El Ártico en llamas: más de 100 incendios avanzan sin control

En algunas zonas, las llamas avanzan sin control desde hace semanas, Algo «sin precedentes»

Mario Picazo

Mario Picazo

El Ártico se está calentando más rápido que otras partes del mundo, lo que facilita que los incendios sean cada vez más habituales

VÍDEO: ¿QUÉ CONSECUENCIAS TIENE UN ÁRTICO MÁS CALIENTE?

Después de el junio más cálido registrado en la historia de la región del Ártico, julio ha llegado con más de 100 incendios forestales que han calcinado grandes extensiones en el círculo polar ártico.

En Rusia, 11 de 49 regiones están experimentando incendios forestales y algunos siguen no se consiguen controlar dadas las elevadas temperaturas y el intenso viento que aún se están registrando.

Incendios sobre el ártico de Rusia
Imagen: NASA Earth Observatory usando datos del VIIRS de NASA EOSDIS/LANCE, GIBS/Worldview, y el Suomi National Polar-orbiting Partnership.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM), ha calificado los incendios del Ártico como un evento «sin precedentes». Los más extensos, parece que se han iniciado a causa de los rayos generados por las tormentas eléctricas registradas en la zona de Irkutsk, Krasnoyarsk y Buriatia.

A la vez que ardían amplias extensiones de bosque, el viento se ha encargado de transportar grandes nubes de humo y partículas empeorando la calidad del aire en ciudades cercanas como Novosibirsk, la más grande de Siberia.

Los incendios en el Ártico son un evento sin precedentes

En Groenlandia, también llevan días viendo el fuego avanzar y ya han ardido grandes extensiones de bosque en las inmediaciones de Sisimiut.

Un periodo de temperaturas inusualmente elevadas con ambiente muy seco ha favorecido que se propaguen rápidamente y de manera descontrolada.

El ambiente más cálido también ha hecho que en este rincón del Ártico, la capa de hielo se empezara a fundir un mes antes de lo habitual.

Anomalía de temperatura este julio de 2019 respecto a los julios de 1981 a 2010. Fuente: Copernicus Climate System ECMWF

Los incendios de este verano en el Ártico han emitido más de 100 millones de toneladas de gases efecto invernadero

Alaska tampoco se ha librado de los incendios y ya se han registrado más de 400 en lo que llevamos de verano. La extensión del humo que cubre la región es impresionante, con una elevada concentración de aerosoles.

En la imagen inferior se aprecia el anillo de fuego y humo en que se ha extendido por gran parte del Ártico.

Pronóstico de la concentración de aerosoles en la región del Ártico el 24 de julio de 2019.

Los incendios forestales de este verano han emitido más de 100 millones de toneladas de gases de efecto invernadero desde principios de junio, lo que equivale a las emisiones anuales de dióxido de carbono de Bélgica.

Los desproporcionados incendios forestales de Siberia y Alaska han arrojado cerca de 50 millones de toneladas de CO2a la atmósfera entre junio y julio

Una gran nube de humo y partículas avanza de oeste a este desde Alaska hasta Canada. Imagen: NASA Earth Observatory/VIIRS

Los satélites de la NASA miden la intensidad de estos incendios, y a partir de los datos obtenidos se puede estimar la cantidad de biomasa quemada y las emisiones de carbono y partículas.

Desde el inicio de este siglo, los incendios forestales del Ártico han emitido un promedio anual de aproximadamente 30 millones de toneladas de CO2, pero no se había registrado una tendencia tan clara al alza en las emisiones hasta los últimos 3 o 4 años.

Llama la atención que la cantidad de CO2 emitida por los incendios del círculo polar ártico en junio de 2019 es mayor que todo el CO2 liberado por los incendios en la misma región durante todos los junios desde 2010 hasta 2018.

En Siberia la temperatura promedio de junio este 2019 ha sido 5.5oC más alta que la media de los junios entre 1981 y 2010

El Ártico se está calentando más rápido que otras partes del mundo, lo que facilita que los incendios sean cada vez más habituales. En Siberia, por ejemplo, la temperatura promedio de junio este 2019 ha sido 5.5oC más alta que la media de los junios entre 1981 y 2010.

Como consecuencia, muchos de los incendios registrados este verano en el Ártico han avanzado más al norte de lo habitual, y algunos parecen estar ardiendo en suelos de turba, en lugar de en bosques.

Es una situación peligrosa, porque mientras los bosques normalmente pueden arder durante unas horas, los suelos de turba pueden arder durante días o incluso meses.

Además, los suelos de turba son depósitos de carbono y a medida que se queman, liberan carbono, un proceso que amplifica aún más el efecto invernadero y por consiguiente el aumento de las temperaturas.