¿A dónde irte de vacaciones?

¿Cómo influyen en tu cuerpo la temperatura, presión, humedad, tormentas…? Te ayudamos a elegir el destino de tus vacaciones para que tu salud no se vea afectada.

Eltiempo.es IA

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¿Eres de los que sufre problemas de salud cuando te vas de vacaciones? Ese dolor de huesos, asma… Te vamos a contar cómo influyen algunas variables meteorológicas en tu cuerpo para que así puedas elegir el destino perfecto para tus vacaciones.

Temperatura. La temperatura disminuye con la altura unos 6.5 ºC/km en la troposfera, por lo que si sufres problemas de corazón y tienes un dilema entre playa o montaña, está claro: montaña. Debes evitar las temperaturas extremas y los golpes de calor.

Presión. La presión decrece con la altura, de forma que a unos 5500 metros, la presión es la mitad que la correspondiente al nivel del mar (1013 mbar). A mayor altura hay menos presión, y por lo tanto menor densidad de oxígeno. Esto provoca que nuestro corazón tenga que trabajar más y así se generen más glóbulos rojos. Ya sabes, si tienes problemas de anemia, ¡sube!. Por el contrario, si tienes problemas respiratorios no es aconsejable ascender. Los efectos del descenso de la presión en el corazón son positivos (por debajo de 3000 m), ya que aunque tiene que hacer más contracciones, en cada una de ellas se realiza menos trabajo que al nivel del mar.

Humedad. El vapor de agua que contiene el aire decrece mucho con la altura. La humedad tiene un impacto importante porque influye en la capacidad que tiene el cuerpo de enfriarse a través de la evaporación del sudor. Cuando hace mucho calor el cuerpo necesita sudar para liberar el calor al exterior, y si el sudor no se evapora, es necesario sudar más para mantener la tasa de evaporación. También el grado de bienestar mental se ve reducido por la humedad. Si, por el contrario, la humedad es muy baja, por debajo del 20%, la sequedad nasal provocará molestias.

Humedad y frío. La combinación de ambos puede desencadenar crisis asmáticas, empeorar el estado de los bronquíticos crónicos y aumentar la cantidad de neumonías. También la sintomatología reumática se agrava en estos casos.

Frío, humedad y baja presión. Bajo estas condiciones es mayor la incidencia de infartos de miocardio.

Lluvia. Las lluvias veraniegas tienen un impacto positivo en nuestra salud, ya que alivia el exceso de calor.

Viento. Tiene un efecto refrescante que es inversamente proporcional a la temperatura del aire. A temperaturas ambientales por debajo de la de la piel (36-37 ºC) el movimiento del aire causa enfriamiento al aumentar la pérdida de calor corporal. Por el contrario, cuando la temperatura del aire es superior a la de la piel, el viento puede aumentar la sensación de calor. Además, los vientos del norte tienen efectos negativos en los pacientes reumáticos y los vientos del sur provocan problemas psíquicos.

Tormentas. Existe una importante relación entre los fenómenos tormentosos y los brotes de asma, ya que las tormentas traen consigo el aumento de las concentraciones de polen y esporas fúngicas. Además, las tormentas provocan una ionización positiva de la atmósfera que se asocia con los síntomas de las cefaleas y congestión nasal, entre otros.

Mantente siempre informado de la previsión meteorológica y organiza tus vacaciones en función de la variable meteorológica que predominará en cada zona y beneficiará tu salud. Este y muchos otros consejos en nuestra cuenta de Twitter @TiempoConsejos, ¡síguenos!

Imágenes: Flickr