El asteroide del 2 de noviembre que se aproxima a la Tierra no es ningún riesgo

Lo más probable es que el asteroide 2018 se desintegre por completo antes de chocar contra la atmósfera de la Tierra.

Alejandro Riveiro

Alejandro Riveiro

Lo más probable es que el asteroide 2018 se desintegre por completo antes de chocar contra la atmósfera de la Tierra

VÍDEO: ¿QUÉ PASARÍA SI UN METEORITO CHOCARA CONTRA LA TIERRA?

Desde principios de 2020, algunos medios se vienen haciendo eco de un asteroide que, según dicen, podría impactar con nuestro planeta este próximo 2 de noviembre. Pero lejos de ser algo que deba generar preocupación, lo cierto es que no nos encontramos ante un fenómeno destacable… ni una posible colisión.

El asteroide 2018 VP1 no supone ninguna amenaza… incluso si chocase

El asteroide recibe la designación de 2018 VP1, fue descubierto el 3 de noviembre de 2018 y se ha dicho que, en solo unos días, podría impactar con nuestro planeta. Sin más información que esta, no es extraño que podamos caer en el pánico.

En los cálculos más optimistas, podría tener como mucho 4 metros.

Pero lo cierto es que estamos ante un asteroide que, incluso si chocase con la Tierra, no tendría ningún impacto serio o preocupante. Porque, en realidad, se trata de un asteroide de apenas 2 metros de diámetro. En los cálculos más optimistas, podría tener como mucho 4 metros.

Lo más probable es que pase a unos 420 000 kilómetros de nuestro planeta, a las 02:12 del 2 de noviembre (horario peninsular español), pero es cierto que podría llegar a pasar a más de 3,5 millones de kilómetros, como a chocar contra la Tierra.

¿El motivo? Es un asteroide que no ha sido observado durante muchos días, por lo que hay incertidumbre en algunos aspectos, que permite que sí quepa una posibilidad, incluso, de impacto. Pero en su conjunto, es solo 1 posibilidad entre 240, es decir, hay un 0,41% de riesgo de impacto.

Lo más probable es que pase a unos 420 000 kilómetros de nuestro planeta, a las 02:12 del 2 de noviembre

Lo más probable es que pase a más de 400 000 kilómetros. Aunque, de todos modos, supongamos que sucede lo peor. El asteroide se dirige a la Tierra y choca contra nuestro planeta.

¿Qué consecuencias tendría que el asteroide chocara contra la Tierra? Lo cierto es que, cada día, chocan multitud de pequeños asteroides con nuestra atmósfera. Es un fenómeno que, aunque no lo vemos muy a menudo, nos resulta de lo más familiar. Producen estrellas fugaces (si bien esos fragmentos son mucho más pequeños, en ocasiones apenas llegan a tener el tamaño de un grano de arena).

Un bólido muy luminoso

2018 VP1 es un asteroide demasiado pequeño. A pesar de su tamaño, 2 metros no es suficientemente grande como para poder aguantar la entrada en la atmósfera sin descomponerse. Lo más probable es que se desintegre por completo. Puede que llegue a sobrevivir durante un buen tramo, en cuyo caso explotaría en la atmósfera a una altura más baja de lo habitual (las estrellas fugaces se producen a unos 90 kilómetros de altura).

De ser así, es posible que algunos pequeños fragmentos lleguen a sobrevivir y alcanzar la superficie del planeta.

lluvia de estrellas deseos estrella fugaz

Si fuese así, se trataría de algo similar a lo que ya vivimos en febrero de 2013, cuando un pequeño asteroide se desintegró sobre la ciudad rusa de Cheliábinsk. En aquella ocasión, hubo daños materiales considerables y unos 1000 heridos de carácter leve.

Por ponerlo en perspectiva, aquel asteroide medía en torno a 30 metros. En este caso, como mucho, podría producirse vibraciones en las ventanas y poco más. Pero lo más probable es que simplemente se desintegre.

En el «peor» de los casos no tendremos más que un bólido o estrella fugaz muy luminosa

En ese caso, no tendremos más que un bólido. Una bonita estrella fugaz, tremendamente luminosa, pero solo una estrella fugaz. No hay ningún tipo de peligro para la Tierra. No solo eso, cada noche, en todo el planeta, se producen multitud de estrellas fugaces.

Algunas ni las llegamos a ver porque, simplemente, suceden en medio del océano. Pero hay que recordar, una vez más, que lo más probable es que pase más allá de la órbita de la Luna. No solo eso, en las próximas décadas, no hay ningún asteroide conocido con posibilidad de colisión.

Mucha precaución ante las noticias de posibles impactos

A decir verdad, hay que tener siempre mucha precaución con este tipo de noticias. Normalmente nos encontraremos con un «La NASA asegura que el asteroide X podría chocar contra la Tierra» y variaciones similares (alerta de que…, predice que…).

Cuando nos encontremos con una noticia de este tipo, podemos acudir directamente a la fuente. La web oficial de la agencia espacial estadounidense es nasa.gov, en cuya portada podremos ver las últimas noticias publicadas. Ahí será donde deberíamos ver el supuesto aviso sobre posibles impactos.

La Tierra, observada por el satélite DSCOVR el 27 de junio de 2019. Crédito: NASA

En este tipo de noticias, nunca encontraremos un enlace a esa web, dado que no existe tal aviso. En el mejor de los casos, como mucho, podemos encontrar un enlace al objeto en CNEOS (Center for Near Earth Object Studies) que se dedica a calcular las órbitas de los objetos cercanos a la Tierra.

Precisamente, para predecir posibles colisiones en el futuro y refinar mejor las órbitas de los asteroides que se van descubriendo con el paso del tiempo. Allí podemos encontrar, por ejemplo, la página del asteroide 2018 VP1.

Si la visitamos, podremos obtener, para cualquier objeto, información como su diámetro (0,0002 km, en este caso), la probabilidad de impacto (0,41%) e incluso el riesgo que suponen, según las escalas de Palermo y Torino, respecto a un posible impacto. No solo eso, también podemos ver los próximos pasos cercanos y a qué distancia se producirán. Naturalmente, la presencia de un objeto en esta tabla no es, ni mucho menos, señal de que pueda producirse una colisión. Así que este 2 de noviembre, como mucho, solo tendremos una estrella fugaz…