Cómo hacer una vida más sostenible tras el fin de las vacaciones

Pablo Ramos

Pablo Ramos

Consejos para volver a la rutina del día a día de una forma más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

Las primeras semanas del mes de septiembre marcan la vuelta a la rutina tras las vacaciones. Unos hábitos que este año debido a la pandemia del coronavirus aún no se sabe a ciencia cierta cómo se van a afrontar en actividades como la educación o en el ámbito laboral.

Sin embargo, sea como sea la vuelta a la rutina, no hay que olvidar que cada pequeño gesto y cada decisión que se toma cada día tiene una consecuencia en el medio ambiente. Por ello, desde Eltiempo.es te ofrecemos una serie de consejos para llevar una vida más sostenible tras las vacaciones de verano.

Recicla de forma más eficiente

La vuelta a la rutina puede ser un buen momento para adoptar hábitos más sostenibles como reciclar de una forma más eficiente.  Tener en casa varios cubos de basura preparados para los diferentes tipos de residuos es una de las maneras más eficaces de contribuir a la sostenibilidad del sistema y potenciar el reciclaje.

De esta manera, al tener ya una serie de recipientes preparados, se adquiere una rutina de reciclaje que poco a poco se toma como costumbre por todos los miembros de la familia. Así, se consigue una gestión más eficiente de los residuos de todos productos que se han consumido en casa.

Alimentación “kilómetro cero”

Una buena manera de llevar un modelo de vida más sostenible es apostar por alimentos de kilómetro cero y de temporada. Con esta forma consciente de comprar, se reduce la contaminación generada por el transporte de mercancías y se potencia el comercio local de la zona.

Hay que recordar que se consideran “kilómetro cero” aquellos alimentos o productos que se fabrican o producen en un radio estimado de unos 100 kilómetros desde el punto de venta. Bien es cierto que adquirir este tipo de productos puede resultar difícil pero esta pequeña acción reduce el número de intermediarios por lo que se disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero como el CO2.

Recoger el agua que no uses

Al ducharse, fregar o lavarse los dientes, muchas personas dejan correr el agua para conseguir una temperatura óptima. Esa agua, si no se recoge, se malgasta por lo que una buena manera de reducir el consumo es recogerla mientras se enfría o se calienta.

Así, disponer de un recipiente o un barreño en el cuarto de baño o en la cocina en la que recogerla puede ser una buena manera de evitar ese derroche y usar esa agua para regar las plantas o limpiar. Con este sencillo acto, se recogen decenas de litros de agua diarios y se corrige una mala práctica muy habitual.

Compras a granel

Otra buena opción para ser más sostenible es reducir el consumo de los plásticos y envases. De hecho, cada vez es más habitual encontrar grandes superficies que apuestan por el producto a granel, ya sea en legumbres, harinas, azúcar entre otros.

También productos de limpieza, los cuales generalmente van envasados en grandes botes de plástico de un solo uso.

En este tipo de sitios, el cliente puede llevar los recipientes reciclados de casa y rellenarlos con el producto que necesiten.

Acude a la compra con bolsa o recipientes

A la hora de acudir a hacer la compra, una buena manera de actuar de forma respetuosa con el medio ambiente es acudir con bolsas de casa, ya sean de compras anteriores, de tela o incluso con recipientes o con el tradicional carrito de la compra.

Con este pequeño gesto se reduce de forma considerable el consumo de bolsas de plástico que son uno de los contaminantes más comunes en el entorno natural.

Además, desde hace unos años, las bolsas de plástico tienen un coste en los establecimientos con lo que, al acudir con una bolsa de casa, no solo se reduce el consumo de plástico, también se reduce el coste económico.

Reduce tus desperdicios de alimentos

Una buena manera de ser más sostenible con el medio ambiente y optimizar el gasto es reducir los desperdicios de los alimentos que se generan cada día.  Una buena planificación de las comidas y cenas que se vayan a preparar en casa u dedicar una o dos tardes a la semana para preparar los alimentos de los días posteriores puede ser una sencilla manera de optimizar el tiempo y reducir los desperdicios.

Hay que tener en cuenta que la vuelta a la rutina supone también una vuelta a unos horarios marcados en gran medida por la jornada laboral por lo que el tiempo libre se reduce bastante con respecto a las vacaciones. Sin embargo, esta falta de tiempo no debe ser una excusa para recurrir a productos envasados o comidas fuera del hogar de manera habitual.

En este sentido preparar la comida en casa en pocas horas y para toda la semana, reduce el consumo de comida ultra procesada, comidas rápidas de última hora y se consigue una alimentación más saludable y sostenible. del mismo modo, se ahorra en coste económico ya que los alimentos son más baratos que la comida ya preparada.

La higiene del hogar, mejor con la lavadora llena

Tras un largo periodo fuera de casa, lavar la ropa a la vuelta al hogar se convierte en una prioridad. Una forma de ahorrar agua y energía muy sencilla es el simple hecho de poner la lavadora con el tambor lleno. Más aún cuando se va a poner la lavadora varias veces a la semana.

Con ello, se optimiza el consumo de agua, electricidad y se utiliza todo el potencial de limpieza de este electrodoméstico. Además, una vez limpia la ropa de verano, muchas personas optan por guardarla para poder utilizarla el verano que viene.

Vigila el aislamiento del hogar

Septiembre es un mes de cambios de temperatura por lo que en función del lugar en el que se resida todavía se recurre al aire acondicionado o en algunos puntos las noches son tan frías que se requiere calentar la casa.

Por ello, este mes puede ser un buen momento para comprobar el estado del aislamiento del hogar para conseguir una casa mucho más eficiente y aislada para evitar el exceso de calor ante altas temperaturas y el frío intenso durante el invierno.

Por ejemplo, asegurarse de que las ventanas están bien aisladas será fundamental para el ahorro de energía, por lo tanto, ahorro en la economía.

Opta por movilidad sostenible

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Por último y siempre que sea posible, recurrir a medios de transporte sostenibles como la bicicleta o caminar no solo contribuye a una reducción de nuestra huella de carbono y reduce las emisiones de gases contaminantes, también realizamos ejercicio físico lo que es fundamental para mantener una buena salud.

Por todo ello, la vuelta a la rutina, a pesar de la pandemia, puede ser un buen momento para optar por asumir pequeños cambios en nuestro día a día que nos ayuden a ser más sostenibles y más respetuosos con el planeta.