¿Debería cambiar de móvil? El medio ambiente piensa que no

La renovación innecesaria de los dispositivos electrónicos, como el teléfono móvil, provoca la emisión de toneladas gases contaminantes cada año.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

La renovación innecesaria de los dispositivos electrónicos provoca la emisión de toneladas gases contaminantes cada año.

contaminacion-movil-smartphone

La prolongación de la vida útil en un año de los dispositivos electrónicos, especialmente la de los teléfonos móviles, ahorraría las mismas emisiones de dióxido de carbono que retirar de la circulación a dos millones de vehículos en Europa.

Esta es una de las principales conclusiones del informe elaborado por la entidad ecologista European Enviromental Bureau que ha analizado el impacto medioambiental de varios electrodomésticos como teléfonos inteligentes, ordenadores portátiles, lavadoras y aspiradoras.

De hecho, desde esta entidad detallan que aumentar la vida útil de estos aparatos en unos años ahorraría la emisión de gases de efecto invernadero y otros contaminantes de un volumen de unos 10 millones de toneladas de emisiones nocivas anualmente para 2030.

El ciclo de vida completo de un teléfono es responsable de 14 millones de toneladas de emisiones cada año

«Este estudio es una prueba más de que Europa no puede cumplir con sus obligaciones climáticas sin abordar nuestros patrones de producción y consumo», dijo Jean-Pierre Schweitzer, experto en políticas de productos de la EEB y uno de los responsables de presentar este informe.

La vida media un teléfono son tres años

Según las estimaciones realizadas en este trabajo, los teléfonos inteligentes tienen una vida media de unos tres años y su producción es la que genera un mayor impacto climático de todos los productos analizados. Unos datos muy optimistas ya que muchas personas cambian de teléfono en menos de un año.

contaminacion-movil-reparacion

En concreto, se estima que el ciclo de vida completo de los teléfonos es responsable de 14 millones de toneladas de emisiones cada año, por lo que incrementar su vida útil en solo un año ahorraría más de 2 millones de toneladas de emisiones, concluye este documento. 

Un teléfono debe durar el mayor tiempo posible, en torno unos 5 años

“El impacto climático de nuestra cultura de teléfonos inteligentes desechables es demasiado alto. No podemos permitirnos seguir reemplazándolos cada pocos años. Necesitamos productos que duren más y que puedan repararse si se rompen”, explicaba Schweitzer.

Emisiones de los smartphone

Por ejemplo, si contabilizamos todo el stock de teléfonos inteligentes en la UE, tanto su fase de uso, contabilizando la energía para cargarlo, como las fases de no uso que se refiere a la fabricación, distribución y eliminación, la producción, venta y utilización del smartphone es responsable de 14.12 millones de toneladas de emisiones (equivalentes de CO2) al año.

Necesitamos aumentar la capacidad de reparación de los productos electrónicos

De hecho, las fases de no uso representan el 72% del impacto climático de un teléfono inteligente, principalmente porque se fabrican y se desechan en exceso. Mientras que cargar un teléfono no consume mucha energía en comparación.

“Debido a su impacto climático y la cantidad de recursos necesarios para hacer uno, un teléfono debe durar el mayor tiempo posible. Siendo realistas, recomendamos una extensión de vida de 5 años. Esto no compensaría su impacto climático, pero ayudaría a reducirlo y ahorraría a Europa casi 6 millones de toneladas de emisiones por año”, aconsejan desde EEB.

Medidas para reducir la contaminación de los teléfonos

Este informe ha sido realizado con el objetivo de concienciar a la ciudadanía sobre el uso responsable de los aparatos electrónicos, motivar a las empresas a que fabriquen productos más duraderos y reparables, así como exigir a las autoridades europeas una regulación destinada a extender la vida útil de estos dispositivos y a que se incentive su reparación.

“Necesitamos aumentar la capacidad de reparación de nuestros productos a través de medidas como los requisitos mínimos de diseño ecológico, lo que obligaría a los fabricantes a diseñar productos que puedan desmontarse y repararse fácilmente, y también los obligaría a proporcionar repuestos y manuales de reparación a todos”, exigen desde European Enviromental Bureau.