El Maratón tóxico de Pekín

La fuerte contaminación en la Maratón Internacional de Pekín, provocó que numerosos corredores tuvieran que utilizar máscaras

Javier Vegas

Javier Vegas

Este pasado domingo se disputó la Maratón Internacional de Pekín, una carrera que congregó en la capital China a nada menos que 30.000 corredores. La tremenda polución que sufrió la ciudad, provocó que gran parte de los corredores tuvieran que utilizar máscaras.

Pese a la alerta por elevada contaminación, no se suspendió la Maratón de Pekín y obligó a los atletas a buscarse la vida para no respirar las partículas tóxicas. La densidad de partículas finas en el aire llegó a alcanzar los 400 microgramos por metro cúbico. El máximo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a partir del cual el aire ya no es saludable es de 25 microgramos por metro cúbico. Por lo tanto, dichos niveles, 16 veces superiores al límite fijado, desaconsejaban la celebración de la carrera e incluso habían advertido a niños y ancianos para que permanecieran en sus casas y no efectuaran actividades al aire libre.

Este día se ordenó detener las obras en edificios en construcción, y se prohibió la circulación de vehículos con cargas susceptibles de contaminar el aire, como tierra o grava. Sin embargo, no se llegó a cancelar la XXXIV Maratón Internacional de Pekín. Según afirmó la organización, la carrera no se suspendió al venir mucha gente de otros puntos de China y otros países.

La Maratón empezó en la plaza de Tiananmen y recorrió sus 42 kilómetros de rigor hasta el Parque Olímpico de Pekín, donde se celebraron los Juegos de 2008. Nada más comenzar, los redes sociales se hicieron eco del suceso y se empezaron a colgar fotos de corredores con máscaras que chocaban con la indumentaria deportiva de los atletas.

La contaminación es algo muy común en grandes ciudades chinas, y a menudo dichas partículas evitan que se vea el sol en todo el día. Según el centro de Prevención y Control de Pekín, el cáncer mata cada año en China a dos 2,5 millones de personas, pero subirá hasta los tres millones en 2020.