El calendario de las epidemias: ¿por qué hay virus que dependen de las estaciones?

Muchas enfermedades infecciosas tienen un elemento estacional que incrementa su incidencia en función de ciertos parámetros.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

Muchas enfermedades infecciosas tienen un elemento estacional que incrementa su incidencia en la población en función de ciertos parámetros

La actual epidemia del coronavirus COVID-19 está teniendo una mayor incidencia en el hemisferio norte, durante los meses de enero, febrero y marzo, coincidiendo con el invierno en esta parte del planeta.

Tal y como se puede comprobar en el mapa elaborado por la Universidad John Hopkings de EE.UU, de los 20 países más afectados por el coronavirus actual, el 90% se encuentran en el hemisferio norte, con la estación más fría del año.

Solo dos en el sur, como Brasil y Australia, y en las últimas posiciones de esta lista. Además, estos países están han estado en verano y comienzan ahora su otoño.

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Fuente: Universidad John Hopkins

Cada enfermedad infecciosa aguda tiene su propia ventana estacional de aparición

Todavía es pronto para asegurar a ciencia cierta que el COVID-19 va a ser un coronavirus estacional pero, ¿por qué hay virus que dependen de las estaciones?

Relación con las condiciones ambientales

En palabra de Isabel Marín Rodríguez, presidente de la Sociedad Española de Sanidad Ambiental (SESA), muchas de las enfermedades infecciosas tienen un elemento estacional que puede llegar a provocar epidemias. Y no solo las víricas.

“En algunos casos está claramente determinado, en otras está en estudio, pero parece plausible aceptar que las condiciones ambientales afectan a la persistencia, supervivencia y transmisibilidad de muchos de los agentes infecciosos”, explica a Eltiempo.es esta experta.

El hacinamiento o aglomeraciones humanas también favorecen la tranmisibilidad

Por ejemplo, los estudios muestran que la meningitis meningocócica aumenta en períodos que van de octubre a mayo o que la gripe estacional tiene una incidencia durante el invierno. Del mismo modo, otras patologías infecciosas como la polio, son más comunes durante el verano y en climas templados.

“La estacionalidad de determinadas enfermedades transmisibles se conoce desde la antigüedad. En un año determinado se producirán brotes de gripe en invierno, varicela en primavera y gonorrea, por nombrar algunos de los brotes estacionales más descritos”, apunta Marín.

La importancia del medio ambiente

En este sentido, ciertos factores ambientales juegan un papel primordial en la transmisión del virus y por tanto en las epidemias. Así, la temperatura y la humedad son fundamentales para la existencia de gripe estacional durante el invierno.

Por otro lado, en enfermedades transmitidas por vectores, como el virus del Zika, el clima y el medio ambiente desempeñan un papel esencial en la proliferación de mosquitos que deben poner sus huevos en unas condiciones específicas de humedad y temperatura.

De hecho, según un estudio denominado “El calendario de epidemias: ciclos estacionales de enfermedades infecciosas”, publicado en la revista Plos Pathogens, muchas patologías, incluso las causadas por virus, tienen una mayor incidencia en meses concretos.

Fuente: PLOS Pathogens

Cada enfermedad infecciosa aguda tiene su propia ventana estacional de aparición, que, lo que es más importante, puede variar entre ubicaciones geográficas y diferir de otras enfermedades dentro de la misma ubicación”, advierten los autores de este estudio.

Particularidades de cada enfermedad

En este aspecto, los expertos apuntan a la existencia de factores esenciales que explican esta incidencia de epidemias tales como la características de cada patógeno, el medio ambiente, el comportamiento humano, la humedad, la temperatura e incluso las propias dietas de la población afectada.

Es más, algunos apuntan a que el sistema inmune de las personas varía su fortaleza en función de la época del año debido a la cantidad de luz solar que recibe, según apuntan desde la prestigiosa revista Sciencie.

“El hacinamiento o aglomeraciones humanas también favorecen la tranmisibilidad, por ejemplo los niños que se acercan entre sí durante el año escolar, son un factor en el sarampión o incluso en la contagiosidad de la gripe”, detalla la presidenta de SESA.

¿Cómo funciona un virus?

No obstante, hay que tener en cuenta que un virus es un agente infeccioso microscópico acelular que solo puede multiplicarse dentro de las células de otros organismos.

Debido a estas características, los virus son capaces de infectar cualquier forma de vida, desde animales y plantas hasta bacterias y otros virus (virófagos). Además, existen en todos los ecosistemas terrestres, siendo la forma biológica más abundante conocida.

Este funcionamiento hace que la transmisión viral sea muy diferente según del virus que se trate y que esta esté condicionada por factores como la capacidad inmunogénica del receptor, por la forma de transmisión directa, la existencia de un véctor transmisor y por elementos como la temperatura y la humedad del medio que pueden favorecer o perjudicar su supervivencia llegando a producir epidemias en la especie afectada.

Sección de Coronavirus de Eltiempo.es

En la nueva Sección de Coronavirus de eltiempo.es, los usuarios también pueden consultar los datos oficiales sobre coronavirus ofrecidos por el Ministerio de Salud.

En la sección se puede consultar el mapa de contagiados por coronavirus, los nuevos casos diarios, ingresos en UCI y fallecimientos por comunidad autónoma, así como el contexto de casos acumulados en España y en el resto de países del mundo afectados por coronavirus.

Además, un gran número de noticias y reportajes informan sobre los últimos estudios en virología y meteorología, además de pautas, consejos y contenidos divulgación durante el tiempo que dure la cuarentena.