El cambio climático está modificando el color de nuestros océanos

A medida que los océanos se calientan y vuelven más ácidos, también cambia la población de unos diminutos organismos conocidos como fitoplancton. Su presencia tiene mucho que ver con el color de mares y océanos pero su futuro esta en nuestras manos.

Mario Picazo

Mario Picazo

Un estudio apunta que el color de la superficie de la mitad de nuestros océanos será otro para finales de este siglo

El cambio climático está cada vez más patente en todo lo que nos rodea. Cada día oímos hablar más de fenómenos meteorológicos extremos, migraciones climáticas en aumento, y ahora, como predice un reciente estudio, océanos de otro color.

Las predicciones realizadas por un equipo de científicos de MIT (Massachusetts Institute of Technology, EEUU) y publicadas en la revista Nature Communications, apuntan, que el color de la superficie de la mitad de nuestros océanos será otro para finales de este siglo. Esta alquimia de gran dimensión la provocará el fitoplancton, un conjunto de diminutos organismos acuáticos de origen vegetal que viven dispersos en el agua y tienen una gran capacidad fotosintética.

A medida que aumentan la temperatura y acidez de nuestros océanos la población de fitoplancton en nuestro planeta se ve afectada.

Con el aumento de las concentraciones de gases efecto invernadero, los océanos no solo se calientan, también aumenta su acidez. Las variaciones de estas dos variables afectan directamente a la población de estos pequeños organismos y a su vez a la capacidad que tiene la superficie de nuestros océanos de absorber o reflejar radiación solar, cambiando por lo tanto su color.

Los mares subtropicales serán cada vez más azules al disminuir la concentración de fitoplancton, pero las aguas entorno a la zona del Ártico o Antártida se volverán más verdosas, dado que las condiciones serán más favorables para la reproducción del fitoplancton.

Las aguas subtropicales serán más azules y las de las regiones polares más verdes

Cambios de este tipo ya se han ido produciendo en nuestros mares y océanos desde hace dos décadas, como nos muestran las imágenes de dos satélites de la NASA que los monitorean. Datos que luego se utilizan para alimentar modelos de cálculo que predicen los niveles de clorofila, un pigmento que absorbe radiación solar y se encuentra en el fitoplancton verde y otras plantas. Con el fin de aislar la señal producida por el cambio climático antropogénico, el estudio también tiene en cuenta la variabilidad climática natural (El Niño/La Niña), ya que está, también produce cambios cíclicos en la concentración de clorofila.

Concentración global de clorofila en los océanos de la tierra medido a través de satélites. Imagen: NASA Earth Observatory

Otros factores que se contemplan son la fuente de alimento para el fitoplancton, su ritmo de crecimiento y las corrientes oceánicas, de esta manera se puede saber con detalle como será el color de nuestros mares y océanos en un futuro. Más allá de los tonos de color verde o azul, los pronósticos proporcionan información sobre la concentración y los diferentes tipos de fitoplancton que habitarán determinadas zonas oceánicas del planeta.

Con un aumento de la temperatura de la superficie del mar de 3oC para el 2100, esta previsto que la mitad de los océanos del planeta sufran esta compleja transformación de colores, aunque ya empezaremos a ver los cambios durante las próximas décadas.

Acidez de los océanos indicada por los cambios de saturación del argonito. Cuanto más negativo es el valor mayor acidez en las aguas.

Más allá del aspecto visual que tengan nuestros mares y océanos en un futuro, hay otro tema que realmente  preocupa a la comunidad científica. El fitoplacton es la base de la cadena alimentaria marina, y el cambio climático hará que esta se vea afectada por todo el planeta, poniendo en jaque la supervivencia de un buen número de especies que dependen de ella y de las que a la vez dependemos muchos otros en la tierra.