¿Te puedes quemar debajo de la sombrilla? Consejos para elegir una
Elegir una sombrilla de buena calidad y que sobreviva hasta el año siguiente es posible si sigues estos consejos para cuidarla.
Eltiempo.es IA
La sombrilla es tu mejor aliado contra los rayos solares y el calor sofocante. En la playa, en la terraza o en la piscina, es necesaria una sombrilla para que tu piel no sufra por los rayos UV. Las hay de miles de formas, tamaños y colores, pero no hay nada como unos buenos consejos e ideas para que no te quepan dudas a la hora de comprarla.
¿Sombrilla o toldo?
Evidentemente son distintos: uno es móvil y el otro no, poca sombra frente a mucha sombra, precio bajo o precio alto… Debes saber que un toldo puede llegar a bajar la temperatura hasta 6 ºC y disminuir hasta en un 40% el uso del aire acondicionado.
¿Dónde la vas a utilizar?
Si tu plan es ir a buscar una cala aislada de la muchedumbre y para eso vas a tener que pegarte una buena caminata por senderos llenos de piedras, sabes que es mejor no ir cargado con una sombrilla tamaño XXL, una cosa es protegerse del sol, pero no a cualquier precio. Y si se puede ladear para ir moviéndola según gire el sol, mejor.
El tamaño ideal de una sombrilla
Ni muy grande ni muy pequeña, se trata de que puedas moverte un poco sin miedo a que tu pierna se quede al sol y te quemes, pero no elegir una con la que necesites pedir ayuda para montarla. Si es para el jardín, que cubra la mesa y que sobren 50-60 cm libres alrededor para poder moverte.
La modernidad ha llegado a los tejidos de las sombrillas: las fibras se tiñen en masa para que no se decoloren e incorporan tratamientos que repelen el agua, antimanchas o antimoho.
¡Y por inventar que no sea! Sombrillas con mosquiteras. Una siesta sin miedo a despertar plagado de picaduras… ¡seguro que más de uno se apunta!
El color de la sombrilla sí importa
El color sí importa: los oscuros suprimen hasta un 80% de la radiación solar, mientras que los claros solo un 60%. Eso sí, si son de poliéster de nueva generación, el color no influye para nada.
Cuídala, así sobrevivirá todo el verano en perfecto estado y podrás usarla en el siguiente. Para ello, ciérrala cuando no la uses, si se moja, déjala abierta hasta que se seque y si hace viento, no la abras, puede salir volando como si se tratase del mismísimo paraguas de Mary Poppins.