrededor del sol.

Como soy bueno en matemáticas te lo voy a traducir a años terrestres, Júpiter tarda casi 12 años en completar una órbita, así que yo debo de tardar unos 130-133 años en completar un “rulito” (ST guiña un ojo).  Mira, el universo es muy grande y es cierto que cada siglo y pico me asomo para asustar un poco a la Tierra.

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Aquí hay cierto lio de cifras, algunos hablan de 2126 como “año del susto”, pero otros apuntan al 15 de septiembre de 4476 como el momento en que pasaré más cerca de la Tierra, con una probabilidad de impacto de 0,000001%. Soy seguramente el objeto conocido más grande del Sistema Solar, que tiene una trayectoria que concurre con la de la Tierra, pero, en fin, tengo muchos admiradores en ese tierno planeta y no me gustaría hacerle daño.

  • Gracias ST, eso me tranquiliza. Pero, ¿de qué estas hecho?

Soy Hielo & Roca; pero no de cualquier roca, ya que me compongo de amoniaco, metano, hielo seco, agua, magnesio, hierro, silicatos y sodio.

  • Pero tu “cola” es famosa. ¿Dejas mucho tras de ti cada vez que pasas cerca del sol?

Claro, mi tercer apellido sería “peligro”. Me encanta pasar cerca del Sol, aunque es cierto que con tanto calor pierdo bastante vapor de agua y algo de materia, pero ya sabes que siempre he vivido al límite.

  • Y volviendo a tus fans de la Tierra, ¿qué sientes cuando a mediados de cada agosto te llegan esos mensajes de cariño de todos esos seguidores?

La verdad es que es una experiencia estupenda. Me encanta que algunos de mis restos choquen con la atmósfera de la Tierra. Esa manía terrestre de pedir deseos cuando pequeños granos de mi arena chocan con vuestra atmósfera es gratificante. Este año además he podido pactar con Júpiter que utilice su gravedad para desviar parte de mis “escombritos”. Así los llamo cariñosamente, y que coincidan con la trayectoria de la Tierra.

Estoy intentando que este sea un año 2016 especial y los habitantes de uno de mis planeta favoritos podáis disfrutar de una buena lluvia de fugaces. Intentaré que sean más numerosas y más grandes. Sé que eso os gusta en la Tierra.

  • Según mis datos, la mejor noche para ver fugaces será del 11 al 12 de agosto y la mejor hora a partir de las 2 de la madrugada ¿Correcto?

Exacto. He conseguido que la Luna, que estará en cuarto creciente, se ponga sobre esa hora. Eso facilita mucho las cosas.

  • Bueno, ¿y esa relación con Perseo viene de muy lejos?

Sí, nos conocemos hace mucho. Se trata de una constelación que siempre ha estado a mi lado. Búscala en el cielo que desde allí llegan las mejores fugaces. Incluso le he puesto su nombre a mi lluvia de estrellas. Perseidas es una marca registrada.

  • Vaya, no hay tiempo para más ST, ha sido un placer entrevistarte. Prometo perseguir perseidas tanto como pueda.

El placer ha sido mío. Un saludo a la Tierra.

Acabo la entrevista y ST me firma un planisferio celeste. Salgo del restaurante convencido de Swift-Tuttle no es mal tipo y dudo que llegue a dañar lo más mínimo a la Tierra. Además, los agostos sin Perseidas serían mucho más aburridos.

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