¿Chiringuitos sí o no? Esto dice la Ley de Costas

La conocida como “nueva Ley de Costas” se aprobó en 2013 con una gran polémica, de hecho, varias Comunidades Autónomas la recurrieron e incluso en el año 2015 el Tribunal Constitucional llegó a anular algunas partes. ¿Cómo regula esta ley los chiringuitos de playa?

ElTiempo.es

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La última Ley de Costas aprobada en el Congreso regula la situación de los famosos chiringuitos en la playa

A todos nos gusta ir a la playa y disfrutar en algún o varios momentos del día del ambiente de un chiringuito. Bebídas frías, algo de picar, unas tapas…. Pero siempre han tenido cierta controversia en cuando a la protección y cuidado de la playa se refiere.

La conocida como “nueva Ley de Costas” se aprobó en 2013 con una gran polémica, de hecho, varias Comunidades Autónomas la recurrieron e incluso en el año 2015 el Tribunal Constitucional llegó a anular algunas partes.

Sea como sea, es una Ley que tiene vigencia y hemos de conocer cómo regula los chiringuitos de playa.

Esto dice la Ley:

Según el propio Ministerio “se dará más seguridad a los chiringuitos en cuanto a plazos y condiciones de la concesión. Se les exigirá más en términos de ordenación y cuidado de las playas. Además habrá criterios que compatibilicen la protección de la costa con el servicio público, con una mayor restricción en la playas naturales”.

Existen 3.000 chiringuitos de playa, la gran mayoría no estaban regulados.

Veamos el detalle:

Las playas naturales podrán tener chiringuitos desmontables de 20 metros cuadrados; y un zona anexa de sillas y sombrillas de 30 metros cuadrados.

Los chiringuitos fijos en playas urbanas podrán tener una superficie cerrada de hasta 150 metros cuadrados, además de las terrazas y los servicios. Pueden incluso ampliar su espacio si cuentan con toda la normativa en regla.

La separación mínima se fija en 150 metros (en la antigua norma eran de 200 metros) pero se puede acortar a 75 metros si se trata de “actividades no similares”. En las playas naturales la distancia mínima es de 300 metros.

De esta forma, por primera vez se permitía tener chiringuitos en playas naturales, que sólo estuvieran durante el verano. Al acabar la temporada tenían que ser desmontados.

Impacto ambiental

En ocasiones los chiringuitos tienen un impacto ambiental bastante considerable. Desde la contaminación del suelo, al impacto visual. La aglomeración de gente, el ruido, la música… pueden influir en la fauna que se encuentra en estos espacios, sobre todo en el caso de las playas naturales.

Para evitar estas situaciones y con el fin de involucrar a los hosteleros, se puso en marcha la campaña “mi chiringuito responsable” con la finalidad de concienciar sobre la necesidad de respetar los espacios litorales.

Algunos se estás derribando

Por ahora, y hasta que la situación no cambie el Tribunal Supremo anuló la posibilidad de mantener chiringuitos de obra, no desmontables, en las playas naturales. Esta situación ha provocado que en algunos lugares ya haya comenzado la demolición.

Uno de los casos más llamativos fue el del derribo en Es Trenc (Mallorca) donde las máquinas derribaron seis de estas construcciones. En los años 1990 y 1991, los edificó el Ayuntamiento con la autorización de Demarcación de Costas. Ahora han tenido que ser demolidos.

El problema se generó porque se sumó la imposibilidad de sacar las concesiones del servicio de hamacas y sombrillas e incluso socorrismo, todo eso a las puertas del verano.

La responsabilidad ambiental es de todos

En muchas ocasiones son los propios clientes los que acaban comprando bebida o una bolsa de patatas, y el residuo acaba en la arena o en el agua. Es importante que exista una gran concienciación ciudadana para que esto no ocurra.

Todos los residuos que generamos en la playa, deben ser depositados en los contenedores correspondientes y entre todos debemos contribuir a mantener nuestras playas limpias.