Combatir el mal tiempo en una excursión

¿Cómo afrontar el mal tiempo cuando salimos de excursión o de senderismo? Te damos unos consejos para evitar y combatir el frío o una tormenta.

Javier Vegas

Javier Vegas

¿A quién no le ha pasado alguna vez que sale de excursión por la montaña o a dar un paseo y de repente en cosa de minutos una tormenta nos coge de imprevisto? En este artículo te contamos algunos consejos en caso de mal tiempo para evitar sorpresas inesperadas.

Uno de los mayores errores de un senderista es no prepararse para un cambio de tiempo. Un cielo completamente despejado puede traer de forma repentina nubes de tormenta, los días cálidos pueden volverse fríos, y una pequeña lluvia sin importancia puede convertirse en un diluvio. El excursionista más seguro es el que espera los cambios y está preparado para combatirlos. ¿Cómo podemos llegar a ser ese tipo de personas?

1. Llevar el equipaje necesario

Siempre hay que llevar más ropa de abrigo de la que en un principio creemos que vamos a necesitar, incluso gorro, guantes y una manta para poder cubrirnos en caso de emergencia. Según el lugar a donde nos desplacemos y la distancia de la ruta es aconsejable llevar una tienda de fácil montaje. Te puedes perder o sufrir un pequeño accidente durante el camino.

Al igual que con la ropa sucede con los alimentos. Llevar siempre más comida de la deseada nos solucionará muchos problemas. Es recomendable que esos alimentos sean ricos en calorías, para que el cuerpo mantenga mejor el calor y podamos aguantar más. Barras de proteínas e hidratos de carbono y frutos secos acompañados de mucha agua es una buena elección.

Además, otros utensilios muy útiles y que no ocupan mucho espacio son un pequeño botiquín, linterna y un silbato.  En muchas ocasiones te pueden llegar a salvar la vida.

2. Informarse bien de la ruta y mirar de forma detallada la previsión del tiempo

Lo más importante es que antes de preparar una ruta, nos informemos del tiempo que va a hacer en la zona. Incluso es bueno que nos pongamos en el peor de los casos. Aunque la previsión sea de lluvias débiles, siempre puede caer una tormenta local en una zona concreta.

3. Conoce las nubes

El tipo de nubes que hay en el cielo dicen mucho del tiempo que nos espera. También es importante observar su formación, su color, y la velocidad a la que se mueven. Por ejemplo, los cumulonimbus son conocidos como nubes de yunque o «nubarrones», y son muy típicas en formaciones tormentosas.


4. Qué hacer en caso de rayos, nieve, tornados u otras condiciones meteorológicas adversas

Cualquier excursionista debería saber como actuar ante un fenómeno adverso, conocer la zona y los riesgos más comunes según su orografía. Lo más común es una tormenta, por lo que saber como actuar es necesario. Estudiar los refugios de la zona o saber mantener el calor en días fríos es de vital importancia.

5. En caso de duda, dar la vuelta

Cuando salimos de excursión nos solemos marcar una meta, por ejemplo una cima. A todos nos gusta coronar y no quedarnos a mitad, sin embargo, si el tiempo empeora lo más razonable es dar la vuelta. No merece la pena correr riesgo. En caso de lluvia el sendero se volverá impracticable y la vuelta, con el cansancio acumulado, una odisea.