Ciudades inteligentes en España: el papel de la sostenibilidad

Las ciudades inteligentes y sostenibles de España aprovechan la tecnología e intentan que sus habitantes tengan un entorno saludable.

María José Montesinos

María José Montesinos

Cada 31 de octubre se celebra el Día Mundial de las Ciudades, una jornada con la que se culmina el Octubre Urbano. Se trata de una iniciativa que ideó ONU Hábitat en el año 2014 para llamar la atención sobre el papel que juegan los núcleos urbanos en la transición ecológica y hacia el bienestar de las personas, a través de ciudades inteligentes y sostenibles.

Nueva York
Más de la mitad de la humanidad vive ya en ciudades. Fuente: Pexels

A día de hoy, más de la mitad de la humanidad vive ya en ciudades y se calcula que para 2050 alcanzará el 70%. Por lo tanto, la calidad de vida de la mayor parte de la población va a depender de cómo estén construidas y organizadas esas ciudades. El factor más importante será si están preparadas para ofrecer un entorno saludable y fácil a sus habitantes.

Ciudades inteligentes y sostenibles

Las ciudades inteligentes y sostenibles son las que se más enfrentan estos retos. Para ello aprovechan las facilidades que ofrecen las nuevas tecnologías, enfocándose en la sostenibilidad y en que sus ciudadanos disfruten de una urbe saludable.

Ciudades inteligentes
Las ciudades inteligentes usan las nuevas tecnologías. Fuente: Pexels

En España muchos núcleos urbanos ya están aportando soluciones a los desafíos del día a día de la vida urbana. Estos son algunos algunos ejemplos:

Barcelona: la más pionera de las ciudades inteligentes

La ciudad condal ha desarrollado sistemas para monitorizar la afluencia a la playa, un proyecto nacido con la CO-VID 19, que va a continuar vistas su validez y utilidad. También cuenta con una iniciativa muy novedosa, el plan desarrollado en Ciutat Vella. Es un software que permitirá disponer de un modelo predictivo para medir y anticipar los impactos urbanos, como la contaminación acústica o la vulnerabilidad social. Lo más positivo es que este plan se ha ideado en colaboración con los vecinos.

Las tecnologías permiten incrementar la participación ciudadana

Otro proyecto en marcha es el que se está utilizando, en fase de pruebas, en el servicio IRIS. Con este boceto la ciudadanía puede hacer llegar consultas, quejas y sugerencias telemáticamente. A través de algoritmos de aprendizaje automático se simplifica el proceso de clasificación de las consultas ciudadanas. La participación ciudadana es una de las claves de las ciudades inteligentes.

Barcelona ciudad sostenible
Barcelona es pinera en el uso del quinto contenedor. Fuente: Pixabay

La capital catalana es, además, pionera en España en el uso del quinto contenedor. Comenzó a usar el sistema de recogida de residuos orgánicos en el año 2009. Cabe recordar que los residuos orgánicos suponen entre el 30% y el 40% de la basura que producimos los ciudadanos. Los barceloneses han decidido usar este contenedor marrón y gracias a ello, los residuos que van a vertedero han disminuido notablemente.

Valencia y la gestión del agua

A través de la Plataforma Valencia Ciudad Inteligente (VLCi) centraliza la información municipal en una solución informática de gestión integral de la ciudad. Ahorra 60.000 euros al año en papel gracias a que el  100% de sus expedientes son electrónicos, mediante su Plataforma Integrada de Administración Electrónica (PIAE) .

Valencia ciudad inteligente

Además, Valencia dispone de un Sistema Avanzado Integral de Gestión del Agua. Este procedimiento permite cuantificar la lluvia, controlar colectores y aliviaderos del alcantarillado y reutilizar más de 300 mil metros cúbicos diarios de aguas depuradas.

En Valencia se puede pagar el transporte público a través del smartphone

A través de una app de la empresa de transporte público se accede a información sobre la movilidad sostenible de la ciudad, ya que permite  interactuar con la red en tiempo real y se puede pagar en el transporte público con un smartphone.

