¿Cómo es probable que sea este invierno 2016/17?

El invierno 2016/17 esta a la vuelta de la esquina y como siempre os traemos la previsión estacional con todo detalle para España y Europa.

Mar Gómez

Mar Gómez

  • Este invierno podría ser más lluvioso en el Mediterráneo y noroeste peninsular.
  • Las temperaturas podrían ser más cálidas en el Mediterráneo, con periodos más fríos de lo normal en el norte
  • En Europa del norte es probable que este invierno sea más frío de lo normal

VÍDEO: ¿CÓMO SERÁ ESTE INVIERNO?

El invierno comenzará el día 21 de diciembre a las 10.44 h UTC. Lo normal en invierno es tener una temperatura media de 7.94ºC y unas precipitaciones medias acumuladas de alrededor de 200 mm.

El año pasado tuvimos un invierno en el que apenas nos tuvimos que ponernos los guantes, la bufanda o gorros y es que fue el segundo invierno más cálido desde 1961. ¿Volverá a ocurrir lo mismo este año?

El invierno 2016/17 en Europa y España

En España esperamos un invierno más cálido y lluvioso de lo normal en el Mediterráneo y con algunas entradas mas frías de lo normal desde el norte de Europa que podrían llegar al norte peninsular puntualmente. En cuanto a las lluvias también podrían esperarse por encima de la media en el norte y noroeste peninsular.

En Europa  se espera un invierno mas frío de lo normal en el norte del continente y mas cálido en el Mediterráneo oriental y occidental. Las anomalías negativas en el océano Atlántico norte siguen apareciendo y por el contrario en zonas cercanas al ártico se esperan temperaturas por encima de lo normal.

En cuanto a las precipitaciones podría esperarse un invierno mas húmedo de lo normal en el sur de Europa y mas seco en el norte.

¿Por qué se espera este invierno?

A la hora de hacer predicciones estacionales siempre hay que tener precaución con su fiabilidad, ya que son predicciones a largo plazo y su comunicación.  En su elaboración se tienen en cuenta modelos de predicción a largo plazo (como el del centro europeo, el de la NOAA o el del Metoffice) pero también hay que tener en cuenta otros factores que pueden afectar, en este caso al invierno en Europa. Son por ejemplo ciertos patrones de teleconexión.

Durante el invierno el índice de la oscilación del Atlántico Norte (la NAO) tiene influencia directa al igual que el de la oscilación del Ártico (AO). Es por ello que se analiza el estado y posible evolución de estos patrones que tienen una gran variabilidad.

Igualmente se analiza el estado de la temperatura de la superficie del mar, se detectan posibles años análogos al año establecido y se tienen en cuenta otros factores como la cubierta de nieve en Eurasia.

La Oscilación del Atlántico Norte y la Oscilación Ártica

Así pues, la predicción estacional no tiene en cuenta un único modelo o factor, sino que es la combinación de un detallado análisis de todos ellos. Teniendo en cuenta esto, la mayoría de los modelos pronostican un invierno que continuaría con esa tendencia cálida que viene caracterizando a los últimos meses en Europa. Sin embargo, durante este mes de noviembre han ocurrido ciertas cosas.

En el mes de noviembre hemos pasado a tener un índice de la NAO neutro-positivo a negativo junto con un índice de la oscilación del ártico también negativo, la consecuente irrupción de aire frío como consecuencia del descenso y ondulación del chorro polar hacia nuestras latitudes.

Las predicciones hasta mediados de diciembre parecen indicar la continuidad de los valores negativos en ambos índices, lo que seguiría manteniendo el reforzamiento del anticiclón polar y la entrada de aire frío sobre todo en el norte de Europa.

La Oscilación Ártica, OA, es un patrón del clima que influye en el tiempo del invierno en el Hemisferio Norte.  Se define por la diferencia de presión entre el aire en las latitudes medias (alrededor 45 grados norte, sobre la latitud de Montreal, de Canadá o de Burdeos, Francia) y el aire sobre el Ártico.

