Los sitios de España donde acortar el invierno en enero

Acortar el mes de enero es algo que siempre nos ronda la cabeza a todos. Históricamente, enero se ha identificado con un mes triste, frío y oscuro. Detrás quedan las cálidas – afectivamente hablando – vacaciones navideñas. Nos hemos gastado incluso lo que no teníamos y, además, las próximas vacaciones largas – Semana Santa – nos parecen casi tan lejanas como Nueva Zelanda.

Para poner algo de alegría a enero, una de las cosas que podemos hacer es permitirnos unos días de descanso en algunos de los lugares más cálidos de España.

Un premio que merecemos, además de recibir los regalos de los Reyes Magos, es acortar el invierno en enero.

Las mejores zonas de España donde ir en enero, el mes más frío del año

Isla de La Palma, Canarias

Los amantes de la naturaleza y las actividades al aire libre encontrarán un auténtico paraíso en la isla de La Palma.

Esta integrante del archipiélago canario ofrece un sinfín de opciones senderistas en espacios naturales tan bellos como el Bosque de los Tilos, el Parque Natural de Cumbre Vieja – donde podemos sobrecogernos con la visión de la huella que dejó la erupción del famoso volcán Tajogaite – y, por supuesto, el Parque Nacional Caldera de Taburiente. 

La isla está cubierta por espectaculares bosques de laurisilva – un tipo de vegetación de la Era Terciaria – que tapizan barrancos y montañas por igual.

Benidorm, Comunidad Valenciana

La población alicantina de Benidorm goza de una especie de microclima durante todo el año. 

Quizá ello se deba a que se encuentra encajonada, en cierto modo, entre las montañas – como el Puig Campana o la Sierra Helada – y el mar Mediterráneo.

En cualquier caso, no son raros los días de enero en los que el termómetro sobrepasa los 20 grados en Benidorm.

Además, al ser una especie de ciudad vacacional, siempre encontraremos algo que hacer, aunque nos encontremos en el primer mes del año.

Melilla

Melilla es uno de los destinos más subestimados de España. Pocos son los viajeros que son conscientes del bello contraste que van a encontrar en esa ciudad española que ocupa la punta del norte de África.

Y es que, en Melilla hay decenas de bellos edificios modernistas, levantados a principios del siglo XX y que nada que tienen que envidiar a los que vemos en ciudades como Barcelona.

Además, el viejo recinto amurallado encierra preciosas calles serpenteantes a las que se asoman antiguas casas bajas que tienen muchas historias que contar. Desde lo alto de las murallas las vistas son espectaculares.

Las temperaturas de Melilla en enero son más que agradables, lo que nos permitirá sentarnos en terrazas al aire libre a saborear esa curiosa gastronomía que combina recetas árabes con tapas españolas.

Cádiz, Andalucía

Saltamos, de nuevo, al otro lado del estrecho de Gibraltar para sumergirnos en la histórica Cádiz. La playa de La Caleta luce hermosa en su soledad invernal, pero siempre absorbiendo la luz de un sol que, aunque más débilmente, nunca deja de alumbrar a uno de sus retoños terrestres más queridos.

Porque Cádiz es luz, historia, buena comida y, también, la alegría de su Carnaval. Esa gran fiesta llegará en febrero, pero con un poco de suerte podremos asistir a algunos de los ensayos de las divertidas chirigotas.

Ibiza, Baleares

Quizá no podamos bañarnos en las magníficas playas ibicencas en enero, pero la temperatura será relativamente agradable y, además, podremos admirar esos arenales, contenidos por las azules aguas del Mediterráneo, sin estar repletos de gente.

Ibiza es una isla que despliega un gran encanto natural fuera de temporada, cuando los barcos que la conectan con la península solo traen a tranquilos viajeros que buscan relajación y un poco de sol.

Además de todo eso, también encuentran historia en la capital de la isla, una ciudad con un sorprendente patrimonio monumental.

Lanzarote, temperaturas suaves en enero

Repetimos otro destino en las Islas Canarias, porque a nadie se le escapa que será en ellas donde tengamos mayor probabilidad de acortar el mes de enero con experiencias cálidas. Lanzarote es un auténtico destino total en cualquier época del año.

Su orografía muestra una cara que nos puede llegar a hacer creer que hemos dejado nuestro planeta para caminar por la superficie de su satélite: la luna.

Volcanes y cráteres se suceden en unas tierras grisáceas que se ven salpicadas por pequeños pueblos de casas encaladas y parches de arena dorada, como la famosa playa del Papagayo. 

Aquellos que busquen la relajación más absoluta podrán ir un paso más allá y tomar el ferri que nos lleva a la isla de La Graciosa, un auténtico paraíso natural donde ni siquiera hay carreteras o vehículos a motor.

Murcia

La ciudad de Murcia – y, en general, toda la región – es otra de las grandes desconocidas de los viajeros nacionales. Su casco histórico, dispuesto junto a las aguas del río Segura, es realmente bello, con una de las catedrales más impresionantes de España como principal reclamo.

Además, en Murcia se come exageradamente bien (¡y a muy buen precio!). Los arroces, tapas y otros platos elaborados con los magníficos productos de su huerta, son realmente deliciosos.

Para probarlos rodeados de ambiente y gente guapa, nada como tomarse algo en la famosa Plaza de las Flores un sábado o domingo a mediodía. Un plan fantástico para acortar el mes de enero.