Cómo conducir con viento
La conducción con viento puede resultar peligrosa, extrema la precaución con estos consejos.
Eltiempo.es IA
El viento es uno de los fenómenos meteorológicos más ignorados a la hora de planificar viajes y desplazamientos. Además, puede resultar realmente molesto, pues un viento fuerte puede disminuir el agarre de las ruedas y llegar a cambiar la trayectoria del vehículo, desviándolo hacia el carril o el arcén.
Por eso, siempre es útil disponer de algunos consejos para conducir con viento fuerte, pues ante una situación racheada es necesario extremar las precauciones.
Cómo conducir con viento: consejos útiles
Consulta la previsión meteorológica
A mayor información, menor margen de imprevistos. Ten a mano siempre una fuente fiable de información meteorológica para conocer las rachas de viento. Una vez iniciado el trayecto, vigila siempre la dirección y la intensidad del viento y su intensidad.
Las mangas de viento son una buena fuente de información, pero si no las hay cerca, los árboles pueden darte datos sobre el viento.
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Reduce la velocidad
Un viento fuerte racheado se nota más cuando se circula a gran velocidad. Por lo tanto, será más complicado controlar el vehículo ante un bandazo de aire.
Además, el viento se puede meter por los bajos del coche, lo que provocaría menos agarre de las ruedas al producirse una ligera elevación del mismo.
Mantén las manos firmes en el volante.
Las rachas de viento son inesperadas y un mínimo despiste puede acabar en un susto. Durante el trayecto, mantén la concentración en la carretera y ambas manos en el volante.
Eso supone no cambiar la emisora de la radio cuando haya publicidad y, por supuesto, no mirar el teléfono móvil.
Cuidado al adelantar, especialmente a los camiones.
En carretera, este tipo de vehículos actúan como una pantalla que frena el viento, especialmente si es lateral, de modo que hay que extremar las precauciones.
Cuando vas «luchando» y corrigiendo continuamente la trayectoria del coche al circular con viento, al adelantar a un camión el viento frenará y tu fuerza contra el viento podría acabar en un «volantazo».
Lo mismo ocurre al volver a la lucha tras el adelantamiento. Hazlo con precaución y no a demasiada velocidad.
De la misma manera, las salidas de los túneles pueden provocar el mismo efecto de balanceo. Estas harán que tu coche se desestabilice y sea difícil mantenerse dentro de tu carril, así que es conveniente agarrar bien el volante cuando salgas de uno.
Utiliza marchas cortas
Se trata de tener potencia suficiente para sobreponerse a las ráfagas de viento.