Cascadas míticas de España, amenazadas por el cambio climático

Pablo Ramos

Pablo Ramos

La irregularidad de las precipitaciones, especialmente aquellas en forma de nieve, pone en riesgo entornos naturales únicos a lo largo del país.

Las consecuencias del cambio climático son palpables en el día a día, no solo por la contaminación de las ciudades, también en enclaves naturales únicos a lo largo de toda la península. Tanto es así que este problema global está poniendo en peligro espacios únicos en España.

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Cascada Cola de Caballo en Ordesa. Fuente: Ministerio de Transición Ecológica

El último ejemplo es la mítica cascada Cola de Caballo en el Parque Nacional de Ordesa, en el corazón de los Pirineos. Este salto de agua, considerado uno de los más bonitos del mundo por los lectores del diario británico The Guardian, está amenazada por el calentamiento global y el cambio climático.

Científicos del Instituto Geológico y Minero han demostrado que el flujo de agua de la cascada Cola de Caballo depende fundamentalmente de los procesos de acumulación y fusión de la nieve en las partes altas de la cuenca hidrogeológica del Pirineo. Unas reservas de agua que han menguado de forma considerable en los últimos años.

Las reservas de agua del Pirineo en forma de nieve son muy vulnerables al cambio climático

“Es notorio que el calentamiento global ya tiene en jaque a los glaciares del Pirineo, haciéndoles retroceder a velocidad de vértigo, mientras estos pierden anualmente 17,76 hectáreas de superficie”, destacan los expertos del IGME en un comunicado. Es más, según las previsiones, el ascenso de temperatura de los últimos años y de las próximas décadas hará que paulatinamente haya menos precipitaciones en forma de nieve lo que generará una disminución de las reservas que sirven de fuente a los caudales de agua.

Cascadas en peligro por la falta de lluvias

De continuar esta situación, se pondría en riesgo la “supervivencia de la cola de Caballo, al menos, tal y como lo conocemos hoy día”, especialmente en los meses más calurosos y de menos precipitaciones, explican los expertos.

De hecho, según un estudio elaborado por científicos del IGME, señalan que estas reservas de agua del Pirineo en forma de nieve son muy vulnerables al cambio climático lo que genera un gran impacto en los recursos hídricos asociados, como las cascadas y riachuelos de la zona.

Manantial de Garcés en el Pirineo. Fuente: IGME

No obstante, hay que tener en cuenta que la irregularidad de las precipitaciones debido al calentamiento global y el descenso cuantioso de las nevadas durante el invierno también puede afectar a otras cascadas de España reduciendo su caudal.

Y aunque en muchas de ellas el agua sólo fluye en los periodos de lluvias y deshielo, de otoño a primavera, también se puede ver como disminuyen los días en los que el agua cae debido a la alteración de las precipitaciones causada por el cambio climático.

Este es el caso por ejemplo de cascadas como el Salto del Nervión, en Burgos, la cascada más alta de España, el salto de agua de Sallent en Barcelona o el Pozo de los Humos en Salamanca, entre muchas otras cascadas que pueden verse afectadas por el cambio climático.