Madrid: sistemas de movilidad para ser una de las ciudades inteligentes

En 2018 la ONU premió al Ayuntamiento de Madrid por su plataforma digital de participación ciudadana, ‘Decide Madrid’, basada en el software libre Cónsul. Por otra parte. en la capital se han instalado papeleras inteligentes que funcionan con energía solar. Éstas compactan los residuos para aumentar su capacidad y avisan mediante sensores cuando han llegado al límite de su capacidad.

Madrid ciudades inteligentes de España
Madrid ha sido premiada por su sostenibilidad. Fuente: Pexels

Además, existen centros de control de movilidad. Miden la afluencia de tráfico en tiempo real en la ciudad y utilizan sensores enterrados, registrando el número de coches que circulan por las calles. De esta manera, se puede avisar de las zonas con atascos, para evitar pérdidas de tiempo y consumo de combustible y sus correspondientes emisiones.

Vitoria-Gasteiz: todo a mano en 15 minutos

Vitoria fue Capital Verde Europea (Green Capital) en 2012. Entre los motivos que convencieron a la Comisión Europea se encuentra su Anillo Verde, la zona verde urbana más destacada de España: sus más de 700 hectáreas recuperadas de zonas degradadas poseen 79 kilómetros de itinerarios a los que se puede acceder a pie o en bicicleta desde el centro urbano.

La ‘ciudad de 15 minutos’ facilita la comunicación y reduce el transporte

Además de su presencia entre las ciudades inteligentes, Vitoria se ha posicionado también como el paradigma español de la ‘ciudad de 15 minutos’, donde el ciudadano encuentra todos sus servicios básicos necesarios en un radio de un cuarto de hora a pie. Esto propicia una mejor calidad de vida para las personas, reduce la necesidad de transporte y sus emisiones y fomenta la autosuficiencia.

Málaga: alumbrado público sostenible

Malaga trabaja desde hace tiempo con éxito para disminuir las emisiones de CO2 y mejorar la eficiencia energética. Hace más de 10 años comenzó el programa  Smart City Málaga a lo largo del cual ha integrado en su red eléctrica las energías renovables, e instalado contadores digitales para controlar los gastos, iluminación LED en el alumbrado público y otros mecanismo con los que ha logrado reducir un 25% el consumo de energía y evitar un 20% de emisiones de CO2.

Zaragoza: drones como aliados para sus objetivos de ciudad inteligente

La capital aragonesa controla de forma inteligente el alumbrado público o el abastecimiento de agua, en busca de ahorro y eficiencia. Además ensaya con drones para testar sus utilidades y cuenta con el primer espacio de Europa en entorno urbano y dentro del área de seguridad de los aeropuertos para el entrenamiento de estos aparatos: el Hera Drone Hub, que permitirá experimentar de forma real las posibilidades de estas pequeñas aeronaves para mensajería o en labores de monitorización y trabajos de rescate.

Zaragoza ciudades inteligentes
Zaragoza ha incorporado diversos mecanismos para ser una ciudad inteligente. Fuente: Pixabay

Miembro de la Red Española por la Agroecología, cuenta con varios mercados agroecológicos. Esta ciudad ha creado una red de infraestructuras verdes que incluye un anillo verde de 30 km de longitud. Está procediendo a electrificar su flota de autobuses urbanos y el pasado 7 de octubre se impuso a Londres en la final de los  premios Global Light Rail Awards 2021 de tranvías y metros ligeros, en la categoría de Mejor Iniciativa de Seguridad.

Santander: tráfico controlado, sostenibilidad asegurada

Santander cuenta con gran cantidad de sensores, que se ocupan de recoger información del estado de la ciudad. Esto puede ir desde el estado del tráfico hasta la meteorología o la contaminación del ambiente. Un ejemplo para ilustrar la utilidad es el de los sensores de riego, que normalmente se rigen por una programación basada en un horario.

Con el uso de aplicaciones puede conocerse el estado del tráfico o si hay aparcamiento libre

Además, a través de aplicaciones móviles o de los paneles informativos desplegados por la ciudad, se puede conocer en tiempo real el estado del tráfico en cada momento. De esta manera es posible diseñar una ruta menos congestionada o saber las plazas de aparcamiento disponibles en determinadas calles de la zona centro. Esto ahorra tiempo en la búsqueda de estacionamiento, además del consiguiente ahorro de combustible y de emisiones de CO2.