Eclipse solar del 26 de diciembre: ¿dónde se verá?

El 26 de diciembre tendrá lugar el último eclipse solar del año. Será un eclipse anular solar, en el que el borde de nuestra estrella seguirá siendo visible a pesar del paso de nuestro satélite por delante de su superficie.

Alejandro Riveiro

Alejandro Riveiro

El último eclipse solar del año solo será visible en Asia

VÍDEO: ECLIPSE SOLAR. ¿CÓMO SE PRODUCEN?

El 26 de diciembre tendrá lugar el último eclipse solar del año. Será un eclipse anular solar, en el que el borde de nuestra estrella seguirá siendo visible a pesar del paso de nuestro satélite por delante de su superficie. Aunque en España no lo podremos ver.

Un eclipse solar para Asia

Para poder ver este eclipse anular solar, sin embargo, será necesario viajar hasta Oriente Medio o el sudeste asiático. La franja en la que se podrá ver el eclipse anular será muy estrecha, pero podrá observarse en algunas ciudades, especialmente de India. Destaca también Singapur, que podrá observar la fase anular.

Concretamente, su recorrido comenzará cerca de la costa oriental de Arabia Saudí, recorrerá India, Sri Lanka, Singapur, Indonesia, Malasia, Islas Filipinas y Guam. En el resto de la región se podrá observar un eclipse parcial.

Recorrido del eclipse anular solar del 26 de diciembre de 2019. Crédito: Fred Espenak/NASA

Este último se podrá ver, en mayor o menor medida, en gran parte de Asia e, incluso, buena parte de Australia. En horario peninsular español, el eclipse comenzará a las 03:29 y terminará a las 09:05 del 26 de diciembre.

Es, curiosamente, el tercer tipo diferente de eclipse solar que podemos ver, y que sucede además en un mismo año. Porque a principios de 2019 tuvimos un eclipse solar parcial, visible en las costas del Océano Pacífico. En julio, un eclipse solar total que fue visible en gran parte de Sudamérica. Ahora, finalmente, tenemos un eclipse anular.

Pero ¿qué provoca que haya un eclipse anular y no total? En un eclipse total, la Luna tapa por completo la superficie del disco solar. Es el único momento, en todo el eclipse, en que se puede mirar directamente hacia nuestra estrella.

En un eclipse anular, sin embargo, queda un pequeño anillo, de la superficie solar, que no llega a quedar tapada por nuestro satélite. Hace, además, que sea imposible mirar de forma directa al Sol, porque puede dañar nuestra vista en cuestión de segundos. Hay que tener mucha precaución.

La importancia de la posición de la Luna

Todo tiene que ver con la posición de nuestro satélite en el momento en el que se produce el eclipse. La órbita de la Luna alrededor de la Tierra no la mantiene siempre a la misma distancia. Así que, cuando entra en fase de luna nueva, dependiendo de en qué punto de su órbita se encuentre, su tamaño aparente será mayor o menor.

Si el eclipse coincide con nuestro satélite cerca del punto más cercano de su órbita a la Tierra, tenemos un eclipse solar total. El tamaño aparente de la Luna es lo suficientemente grande para tapar el disco solar.

Plano orbital de la Luna comparado con el plano del Sol. Crédito: Wikimedia Commons/SuperManu

Pero, por el contrario, si sucede con la Luna cerca del punto más lejano de su órbita, su tamaño aparente no llega a tapar por completo el disco solar, dejando el borde al descubierto.

Además, la inclinación de la órbita de la Luna, respecto al plano de la órbita de la Tierra, hace que la posición de nuestro satélite no coincida en el mismo plano que el Sol.

Por eso no tenemos eclipses todos los meses. Hace falta que la Luna esté en fase de luna nueva justo en el punto adecuado de su órbita. Esos puntos son conocidos como nodos.

El 10 de enero de 2020 viviremos un eclipse lunar penumbral

Imaginemos un plano que se proyecta desde el ecuador del Sol. Todos los planetas, aproximadamente, orbitan alrededor de nuestra estrella en ese plano. La órbita de la Luna lo atraviesa, teniendo parte de su órbita por debajo del plano, y parte por encima.

Así que, en ese recorrido, habrá una parte de la órbita que sí coincida con el plano en el que se encuentran los planetas. Sucede en dos puntos, el nodo ascendente (cuando la Luna va hacia la parte de su órbita «por encima» del plano) y el nodo descendente (cuando va «por debajo» del plano).

Será sucedido por un eclipse lunar penumbral

Asimismo, cuando hay un eclipse solar (o lunar), unas dos semanas después tenemos el opuesto. En este caso, el eclipse anular es el primero, por lo que dos semanas después, el 10 de enero de 2020, viviremos un eclipse lunar penumbral.

La superficie de la Luna estará ligeramente oscurecida por encontrarse en la parte penumbral de la sombra de la Tierra. Será visible en Europa y Latinoamérica, y será, asimismo, el primer eclipse del año. Si bien no destacará por su espectacularidad. En muchos casos es posible, incluso, que sea difícil apreciar la diferencia.

Sea como fuere, si te encuentras en Asia en la recta final del año, podrás disfrutar de un eclipse que no es demasiado frecuente. En este caso, cabe recordar, es imprescindible tener la protección adecuada para observar el eclipse en todo momento.

Incluso durante la fase de eclipse anular, a diferencia de lo que sucede en un eclipse solar total. La franja en la que se podrá ver el eclipse anular varía de ancho entre 120 y 160 kilómetros. En el resto del recorrido, en su lugar, se verá un eclipse parcial, más intenso según donde nos encontremos.

Cuanto más cerca estemos del recorrido del eclipse anular, mayor será la cantidad de disco solar cubierto, parcialmente, por la Luna. Por el contrario, si no estás allí, pero no te importa trasnochar, también podrás seguir la retransmisión en directo del eclipse, que se realizará en diferentes páginas de habla inglesa. Si tienes la oportunidad, ¡disfruta del último eclipse solar de 2019!