¿Consume menos dejar la calefacción encendida?

¿Consume menos apagar y encender la calefacción o dejarla a una temperatura constante? Esta es la realidad.

Javier Vegas

Javier Vegas

Pensar que tu vivienda consume menos manteniendo una temperatura constante las 24 horas del día (incluso cuando no estás en casa) es un argumento muy extendido, pero ¿es cierto?

A menudo se piensa que dejar encendida la calefacción evita el coste adicional que supone encender y apagar el sistema continuamente. El argumento es que si la temperatura dentro del hogar desciende, hace falta más energía para recuperar la temperatura a la que estábamos antes de apagar.

Los expertos aseguran que esta teoría no es efectiva. De hecho, gastamos mucho menos dinero utilizando la calefacción solo en los momentos necesarios.

El IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético) aconseja «ajustar el encendido de la calefacción al horario real de ocupación de la vivienda, y apagarla por la noche«.

Como norma, aseguran que «apagar por la noche la calefacción y encender unos minutos al levantarse, es mucho mas eficiente que dejarla encendida toda la noche». Aquí puedes consultar la Guía de Consumo Eficiente y Responsable que proporciona el IDAE.

Por lo tanto, deberíamos apagarla cuando estamos fuera de casa o durmiendo y encenderla de nuevo cuando la necesitemos.

Mantener una temperatura fija en nuestra vivienda, por ejemplo 20 ºC, necesita un aporte de energía continuo. Siempre habrá pérdidas de calor a través de las paredes o ventanas, y será igual esté encendida o apagada la calefacción.

Mantener la temperatura estable todo el día supondrá un gasto continuo mayor que apagarla y encenderla.

Por lo tanto, mantener la temperatura estable todo el día supondrá un gasto continuo incluso en momentos en que no lo necesitemos.

Aunque es cierto que el gasto de calentar una vivienda de cero es alto, este gasto tendrá lugar durante menos tiempo (al principio) y el balance será más positivo para los usuarios que eligen apagar y volver a encender la caldera.

Si realmente quieres ahorrar en calefacción una buena opción es su reducción nocturna, que permite recortar la factura al menos un 10%. Además, recomendamos programarla cada día según las horas a las que llegas, por ejemplo, encenderla media hora antes de tu llegada a casa para que esté a la temperatura adecuada.

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