Cómo elegir tu línea de cosmética natural sin equivocarte

Elena Alonso Asensio

Elena Alonso Asensio

Te damos unas pistas para que interpretes mejor las etiquetas de los envases de tus productos de cosmética natural

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Cada vez más personas optan por la cosmética natural. Pero una vez tomada esta decisión hay que saber dónde ir y cómo elegir para adquirir un producto que realmente sea natural y efectivo con los resultados que queremos.

Y es que “lo natural, indudablemente, es lo mejor, pero ni todo lo que se hace llamar natural realmente lo es, ni todo lo que es natural es excelente”, nos cuenta Maripi Gadet, especialista en cosmética bio y vida natural y autora de los libros ‘La nueva Biodieta’ (Arcopress) o ‘Secretos de belleza natural’ (Random House Mondadori), entre otros.

Maripi Gadet: “Yo siempre recalco que no debiéramos de aplicarnos sobre la piel nada que no pudiésemos comer

Como en cualquier sector, Gadet aclara que hay diferentes calidades y su eficacia depende, en gran medida, de las materias primas que se utilicen a la hora de formular.

En las últimas décadas lo natural ha marcado tendencias y, ahora, la burbuja que se ha creado en torno a los cosméticos naturales y suplementos healthy se está deshinchando porque el ciudadano quiere saber lo que se aplica en la piel”, explica.  

A su juicio, cada vez son más las personas que se plantean “que, por lógica, no puede ser bueno para nuestro organismo tanta química como contienen los alimentos y los productos de belleza y de higiene corporal que utilizamos a diario”. Su primer consejo: “Yo siempre recalco que no debiéramos de aplicarnos sobre la piel nada que no pudiésemos comer”.

En cosmética, la diferencia está en los ingredientes

Para elegir con acierto es necesario conocer las opciones que nos ofrece el mercado. Hay que evitar sucumbir a los reclamos publicitarios, es mucho más eficaz acostumbrarse a leer las etiquetas, aunque parezcan estar escritas en un lenguaje encriptado”, recomienda Maripi Gadet como segundo consejo.

Sólo el 36% de los consumidores afirma poder distinguir qué cosméticos son naturales

Sin embargo, sólo el 36% de los consumidores afirma poder distinguir qué cosméticos son naturales. Es cierto que lo hacen en función de la etiqueta. Sin embargo “el consumidor mayoritariamente solo mira la información frontal del producto sin llegar a la lista de ingredientes”, según la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, stanpa, que ha llevado a cabo el primer macroanálisis europeo sobre el sector.

Cómo leer la etiqueta

Montse Escutia, coordinadora del proyecto Ecoestética de la Asociación Vida Sana, y Ana Isabel de Andrés, farmacéutica y directora técnica de AMAPOLA Biocosmetics, nos dan las siguientes pistas:

  • Comprar solo productos certificados. Hay varias certificaciones. Bio Vida Sana, Cosmos o Ecocert, BDIH Standard y Natrue, son algunas de ellas.
  • Mirar que la etiqueta sea lo más sencilla posible y contenga, sobre todo, nombres de especies vegetales.
  • Un ingrediente con un asterisco significa que es de origen ecológico.
  • Un nombre con dos asteriscos quiere decir que el producto tiene algún componente potencialmente alergénico en alguno de sus ingredientes.    
  • La diferencia entre un cosmética natural y ecológica es que esta última se ha elaborado con productos certificados como ecológicos.
  • Que no te engañen, la venta a granel de cosmética natural está prohibida salvo en el caso de jabón de manos, colonias y perfumes.  
  • Pueden tener ácido hialurónico obtenido por fermentación de origen vegetal (no transgénico).
  • Para tratar pieles sensibles es recomendable todo lo que tenga aceite o extracto de caléndula o aloe vera.
  • Para tratar pieles más secas o de edad más avanzada, que se deshidratan más fácilmente, el aceite de argán o la manteca de karité son muy adecuados.  

Que sea un producto con certificación de confianza te garantiza que los ingredientes utilizados y los procesos aplicados no implican el uso de tecnologías controvertidas como organismos modificados genéticamente (OGM), nanotecnología o irradiación, añade Montse Escútia.

La ‘lista negra’ de ingredientes

Ana Isabel de Andrés explica que, al contrario de lo que pasa en el sector de la alimentación, en cosmética los términos ‘natural’ y ‘bio’ no están protegidos, los puede usar cualquier fabricante.

En cosmética los términos ‘natural’ y ‘bio’ no están protegidos, los puede usar cualquier fabricante.

«Por eso es tan importante adquirir productos certificados que te garantizan por lo menos que no lleva unos elementos tóxicos que están reflejados en una lista de ingredientes no permitidos por las certificadoras. Pueden varían en algunos, pero prácticamente son los mismos«, afirma.

Para Juan Serrano, biólogo y responsable de I+D de Intersa Labs, los productos químicos contenidos en los cosméticos convencionales, pueden alterar el delicado equilibrio bioquímico celular, sobrecargando las vías orgánicas de eliminación, principalmente hígado y riñones.

«Entre los enfants terribles, es decir, las sustancias más cuestionadas, se encuentran los aceites minerales y grasas derivados del petróleo, PEG (emulsionante), parabenos y otros conservantes como el triclosan, el octofenol y los liberadores de formaldehído, sodium laureth sulfate y sodium lauryl sulfate (agentes detergentes), dietanolamina (espesante y detergente) y ftalatos (disolventes y suavizantes)«, nos explica.

Juan Serrano: «Entre los enfants terribles, es decir, las sustancias más cuestionadas, se encuentran los aceites minerales y grasas derivados del petróleo«

Añade también determinados filtros solares químicos de rayos UV, colorantes -fundamentalmente aquellos que contengan las siglas CI acompañadas de un número-, metales pesados como el plomo y el aluminio, fragancias sintéticas, butilhidroxianisol (BHA) y butilhidroxitolueno (BHT) (antioxidantes sintéticos), y el talco.

Juan Serrano señala que «algunas sustancias químicas contenidas en los productos cosméticos convencionales pueden atravesar la piel y pasar directamente a nuestro organismo, especialmente con el uso de los denominados nanoingredientes. Algunos de ellos, son disruptores endocrinos, como, por ejemplo, la oxibenzona, que se encuentra en la mayoría de las cremas solares«.

En este sentido, llama la atención sobre que «la mayoría de los laboratorios, tras hacer caso a las distintas organizaciones, formulan sin cuestionar muchas de estas sustancias, como los parabenos, alegando que no son nocivos para la salud. Sin embargo, disponemos de algunos estudios sobre ellos, así como sobre los ftalatos, que evidencian que estas sustancias pueden alterar el sistema hormonal y causar diferentes enfermedades endocrinas, malformaciones congénitas, problemas reproductivos e, incluso, cáncer«.

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Fuente: Asociación Vida Sana

Para terminar, aclarar que donde hay más diferencia entre unos sellos y otros es a la hora de certificar un producto como ecológico. Hay unas más exigentes que otras. Es decir, ¿qué porcentaje de ingredientes ecológicos tiene que tener?

Es verdad que no pueden ser 100% ecológicos, porque se necesita un emulgente, por ejemplo, pero lo suyo es que tenga un porcentaje elevado -explica de Andrés-. No hay una normativa que lo regule, aunque las fuentes consultadas coinciden en que lo ideal es que tengan al menos un 90% de ingredientes ecológicos. Cuanto más exigente seas en este sentido más lo agradecerá tu piel.

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