Cuatro desastres terribles a punto de ocurrir

Estos fenómenos naturales podrían estar a la vuelta de la esquina y conllevarían consecuencias brutales. ¡Muy atento!

Cristina Herrera

Cristina Herrera

No es cuestión de alarmismos. Que la Tierra se encuentra ‘viva’ es un hecho más que confirmado. Terremotos, tornados, huracanes… y decenas de acontecimientos naturales aguardan a la vuelta de la esquina.

Misteriosos fenómenos naturales alarman a científicos y a los muchos expertos que estudian movimiento a movimiento el denominado reloj del fin del mundo.

Ya seas escéptico o no, en este post os contamos cuatro desastres terribles que podrían estar a punto de suceder.

1 – Lo que el supervolcán de Yellowstone esconde

Cuando alguien dice «Parque Nacional de Yellowstone«, tres cosas le vienen a la mente: El colorido Grand Prismatic Spring (arriba), el géiser Old Faithful, y la posibilidad aterradora de que este súper volcán entre en erupción.

El parque se encuentra en una gran cámara de magma, que forma parte de un supervolcán que eructaba en el pasado alrededor de 1.000 kilómetros cúbicos de cenizas, lo suficiente como para llenar de lava cualquier pueblo. La última vez que protagonizó una poderosa erupción fue hace casi 640.000 años.

Desde entonces, ha experimentado alrededor de dos docenas de erupciones más pequeñas, aunque la última fue hace unos 70.000 años, mucho antes de que la población de las Américas.

Un estudio reciente destacaba que, si el supervolcán entrara en erupción, tiraría la suficiente ceniza en la atmósfera para enterrar a todas las ciudades cercanas.

VER TAMBIÉN: Predicen un gran terremoto antes de 2018

Además, muchos de los aerosoles emitidos por el volcán permanecerían en la atmósfera, oscurecimiento el cielo y la disminuyendo la temperatura media global de forma radical.

2 – La explosión de los lagos de África

Vivir junto a un lago podría resultar atractivo para la mayoría de personas. Siempre y cuando, eso sí, el lago que tuviéramos al lado no fuera mortal.

Eso es lo que ocurrió en el país africano de Camerún en 1986, alrededor de las orillas del lago Nyos. Ocurrió un fenómeno extremadamente raro conocido como erupción límnica, resultado de una larga acumulación de CO2 disuelto debido a una actividad volcánica cerca.

En este lafo el CO2 se siguió acumulando durante años, hasta que explotó. La fuerza de la explosión provocó un pequeño tsunami y arrojó una columna de agua a cientos de metros en el aire. Pero fue el gas emitido, extendido alrededor de 1,2 millones de kilómetros, quien resultó el verdadero asesino.

Más de 1.700 personas murieron, asfixiados por el gas. Pueblos enteros fueron exterminados por completo. Tras la erupción, las aguas turbulentas trajeron los depósitos de hierro a la superficie, por lo que el lago aparece ahora de color rojo sangre.

Científicos trabajan para evitar que vuelva a suceder mediante la puesta en marcha de una tubería de 200 m abajo en las profundidades del lago para dispersar el CO2.

3 – Rocas gigantes espaciales

Todo el mundo conoce el asteroide que mató a los dinosaurios, pero incluso un asteroide que es demasiado pequeño para causar una extinción en masa puede causar estragos en el clima actual de la Tierra.

Un estudio publicado a principios de 2016 argumentó lo que sucedería si un asteroide de un kilómetro de diámetro impactara directamente en nuestro planeta.

Los resultados fueron alarmantes. Aparte de la especulación de un cráter de 15 kilómetros en la superficie, el polvo permanecería en el aire durante seis años. Si cayera en una zona boscosa, el hollín de los incendios forestales costaría una década dispersar.

Si cayera en el océano, el impacto climático sería algo menor (aparte de un tsunami destructivo), pero el vapor de agua salado podría dañar la capa de ozono en un grado aún peor, de tal manera que la radiación UV sería catastrófica.

¿Qué probabilidad hay de que ocurra algo así? La respuesta es a la vez tranquilizador y preocupante. La NASA dice que sabe de casi 900 asteroides cercanos a la Tierra que son kilómetros de tamaño. Sin embargo, informe  sugiere que hay una probabilidad de 0,01 por ciento de que una de estas rocas choque con la Tierra en un futuro próximo.

4 – Un poderoso terremoto se está gestando

Un terremoto de magnitud 9.0 o mayor es lo que podríamos decir más se parece al fin del mundo. Son muy poco frecuentes, pero increíblemente destructivos. El terremoto de 2004 en el Océano Índico provocó un tsunami que mató a más de 200.000 personas. La magnitud 9,0 del terremoto de Tohoku en Japón se llevó por delante 16.000 vidas y provocó una fusión nuclear.

Ha sido la NASA quien señaló, por ejemplo, que existía un 99,9% de probabilidades que se origine un gran terremoto cerca de la zona de Los Ángeles antes de 2018.