Dolor de cabeza o ansiedad: así puede reaccionar tu cuerpo al calor extremo

Las altas temperaturas pueden provocar complicaciones de ciertas patologías y otros problemas de salud.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

Las altas temperaturas y el calor extremo que se registran en muchos puntos de España durante el verano pueden provocar una serie de reacciones en el cuerpo humano que pueden perjudicar seriamente la salud. Estas pueden derivar en ciertas patologías que hay que abordar con rapidez para que sus consecuencias no sean mayores.

Entre los problemas de salud más frecuentes que se producen durante esta época del año destacan el agotamiento por calor (que no es exactamente lo mismo que un golpe de calor), debido en la mayoría de los casos por la exposición a altas temperaturas sin una hidratación adecuada.

¿Cuáles son los primeros síntomas del agotamiento por calor? El primero, dolor de cabeza, después iría acompañado de calambres musculares o erupciones en la piel por exceso de sudoración.

Del mismo modo también, los colectivos más vulnerables pueden padecer insolación ante una exposición prolongada a temperaturas elevadas. Un cuadro que se caracteriza por la presencia de debilidad, cansancio, dolor de cabeza, sed, frío, sudor, palidez o mareos, entre otros síntomas.

Además, estas altas temperaturas también tienen otro aspecto a considerar como es la sensación térmica. Por ejemplo, en zonas de costa, al tener una temperatura de 33ºC con un 60% de humedad equivale a una sensación térmica de unos 46ºC, un fuerte bochorno. Lo que puede agravar e incrementar el riesgo de padecer estos problemas de salud.

Precaución especial habrá que tener durante el periodo más caluroso del año, llamado canícula (que coincide a mitad de julio), cuando este tipo de síntomas y patologías pueden dispararse.

Patologías graves por calor: del golpe de calor al síncope

Por otro lado, una de las complicaciones más graves que pueden provocar las altas temperaturas son los golpes de calor, un problema de salud que puede llegar a ser muy grave llegando incluso a colapsar el organismo. Entre los síntomas más frecuentes de los golpes de calor destacan el pulso acelerado, la piel seca, los mareos, las náuseas y la confusión.

Por ello, ante este tipo de síntomas es importante recurrir a atención médica lo antes posible y adoptar una serie de medidas de forma urgente como es el enfriamiento del paciente.

Menos grave que el golpe de calor pero también muy peligroso es el síncope. Esta patología que produce la pérdida de conocimiento y que afecta especialmente a personas mayores durante episodios de altas temperaturas.

Asimismo, un síncope tiene entre sus cuadros síntomas como debilidad, ansiedad, cansancio, cefalea, vértigo, sed, náuseas, vómitos, diarrea y calambres musculares, tal y como detallan desde Cruz Roja en Córdoba. También puede producirse hiperventilación y la temperatura corporal puede estar aumentada aunque generalmente no por encima 40ºC.

Cómo prevenir los efectos del calor en episodios de altas temperaturas

  1. Hidrátate adecuadamente: Bebe abundante agua durante todo el día para mantener tu cuerpo hidratado. Evita las bebidas azucaradas o con cafeína, ya que pueden deshidratarte aún más.
  2. Protégete del sol: Usa protector solar con un factor de protección alto, incluso en días nublados. Cubre tu cabeza con un sombrero de ala ancha y utiliza gafas de sol para proteger tus ojos de los rayos UV.
  3. Viste ropa adecuada: Opta por ropa de colores claros y tejidos transpirables, como el algodón o el lino, que permitan la circulación del aire y ayuden a regular la temperatura corporal.
  4. Evita las horas pico de calor: Intenta limitar tu exposición al sol durante las horas más calurosas del día, generalmente entre las 10 a.m. y las 4 p.m. Si debes salir, busca lugares sombreados o refréscate en espacios con aire acondicionado.
  5. Refréscate con duchas o baños frescos: Tómate duchas o baños frescos para bajar la temperatura corporal y aliviar la sensación de calor. Si no tienes acceso a agua corriente, puedes usar toallas mojadas para refrescarte.
  6. Planifica tus actividades al aire libre: Si tienes planeado hacer ejercicio o realizar actividades al aire libre, elige las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde, cuando las temperaturas son más suaves.
  7. Presta atención a los grupos vulnerables: Mantén un ojo atento en niños, personas mayores y aquellos con enfermedades crónicas, ya que son más susceptibles al calor. Asegúrate de que estén hidratados y se mantengan en lugares frescos.
  8. No dejes a personas o mascotas en vehículos cerrados: Nunca dejes a niños, personas mayores o mascotas en automóviles cerrados, incluso por un corto período de tiempo. Las temperaturas dentro del vehículo pueden aumentar rápidamente y causar daños graves e incluso la muerte.
  9. Consume comidas ligeras y frescas: Opta por comidas ligeras, frescas y de fácil digestión, como ensaladas, frutas y verduras. Evita alimentos pesados, grasos o demasiado calientes, ya que pueden hacer que te sientas más incómodo.
  10. Mantén tu hogar fresco: Utiliza cortinas o persianas para bloquear la entrada directa de luz solar. Ventila tu casa durante las horas más frescas del día y utiliza ventiladores o aire acondicionado para mantener las habitaciones frescas.