Coches eléctricos en climas extremos: ¡Así funcionan!

El calor o el frío extremo ya no son un inconveniente para algunos coches eléctricos, capaces de adaptarse a cualquier climatología.

Cristina Herrera

Cristina Herrera

El calor o el frío extremo ya no son un inconveniente para algunos coches eléctricos, capaces de adaptarse a cualquier climatología

No eres al único al que el calor sofocante o el frío helador le afectan. Tu coche no es ajeno a los cambios de temperatura y mucho menos cuando éstos son realmente bruscos.

Con la llegada del verano, hay que tener en cuenta que el calor suele afectar negativamente al motor de nuestros coches, tanto a su rendimiento como a su potencia; aumentando así el número de averías. El frío, por su parte, y principalmente cuando los termómetros bajan de los 0º, perjudica a gomas, cubiertas, baterías y a todos los líquidos de nuestro coche.

Sin embargo, hoy queremos centrar la atención en los coches eléctricos, aquéllos que utilizan la electricidad como combustible y que funcionan con baterías que almacenan energía eléctrica que sirve precisamente para accionar el motor.

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Al funcionar con baterías, se ha hablado mucho de cómo afectan las condiciones extremas a éstas, ya que tanto el frío como el calor extremo pueden incrementar el consumo de energía en los coches eléctricos.

Mitos sobre los coches eléctricos en climas extremos

El principal problema del que se ha hablado hasta el momento con respecto a los vehículos eléctricos ante situaciones meteorológicas extremas ha sido que tanto el calor o frío muy elevados podrían disminuir la autonomía del coche al incrementarse el consumo de energía en los mismos.

Unas baterías frías pueden hacer perder fuerza y aceleración a los eléctricos; y, por otro lado, pueden ralentizar la carga de las mismas.

La batería, además, podría agotarse más rápidamente en caso de ser necesario activar la calefacción o el aire acondicionado del vehículo ante esas situaciones.

Sin embargo, estos posibles hándicaps que perseguían a los coches eléctricos desde que empezaron a instaurarse en el mercado de la automoción poco a poco han ido desapareciendo. Existen coches eléctricos capaces ya de adaptarse a cualquier situación meteorológica, incluidos los climas extremos, sin sufrir degradación en su funcionamiento ni pérdida en la potencia ni autonomía.

Los coches eléctricos de última generación son capaces ya de adaptarse a cualquier situación meteorológica

Con el objetivo de que las baterías pierdan autonomía con temperaturas muy bajas, algunos coches eléctricos cuentan con una bomba de calor para calentar el habitáculo en vez de emplear resistencias eléctricas. De esta manera, se evita un mayor gasto de energía.

Los coches eléctricos de última generación han sabido acondicionarse a las nuevas necesidades y circunstancias, siendo capaces de tener el mismo funcionamiento ante cualquier situación climatológica. Por lo que vehículos y climas extremos ya no son incompatibles.

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