Cómo dormir sin calor durante las noches tropicales

El calor del verano no siempre permite dormir adecuadamente y nuestra salud se ve afectada.

Noelia Hernández

Noelia Hernández

El descanso que nos proporcionan las horas y la calidad del sueño es fundamental para nuestra salud. Pero el calor del verano no siempre permite dormir adecuadamente y eso luego se nota a lo largo del día.

La temperatura ideal para conciliar bien el sueño debe estar entre los 18º y los 20º. Si supera este baremo se habla de noches tropicales.

Aunque a los que las sufren no les hace falta tener un termómetro para reconocerlas: una temperatura más alta de lo habitual les hace dar vueltas en la cama y levantarse constantemente en busca de un lugar más fresco o de un vaso de agua para hidratarse.

Algunos ponen remedio poniendo en marcha el aire acondicionado, pero no es lo más aconsejable. Por un lado, porque resta humedad creando un ambiente poco propicio para nuestra salud; y por otro, por el gasto que supone tenerlo en funcionamiento durante toda la noche.

La temperatura ideal para conciliar bien el sueño debe estar entre los 18º y los 20º

Hay otras formas de prepararse para que las noches de verano no se conviertan en una pesadilla y aislar correctamente tu vivienda del calor. Seguir una serie de rutinas y mantener la casa fresca durante el día harán que Morfeo acuda a su visita diaria cuando caiga el sol.

Habitación fresca y a oscuras

En verano el calor suele ser el primer causante de las noches de insomnio. La solución es tan fácil como que la habitación donde se duerme esté por debajo de los 20º en el momento de irnos a dormir y que se mantenga así el resto de la noche.

Evitar que el los rayos del sol y la luz entren en la estancia durante el día es fundamental. Para ello lo mejor es ventilar a primera hora de la mañana, cuando el termómetro suele marcar la temperatura mínima, y cerrar la ventana el resto del día y de la noche.

Pero las persianas contra el calor son siempre un elemento fundamental. Para conseguir que se quede completamente hermética lo mejor es utilizar unas persianas que ejerzan de barrera contra la luz y el calor.

Además, gracias a su construcción en aluminio también evitan la entrada de ruidos del exterior.

Mantener un horario regular

Incorporar una serie de rutinas antes de irnos a la cama ayudan a conciliar el sueño, sobre todo durante la fase de adormecimiento, justo antes de entrar en un sueño profundo del que es más difícil despertarse.

Es aconsejable establecer unos horarios regulares, y acostarse y despertarse aproximadamente a la misma hora todos los días. Antiguamente este hábito estaba marcado por la salida y la puesta de sol, pero el estilo de vida actual es incompatible con esta regla.

cama dormir con calor

Lo que nunca se debe hacer es irse a la cama sin tener sueño, además de no ser efectivo, ya que es nuestro cuerpo el que marca esa necesidad, puede producir el efecto contrario y generar desvelo. Fijar una hora para despertarse y evitar dormir siestas de más de 20 minutos también favorece un sueño reparador por la noche.  

Cenar ligero

Los menús para la cena deben de ser ligeros, aunque esto no es sinónimo de escasos. Hay que elegir bien los platos que van a conformar la última comida del día evitando, por ejemplo, la carne roja y optando por el pescado y cremas de verduras.

En verano también es buena idea elegir menús fríos y evitar el exceso de sal, ya que provoca retención de líquidos y hay más posibilidades de que nos despertemos por la noche para beber agua e hidratarnos. 

También ha que tener en cuenta que después de ingerir alimentos nuestro cuerpo necesita unas dos horas para hacer correctamente la digestión, por lo que es mejor que sea completado este trabajo antes de irnos a dormir.

Evitar las pantallas

La excesiva dependencia actual del teléfono móvil provoca que muchas veces lo dejemos encendido cuando nos vamos a dormir. Esto hace que en ocasiones, aunque sea de manera inconsciente, permanezcamos en estado de alerta y nuestro sueño sea más ligero de lo recomendable.

Apagar el teléfono y dejarlo en otra habitación es un buen remedio para evitar micro despertares para comprobar si ha llegado algún mensaje o hay alguna novedad.

Tampoco es mala idea hacerlo al menos una hora antes de irnos a dormir para permitir que nuestro cerebro deje de estar en estado de alerta. La misma recomendación vale para el ordenador o el televisor. En este último caso, mejor si no tenemos uno en el dormitorio.

El dormitorio es para dormir

El dormitorio debería ser la habitación destinada exclusivamente a dormir. Crear esta asociación en nuestro cerebro ayuda a mejorar las condiciones para conciliar el sueño.

Por eso no es aconsejable tener un televisor en ella, o llevarse el ordenador o el teléfono móvil para utilizarlo mientras permanecemos en la cama. Sin electrodomésticos ni dispositivos encendidos evitaremos, además, que la estancia se caliente más de lo recomendable y que permanezca con la temperatura fresca que hemos conseguido durante el día.