El tsunami que arrasó Teruel

Un tsunami de hace 128 millones de años fosilizó cientos de huellas de dinosaurios en Teruel.

Marian

Marian

Hace 128 millones de años, un tsunami arrasó lo que hoy conocemos como la provincia de Teruel. A pesar de la catástrofe que supondría para los seres vivos de la época, este desastre natural permitió que numerosos restos fósiles de dinosaurios hayan podido conservarse hasta nuestros días.

Un equipo de científicos de las universidades de Zaragoza y Complutense de Madrid, liderado por Rocío Navarrete y Carlos Liesa, ha confirmado recientemente que las icnitas (o huellas de dinosaurio) localizadas en una franja de varios kilómetros entre las localidades de Aliaga y Miravete de la Sierra, quedaron fosilizadas a la vez. Esto sólo pudo suceder a causa de un brusco fenómeno natural como un tsunami.

Campo de la base del depósito de tsunami con los moldes de las huellas de dinosaurios. Fuente: Universidad de Zaragoza

Según estos investigadores, la gran masa de agua barrió la costa, situada por aquel entonces en esas localidades (Teruel tenía playa, sí), y cubrió con tierra las huellas de los dinosaurios que habitaban la zona. Al parecer, estos dinosaurios eran de gran tamaño, saurópodos y ornitópodos principalmente, aunque yo prefiero imaginarme a un montón de tiranosaurios rex intentando nadar con esos bracitos tan cortos.

Situación de las localidades de Aliaga y Miravete de la Sierra.

Los tsunamis pueden estar causados por grandes terremotos, erupciones volcánicas, o incluso por un meteorito que impacta en el mar. Recorren el mar a velocidades superiores a los 800 kilómetros por hora sin perder apenas energía. Las olas van aminorando su velocidad y creciendo en altura a medida que se aproximan a la costa, llegando a provocar grandes desastres en la zona de impacto. El estrato repleto de icnitas que analizaron los científicos presenta unas características similares a los afectados por los tsunamis de las últimas décadas. Un terremoto originado en el fondo marino pudo provocar esta gran ola, la cual arrastró y desplazó varios kilómetros tierra adentro toda la arena que encontró a su paso, enterrando por completo las pisadas de los dinosaurios que paseaban tranquilamente por Teruel.

Por el momento no se ha encontrado ningún dinosaurio atrapado a causa del tsunami, aunque las investigaciones continúan. Quizá todavía podamos ver a ese pobre tiranosaurio rex fosilizado, luchando con sus pequeñas patitas contra las olas. Mantengamos la esperanza.