Una masa de aire de bajas presiones domina el Ártico, mientras que los sistemas de alta presión se asientan sobre las latitudes medias. La fuerza de los sistemas de alta y de baja presión oscila. Cuando los sistemas son más débiles que lo normal, la diferencia de presión entre el Ártico y las latitudes medias disminuye, permitiendo que el aire ártico frío resbale o se deslice al sur mientras que por el contrario se desplace aire más cálido al norte. Una Oscilación Ártica más débil que lo normal se dice ser negativa.

Cuando tiene tendencia negativa, como creemos, el aire frío del ártico llegaría a latitudes mas bajas trayendo un invierno mas frío a Europa. Ademas los vientos del oeste se debilitarían pudiendo formarse bajas presiones en el Atlántico y aportando mas precipitación al Mediterráneo y parte de la Península Ibérica.

Es difícil conocer cómo se mantendrán ambos índices a lo largo de todo el invierno debido a su gran variabilidad, pero apostamos por una tendencia negativa los próximos meses.

Y ¿qué ocurre cuando los índices tienen tendencia negativa? De ser así, el flujo predominante de vientos del oeste se debilitaría y las masas de aire atlánticas y con gran recorrido marítimo llegarían al Mediterráneo aportando más precipitación a esta zona (incluyendo el este de la Península ibérica, Baleares, costa mediterránea de Francia, Italia y los Balcanes) así como un invierno más suave en estas zonas, algo que también constatan los modelos.

Temperatura del agua del mar

Por otro lado, las anomalías negativas (temperaturas por debajo de lo normal) en el océano atlántico norte continúan, aunque con menor extensión que los meses anteriores y el año pasado. Esta anomalía de temperaturas está asociada a un aporte del agua dulce procedente del deshielo del polo y provoca un debilitamiento de la corriente del Golfo, responsable de dar un clima más cálido a zonas de Europa del que les correspondería por latitud.

Todo parece indicar que las anomalías de temperatura experimentadas recientemente en la región ártica podrían mantenerse durante las próximas semanas y comienzo del mes de diciembre. Varios estudios relacionan inviernos más fríos en el norte de Europa con anomalías positivas previas de temperatura en el ártico.

Anomalía de la temperatura superficial del mar en el ártico en el mes de noviembre

Así un ártico más caliente previo al invierno, podría inducir temperaturas más frías y un invierno más riguroso en el norte de Europa. Estas anomalías de temperatura, refuerzan el anticiclón polar cuando lo normal en esta zona es tener bajas presiones en el invierno. Las consecuencias además de frío en el norte de Europa y nieve, pueden ser de lluvias abundantes en la Península Ibérica, Baleares, Francia o Italia, es decir en la región Mediterránea.

VER TAMBIÉN: EL Polo Norte 20ºC más cálido de lo normal

Cubierta de nieve en Eurasia

Otro factor a tener en cuenta es la cubierta de nieve en Eurasia. La NOAA publicó un estudio correlacionando la influencia de la capa de nieve en Eurasia al inicio del otoño y el consecuente invierno. Y es que existe una relación o teleconexión entre la troposfera y la estratosfera a partir de la propagación de la temperatura en la superficie de Eurasia hacia capas superiores de la atmósfera durante el otoño hacia la estratosfera que condicionaría con inviernos más fríos meses después al norte de Europa.

Hemos comparado el avance de la cubierta de nieve de este año en octubre y noviembre con el año 2012 y se han encontrado similitudes.

Años análogos al previsto este 2016/17

Por último, la revisión de años análogos, nos lleva a encontrar similitud entre el invierno de 2014-2015 y el de 2013-2014 en lo relacionado a la temperatura del año del mar, ambos inviernos lluviosos en el Mediterráneo occidental. De ahí podríamos inducir que podría repetirse el mismo patrón.

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