COP24: Por qué la cumbre del clima en Polonia es tan importante

La Cumbre Mundial del Clima se celebra en Polonia con la intención fundamental de poner a rodar los acuerdos firmados hace tres años en Paris. Para muchos, esto la hace la más importante de todas.

Mario Picazo

Mario Picazo

La cumbre del clima que se celebra esta semana en Katowice, Polonia, es el acontecimiento más importante en lo que a negociaciones sobre clima se refiere desde que en 2015, 196 países crearon un proyecto común para reducir a cero las emisiones de carbón. Estos días hay mucho en juego porque ahora lo que toca establecer las reglas del juego, reglas que permitirán poner en movimiento una acción contra el cambio climático que muchos esperan sea la definitiva.

La ciudad de Katowice en Polonia acoge el COP24 del 3 al 14 de diciembre

La celebración de la Cumbre de Clima en Polonia viene precedida por la polémica ya que el país depende del carbón para producir el 80 % de su electricidad. Además el encuentro va a estar patrocinado, entre otras empresas, por la estatal JWS, el mayor productor de carbón de Polonia, y por PGE y Tauron, dos eléctricas muy dependientes del carbón. La cumbre llega solo unas semanas después de que el IPCC (Panel Intergubernamental Cambio Climático) publicara un informe especial, con un mensaje inequívoco sobre los cambios urgentes que hay que llevar a cabo durante la próxima década en un buen número de sectores vinculados a la economía global. La razón, poder reducir el consumo de combustibles fósiles y así limitar el aumento térmico global a 1.5oC, un valor inferior incluso a lo acordado en Paris 2016.

Evolución de la temperatura media global en superficie durante la era de instrumentación y proyección de aumento hasta 2030. Fuente: IPCC

El informe coincide con un periodo de la historia humana, en el que se ha producido la mayor concienciación a nivel global del impacto que ya estamos viviendo en nuestro planeta debido a fenómenos directamente relacionados con el cambio climático. La huella es tan calra, que a los lideres de todos los países presentes en Katowice, no les debería faltar el ímpetu necesario para poner en marcha las acciones que ralentizarán el impacto humano que esta modificando nuestro clima a un ritmo acelerado sin precedentes.

Independiente de la polémica que rodea la cumbre, estos días en Polonia, además de recalcar de manera muy clara la situación actual de nuestro clima y de como podría ser en un futuro no muy lejano, políticos, empresarios y científicos de 196 países se sentarán para hablar de todas las oportunidades de desarrollo económico que supone poner en marcha esta acción a favor del clima. De hecho, en el reciente informe de 2018 sobre la economía del clima, se arrojan cifras astronómicas de los beneficios que para 2030 aportaría poner en marcha todas las iniciativas relacionadas con dicha acción. Los cálculos hablan más o menos unos 26 trillones de dólares americanos, es decir, miles de miles de miles de millones de euros.

Los edificios de las grandes ciudades son cada vez más eficientes energéticamente hablando.

Las reuniones de esta semana serán fundamentales para que los países del COP24 puedan demostrar su compromiso a la hora de alcanzar los acuerdos firmados hace tres años en París, especialmente en tres aspectos:

  • Cada país deberá presentar detalles de las directrices a seguir para implementar los acuerdos alcanzados en Paris 2016.
  • Mostrar un claro compromiso para fortalecer las acciones relacionadas con el clima para el 2020.
  • Confiar que existirá la suficiente financiación para alcanzar la metas planteadas sabiendo que los países desarrollados se comprometen a ayudar a los menos desarrollados.

En el COP24 conoceremos las acciones que ya están llevando a buen puerto los diferentes sectores implicados con el uso energético, pero antes de arrancar las sesiones ya impresiona y mucho el impulso a nivel global que ha ido adquiriendo la iniciativa de llevar a cabo una transición por parte de un buen número de países, hacia una economía con emisiones CERO de carbón. A pesar de las buenas intenciones en esta asignatura de acción contra el cambio climático, ahora se trata de ver como harán los deberes, con que motivación y en algunos casos con que apoyo, los diferentes países implicados en el mayor reto de la humanidad. 

De momento, en la batalla entre la implementación de iniciativas para acelerar la acción contra el cambio climático y los desoladores impactos climáticos que vivimos día a día, van ganando los segundos. Confiemos en que el movimiento COP24 sea la lluvia que apaga el fuego y que sirva para definitivamente darle la vuelta a una situación que necesita y mucho la implicación de todos los países y sus habitantes a pasos agigantados.

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