Cuidado con el sol de primavera

Los meses de primavera suelen ser los más peligrosos a la hora de exponer nuestra piel al sol para conseguir ese moreno perfecto. Radiación solar intensa, una piel blanca como la leche y la capacidad de aguantar más horas de exposición al sol sin achicharrarnos, son solo algunos de los factores que pueden provocar esas dolorosas y temidas quemaduras de piel.

Mario Picazo

Mario Picazo

La Semana Santa supone para muchos el pistoletazo de salida para empezar a broncear esa piel blanquecina que hemos tenido cubierta durante gran parte del largo invierno. Una piel, que en España, salvo para Canarios y algunos habitantes del Mediterráneo, no está nada acostumbrada a la intensidad solar propia de los meses de primavera.

Las quemaduras de piel en primavera son comunes. Con las primeras exposiciones al sol y dependiendo del tipo de piel que tengas es recomendable aplicar un protector solar adecuado.

Cada año por estás fechas, sea playa, montaña, o incluso parque de ciudad, me duele ver a más de uno o una, con ese tono de piel ¨langostino de Dénia¨, un rojo rosáceo que duele solo de verlo, y que no solo impide a más de uno conciliar el sueño o incluso andar, sino que a la larga puede conducir a un serio problema dermatológico.

Creo que cada vez somos más conscientes de lo dañina que puede llegar a ser una sobre exposición a los rayos del sol, pero cuando llegan los primeros días de Semana Santa, las palabras sol y moreno, son las que primero nos vienen a la mente.

El sol al que hemos expuesto nuestra piel esta primera semana de abril, es igual de intenso que el sol que tomaremos a principios de Septiembre cuando muchos aún estemos de vacaciones. La diferencia es que en abril, tenemos la piel mucho más blanca y es fácil que nos quememos con las primeras exposiciones, dado que el cuerpo fabrica melanina protectora, el bronceado, según va recibiendo los rayos del sol. Es nuestra defensa natural frente al sol. En las primeras exposiciones al sol, hay que ponerse mucha protección ya que el cuerpo ha estado todo el invierno tapado y no ha producido esa defensa natural.  A medida que se realizan exposiciones cortas y paulatinas, el cuerpo, que es inteligente, va produciendo melanina para defenderse y no padecer el riesgo de sufrir quemaduras.

El índice de radiación ultravioleta te ayuda a saber que intensidad puede tener un determinado día en tu localidad la radiación solar ultravioleta.

Pero la cosa no acaba ahí,  en primavera, no hace tanto calor como por ejemplo en septiembre, y con las temperaturas más suaves no notamos tanto calor y somos capaces de estar al sol muchas más horas de las que deberíamos. Tenemos ansia de sol y de moreno, muchos quieren volver al trabajo, a casa o al gimnasio, como se suele decir, marcando un buen moreno,  y eso también nos lleva a pasar horas y horas bajo un sol de justicia que no notamos tan intenso.

Tenemos la gran suerte de vivir en uno de los países del mundo más soleados, y el sol tiene efectos muy beneficiosos. Provoca buen humor, porque fabrica endorfinas, hormonas que te hacen sentir bien, pero igual que recomiendan tomar un vaso de vino al día, y no una botella, a la hora de tomar el sol hay que saber dosificar cuanto y como lo tomamos.

Radiación ultravioleta UV-B durante el mes del año en el que los niveles llegan a ser más intensos.                                                                                                     Los índices de radiación UV más elevados se registran en zonas tropicales y de alta montaña.

Si vas a exponer tu piel al sol, siempre es recomendable saber cual es el índice de radiación ultravioleta en tu localidad y consultar con un dermatólogo tu tipo de piel y la protección solar que debes utilizar para el tipo y cantidad de radiación a la que vas a exponer tu cuerpo.