Cómo puedo ayudar yo contra el cambio climático

Desde apostar por el transporte público y la economía circular a hábitos más sencillos como desenchufar aparatos o plantar un árbol.

Cristina Herrera

Cristina Herrera

Desde apostar por el transporte público y la economía circular a hábitos más sencillos como desenchufar aparatos o plantar un árbol

¿Qué pasaría si el Planeta aumentase su temperatura media en 1.5ºC en menos de 12 años tal y como los estudios preven? Puede parecer poco, pero la última estimación del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU es más que preocupante.

De primeras, nuestro país sufriría muchos más episodios de clima extremo, desde inundaciones más severas, a olas de calor más prolongadas, incendios más devastadores o sequías nunca vistas hasta ahora.

Es la huella del cambio climático y de calentamiento global de nuestro planeta. Líderes mundiales firmaron en el Acuerdo de París las pautas para marcar las directrices con el objetivo de frenar las consecuencias ineludibles de este aumento de la temperatura.

Pero, y ¿nosotros? ¿Podemos hacer algo por el cambio climático? Se necesitan cambios rápidos, modificaciones en nuestros hábitos y prácticas, que sin duda contribuirían de algún modo en remitir el impacto del calentamiento global. Aquí, solo algunas recomendaciones.

¿Qué podemos hacer nosotros por el cambio climático?

infografia cambio climatico

No lo dudes: apuesta por el transporte público

¿Coche o transporte público? No lo dudes. Las grandes ciudades cuentan con algunas de las mejores redes de transporte público de Europa. Rápido, sin atascos, sin problemas para aparcar y más económico que el coche privado. Pero, sobre todo, será tu apuesta más comprometida con el medio ambiente.

Si te gusta, además, hacer ejercicio, decántate por la bicicleta. La ‘bici’ provoca cero emisiones y el coche 100 g de CO2/km2. Mantenerla, además, apenas te supondrá un gasto.

Según los datos de la Aema, el 13% de las partículas contaminantes en los 28 países de la Unión Europea son ocasionados por el transporte por carretera. Si se extrapolara ese porcentaje al número de fallecimientos en España por la contaminación, al transporte por carretera se le atribuirían 3.897 muertes. Toma conciencia.

Calefacción o aire acondicionado a ‘tope’: ¿es necesario?

Existen diversos trucos para contrarrestar el gasto energético y reducir la emisión de CO2 procedente de las calefacciones. La temperatura de confort para el humano en el hogar varía entre los 21°C y los 22°C. En invierno o verano, probablemente, necesitarás encender la calefacción para conseguir esta temperatura.

Pero hazlo con cabeza: no hace falta estar en casa durante invierno en manga corta con la calefacción puesta. Abrígate y reduce el consumo. Además, hay mil fórmulas para mantener el calor en casa y evitar que se ‘escape’: tapa todas las corrientes de frío que puedas tener (por debajo de la puerta, ventanas… etc), cierra las puertas de las habitaciones para mantenerlas calientes, no coloques muebles delante de los calefactores para no impedir que el calor se propague.

Lo mismo en verano: ¿estás en la oficina con la chaqueta puesta? Quizá puedan apagar el aire acondicionado durante algunas horas o ponerlo menos fuerte.

Y aprovecha siempre las fuentes naturales: ¿hace sol o viento? Abre las persianas e intenta que el sol caliente tu casa por sí sola o enfriarla en verano en las horas más frescas. Lo notará tu factura pero también el medio ambiente.

Genera menos residuos: no es tan difícil

Cada ciudadano genera 114 kilos más de basura que hace diez años, según datos de Greenpeace. Recuerda: los recursos del Planeta son limitados. No los agotemos. ¿Te suena el concepto de ‘economía circular’? Se trata de un sistema de aprovechamiento de recursos donde prima la reducción, la reutilización y el reciclaje de los elementos.

Conseguirás sumarte a la corriente de la economía circular si evitas en la medida de lo posible comprar con impulsividad, cosas superfluas, sin pensar que cubren una necesidad real. Evita los productos de un sólo uso, reutiliza y dale una segunda oportunidad a muchos de ellos. Y, si ya no te valen, ¡recicla!

Pon en práctica las 3 ‘R’ de la sostenibilidad: reduce, reutiliza y recicla.

Atento a los electrodomésticos

Una de las fuentes de consumo de energía principales en tu hogar es sin duda los electrodomésticos. Hazlo por tu factura, pero también por el medio ambiente.

Por ejemplo, desenchufa todos los aparatos eléctricos que no uses. No dejes hibernando tu ordenador, apágalo. Quita todos los cables de los enchufes y no pongas en marcha aparatos si con los recursos naturales podrías solventarlo. ¿Por qué poner la secadora si hay un sol espléndido?

Tu dieta también puede hacer mucho

Cambiar los hábitos de comidas hacia una alimentación basada en más verduras, semillas y frutas puede ser fundamental para la sostenibilidad del planeta. Se le conoce como la dieta flexiteriana, una dieta baja en carbono.

El objetivo es reducir el consumo de carnes (puesto que la ganadería es uno de los mayores contaminantes de la atmósfera) y aumentar el de frutas, verduras y hortalizas. (sobre todo si son de temporada).

Cuida los ‘pulmones’ de tus ciudades

Los bosques y parques de las ciudades actúan como verdaderos ‘pulmones’ del planeta.

Haz todo lo posible para evitar provocar incendios con prácticas responsables. Pero no sólo eso: ¿te has planteado plantar un árbol?  En toda su vida, puede absorber hasta una tonelada de CO2.

Convierte este tema en ‘viral’

¿Por qué hablar de ‘medio ambiente’ o ‘cambio climático’ puede resultar aburrido? Quizá si tus amigos supieran que el precio de la cerveza puede subir por culpa del cambio climático el tema les interesaría más.

Habla de ello, difunde tus buenas prácticas y comienza a introducir en tus conversaciones esta problemática. Haz que el cuidado al medio ambiente se ponga de moda.