El intrigante caso del exoplaneta 55 Cancri e

55 Cancri, así es el exoplaneta gigante al que le han encontrado recientemente una atmósfera similar a la de La Tierra

55 Cancri e es un viejo conocido. Se trata de un exoplaneta descubierto en 2004, antes de la llegada del archifamoso telescopio Kepler. Ahora, se ha descubierto que tiene una atmósfera muy similar a la de la Tierra, pero es un mundo muy diferente…

55 Cancri e: Una supertierra infernal

En 2016, 55 Cancri e fue el primer exoplaneta cuya atmósfera fue analizada. A lo largo de los años, diferentes estudios habían revelado cosas bastante interesantes sobre su composición y estructura. Por ejemplo, en algún momento se llegó a plantear que podría ser un planeta de diamante. Aunque en tiempos recientes, todo parece indicar que es un mundo con ríos de lava y, como seguramente imagines, una temperatura muchísimo más elevada que la de nuestro planeta.

Ahora, un nuevo estudio desvela que esta supertierra (llamada así por ser un planeta rocoso, pero considerablemente más grande que nuestro planeta) tiene una atmósfera similar, pero mucho más calurosa. El planeta, que tiene el doble de tamaño que la Tierra, orbita muy cerca de su estrella. No es un mundo habitable. Apenas tarda 17 horas y 40 minutos en dar una vuelta alrededor de su estrella.

Además, está en rotación síncrona, de tal manera que el mismo hemisferio apunta siempre hacia la estrella. Exactamente igual que sucede con la Luna, que al estar en rotación síncrona con nuestro planeta siempre nos muestra la misma cara. Entre junio y julio de 2013, el telescopio Spitzer obtuvo los datos de temperatura de 55 Cancri e analizando el exoplaneta con una cámara infrarroja especial.

La pista de la temperatura

La temperatura, además, ha sido un factor muy útil. Los datos del telescopio Spitzer sugerían la presencia de grandes depósitos de lava en la superficie. Sin embargo, al combinar esto con modelos sobre el planeta, comenzaron a dudar de que fuese así. El planeta debe de tener una atmósfera gruesa, porque los lagos de lava, expuestos al espacio, crearían regiones con unas temperaturas muy elevadas.

Además, también observaron que la diferencia de temperatura entre el lado diurno y nocturno no eran tan significativas como se creía inicialmente. Es decir, otra señal de que debía haber una atmósfera. Así que los investigadores compararon los cambios en el brillo del planeta con los modelos de transporte de energía. La explicación para las altas temperaturas de 55 Cancri e sería la presencia de una atmósfera con materiales volátiles.

El modelo de transporte de calor permite analizar cómo fluiría a través del planeta y cómo sería radiado al espacio. Así, determinaron que la temperatura en el hemisferio iluminado sería de unos 2.300 ºC. En el lado nocturno, por su parte, estaría en unos 1.400 ºC. Si el planeta no tuviese una atmósfera, sin embargo, esta diferencia sería todavía mucho más acentuada, apoyando que el planeta tiene una atmósfera.

La composición de la atmósfera

La atmósfera de 55 Cancri e es, probablemente, muy parecida a la de la Tierra. Al menos según los investigadores, que han desvelado que contiene nitrógeno, agua e incluso oxígeno. Aunque tiene una temperatura muy elevada, la densidad de la atmósfera es parecida a la de nuestro planeta. Así que el planeta sería, como se sospechaba rocoso. Sin embargo, tiene una temperatura demasiado alta para que su superficie pueda tener agua. Así que no es un planeta habitable.

También vale la pena mencionar que es la primera vez que se utiliza este modelo de transporte de calor en exoplanetas rocosos. Hasta ahora sólo se había aplicado en los llamados júpiteres calientes. Es decir, planetas gigantes, como Júpiter, pero que orbitan mucho más cerca de su estrella que el gigante del Sistema Solar. Normalmente, se encuentran en órbitas incluso más cercanas que Mercurio del Sol.

La atmósfera de 55 Cancri e es, probablemente, muy parecida a la de la Tierra.

Quedan muchas preguntas por responder. Por un lado, cómo es posible que 55 Cancri e no haya perdido su atmósfera. Está muy cerca de su estrella, así que su radiación debería haberlo provocado. Pero es algo que solo se podrá comprender con más estudios en el futuro. Aunque no es un hallazgo que nos acerque a descubrir vida en otros planetas, nos permite observar cómo ha ido avanzando la investigación de exoplanetas en los últimos años.

El análisis de atmósferas de otros mundos

En el futuro, analizar las atmósferas de otros planetas va a ser uno de los grandes focos de atención de la astronomía. Estamos en una fase en la que los descubrimientos de exoplanetas casi pueden considerarse rutinarios. Hemos encontrado gigantes gaseosos y planetas rocosos, con tamaños y masas similares a los de la Tierra. Sin embargo, todavía estamos dando los primeros pasos en el análisis de atmósferas de estos mundos.

Es una parte muy importante de la búsqueda de vida en otros mundos. No basta con que encontremos planetas rocosos que estén en la zona habitable (la región del espacio, en torno a una estrella, en la que la temperatura sería apropiada para que un planeta pueda tener agua líquida en su superficie). También hace falta que tengan atmósfera y, por supuesto, que tenga tanto una temperatura como una composición adecuada.

Sin duda, en los próximos años, con los nuevos telescopios que entrarán próximamente en funcionamiento, podremos estudiar las atmósferas de muchos exoplanetas. Entre ellos, encontraremos de todo. Desde mundos con atmósferas infernales e incompatibles con la vida, como la de Venus, a atmósferas mucho más agradables como la de la Tierra. Todavía queda mucho camino por recorrer, pero poco a poco vamos conociendo mejor el universo en el que vivimos…