Beneficios del agua de la lluvia en la piel y el pelo

El agua de lluvia tiene unas particularidades concretas que pueden resultar beneficiosas para el cuidado de la piel o el cabello.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

El agua procedente de las precipitaciones tiene unas características concretas que pueden beneficiar el cuidado de la piel y el cabello, si se hace de forma adecuada o segura. Las propiedades del agua de lluvia son muchas. Al caer directamente de las nubes, por lo general el agua no ha sufrido ningún tipo de alteración ni contaminación. No contiene tampoco cal ni cloro. Es agua pura. De este modo, al utilizar este agua de lluvia para la higiene de la piel y el cabello, no debería haber ningún agente que afecte a estas partes del cuerpo. 

No obstante, hay que tener en cuenta que el agua de lluvia puede contaminarse de muchas formas, ya sea por el recipiente que la almacena o por las sustancias o microorganismos presentes en la atmósfera.

Por ello, se recomienda como medida preventiva de salud, recurrir al agua sanitaria que circula por las tuberías y que cumple los estándares de seguridad necesarios y requeridos por las autoridades. 

Beneficios del agua de lluvia para piel y pelo

1 – Contiene un PH levemente ácido 

El agua normal, la que cae en un entorno con una calidad del aire óptima tiene un valor levemente ácido.  Se estima que el pH del agua lluvia es de entre 5.0 y 5.5, lo que supone un pH cercano a la neutralidad. Esta es una acidez adecuada y óptima para el funcionamiento correcto de los procesos metabólicos que se producen en el organismo, entre ellos en la piel, y en el reparto de oxígeno a todos los órganos.

Además, este leve grado de acidez del agua de lluvia reduce la irritación que puede producirse en el cuero cabelludo y obtener un pelo más sedoso, hidratado y con un aspecto más brillante. 

2 – Bajo contenido en minerales

Además de un pH cercano a la neutralidad, el agua de lluvia es mucho más baja en minerales. Esta ausencia de minerales ayuda a mantener la humedad natural de la piel y el cabello favoreciendo un crecimiento más saludable del pelo y un mantenimiento de la piel. 

3 – Libre de contaminantes 

Al caer directamente del cielo, el agua de lluvia no ha sufrido ningún tipo de contaminación por los fertilizantes de la agricultura u otras sustancias que pueden llegar a nuestra piel o nuestro cabello. No contiene cloro ni otros químicos contaminantes. También está libre de cal.

Jabones y cosmética hechos con agua de lluvia

Existen ya varias firmas de cosmética que usan el agua de lluvia para elaborar jabones y otros productos de belleza. Es el caso, por ejemplo de la empresa Agua Lluvia, que utiliza sólo productos naturales para la elaboración de sus jabones, como aceites esenciales de origen vegetal, leche de cabra, plantas y también agua de lluvia.

Jabones hechos con agua de lluvia de la empresa Agua Lluvia

Otra empresa dedicada a elaborar productos con el agua de las precipitaciones y otros ingredientes naturales es Secretos del Agua. Su loción para el cabello y la piel con el agua de lluvia como materia prima principal es todo un éxito en el mercado.

Riesgos del agua de lluvia 

No obstante, hay que considerar que, en zonas con una mala calidad del aire, la lluvia puede arrastrar los agentes presentes en la atmósfera como ciertos contaminantes u otras partículas. Así, el agua de lluvia recogida en estos entornos sí puede tener restos de contaminación presente en la atmósfera como microorganismos, polvos en suspensión u otras sustancias nocivas.  

Por ejemplo, después de muchos días sin llover, las primeras precipitaciones arrastrarán una mayor cantidad de contaminación y por lo que el agua de lluvia de esos días estará más contaminada.

Y otro punto: ¿se puede beber agua de lluvia? No existen demasiados estudios que den respuesta a esta pregunta. Sólo una investigación de la Monash University, de Melbourne (Australia), determinó tras un experimento realizado a 300 familias que beber agua de lluvia sin tratar no resultó dañino para la salud. Se utilizaron el agua de lluvia, recogida en sus tejados y almacenada en depósitos pluviales, para uso doméstico. Pero lo cierto es que la salubridad del agua recogida de la lluvia depende mucho de los factores anteriormente enumerados.