¿Cómo se forman los tornados?

Mar Gómez

Mar Gómez

Un tornado es una columna de aire que rota de forma muy violenta y que se extiende desde el suelo hasta la base de una nube, normalmente cumuliforme

 La mayoría de los tornados cuentan con vientos que llegan a velocidades de entre 65 y 180 km/h, miden aproximadamente 75 metros de ancho y se trasladan varios kilómetros antes de desaparecer. Los más extremos pueden tener vientos con velocidades que pueden girar a 450 km/h o más, medir hasta 2 km de ancho y permanecer tocando el suelo a lo largo de más de 100 km de recorrido.

Suelen tener diferentes tamaños y formas, pero la más habitual es en forma de nube embudo.

Para su formación se necesitan condiciones de inestabilidad y tormentas, conocidas normalmente como superceldas tormentosas.

Estas superceldas contienen en su interior mesociclones que son básicamente un área de rotación organizada del aire que se localiza en la atmósfera.  El origen de los tornados está en la supercelda tormentosa que necesita dos factores que se dan con bastante frecuencia en Estados Unidos, en el conocido como Callejón de Tornados o Tornado Alley:

–         Una masa de aire cálido y muy húmedo: procedente del Golfo de México

–         Una masa de aire frio y seco: procedente desde Canadá

El choque entre estas masas de aire, de características opuestas, hace que el aire cálido y menos denso ascienda sobre el aire frío, originando las superceldas tormentosas. Además si existe mucha cizalladura vertical del viento, es decir grandes cambios en la dirección como en la velocidad del viento con la altura, se formarían los tornados. Estos cambios lo que producen es una rotación de las masas de aire verticalmente produciendo pequeños vórtices en la tormenta y formando el mesociclón. Este empieza a girar a gran velocidad acelerándose y formando el embudo en la base de la nube que se extiende hasta el suelo.

Los tornados están formados por dos tipos de movimientos verticales de aire: uno anticiclónico o con giro horario y formado por el aire frío y seco que desciende y por otro  ascendente ciclónico, o antihorario, en el cual el aire cálido y húmedo asciende rápidamente. Además este embudo es transparente y  se hace visible cuando el vapor de agua empieza a condensarse y arrastra polvo o escombros del suelo.

Los tornados pueden aparecer en su forma tradicional de embudo, contener múltiples vórtices, ser invisibles, transportar polvo y formarse sobre el mar.