¿Cómo está afectando el cambio climático a la biodiversidad?

El aumento de la temperatura ambiental y de los océanos afecta a la distribución de las especies y fomenta su inevitable extinción.

Mar Gómez

Mar Gómez

El aumento de la temperatura ambiental y de los océanos afecta a la distribución de las especies y fomenta su inevitable extinción

El cambio climático es uno de los mayores problemas a los que se enfrenta nuestra sociedad. El calentamiento global ya está dejando sentir sus efectos de diferentes maneras, pero uno de los ámbitos más afectados es el medio ambiente y la biodiversidad.

Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Biodiversidad, que se celebra cada 22 de mayo, analizamos el impacto del cambio climático en la biodiversidad con algunas cifras que evidencian esta problemática.

La biodiversidad se puede definir como la variabilidad que existe entre los organismos de una especie, entre las propias especies y entre los ecosistemas. A medida que la temperatura ha ido aumentando, todos ellos se han visto afectados de una manera u otra, a lo que se ha sumado la deforestación, la sobreexplotación de recursos naturales y la contaminación.

“Las actividades humanas han causado y seguirán causando daños irreparables a la biodiversidad”, señala Mar Gómez, meteoróloga de eltiempo.es. Un ejemplo evidente está en la extracción de aceite de palma de ciertos bosques.

Actualmente un tercio de las especies de mamíferos en Indonesia está en peligro debido a esta sobreexplotación de recursos. La población de orangutanes ya se ha reducido en un 50% en los últimos 30 años y su supervivencia está en riesgo.

Desde 1880 la temperatura de la superficie a nivel global ha aumentado 1ºC aproximadamente, según los últimos datos de la NASA. Este aumento ha propiciado un ascenso térmico que se prevé que continúe en las próximas décadas, haciendo que latitudes altas se calienten más que los trópicos, se siga produciendo la fusión de los casquetes polares y la consecuente reducción de hielo y se reduzcan las precipitaciones en regiones subtropicales.

Todos estos cambios afectan a la distribución de especies y el funcionamiento de los ecosistemas, cambiando sus migraciones, zonas de caza e, incluso, la extinción de algunas de ellas. Un ejemplo lo encontramos en el blanqueamiento de los corales.

La tendencia de 1880 a 2019 es que la temperatura superficial del mar suba 0.06ºC por década. La situación se ha agravado en las últimas décadas, ya que desde 2000 el ascenso es de 0.17ºC por década, según cifras de la NOAA. El aumento de temperaturas en el océano podría provocar que a finales de siglo desaparecieran la mayor parte de ellos en el peor de los escenarios.


El incremento de la temperatura afecta a la distribución de especies, sus migraciones, zonas de caza e, incluso, la extinción de algunas de ellas.

Este ascenso térmico también está perjudicando el hábitat del oso polar, no solo reduciendo las plataformas de hielo sino afectando a su principal fuente de alimentación que se desplaza hacia otras regiones debido a los cambios de temperatura. Hay que tener en cuenta que el Ártico pierde un 13,2% de su banquisa por década.

En cuanto al entorno, se cree que hacia el año 2080, el 20% de los humedales podrían perderse como consecuencia de la elevación del mar, según el último informe del IPCC. Además, la floración de las plantas y la polinización también se ven afectadas por el cambio climático.

En definitiva, si no se mitigan los efectos del calentamiento global, alrededor del 57% de las plantas comunes y el 34% de los animales podrían sufrir una disminución dramática para 2080, según señala una investigación de la Universidad de East Anglia publicada en la revista Nature Climate Change.

“Es vital tomar medidas y acciones dirigidas a conservar y preservar la biodiversidad así como utilizar sus recursos de forma sostenible, teniendo en cuenta la necesidad urgente de adaptación al cambio climático”, apunta Mar Gómez.