Los coches también sufren ‘golpes de calor’: cómo evitarlo en carretera

Las temperaturas extremas del verano pueden dañar el motor y elementos del vehículo sino se toman las precauciones adecuadas.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

Los ‘golpes de calor’ no solo tienen graves consecuencias para las personas. También los vehículos pueden sufrir algo parecido a «golpes de calor en verano» durante los meses de julio y agosto en España por las altas temperaturas a las que se les expone en la calle y carretera.

El calor es un factor muy importante que puede dañar diferentes partes del motor y otros elementos del vehículo si no se ha realizado un mantenimiento adecuado ni se han tomado una serie de precauciones.

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Por ejemplo, el calor puede reducir el rendimiento de las baterías, limitar el funcionamiento del motor y dañar los neumáticos, entre otras muchas averías. “En verano que es cuando el motor y el resto de componentes mecánicos sufren más por el calor”, detallan desde el RACE en un comunicado.

Tanto es así que según las estimaciones del Barómetro de Averías, una de las olas de calor del verano de 2019 provocó un incremento del 16% en el número de incidencias y averías en las carreteras españolas.

Las altas temperaturas pueden deteriorar la batería y dañar el motor y neumáticos

Averías más comunes en verano

Uno de los elementos que más sufre con el calor son las baterías. Este deterioro se incrementa en julio y agosto porque las temperaturas muy elevadas provocan una serie de reacciones químicas en los compuesto del interior de las baterías que pueden acelerar su desgaste. Así, si una batería tiene más de cuatro años, es más probable que se descargue y no sea útil durante el verano.

Algo similar le puede ocurrir al motor. Con las altas temperaturas pueden producir un funcionamiento inadecuado en el sistema. Más aún cuando al iniciar la marcha, debido al calor, el motor ya está bastante caliente a pesar de no estar arrancado y el sistema de refrigeración puede que tardar un poco más en conseguir reducir la temperatura para el funcionamiento óptimo del vehículo.

El envejecimiento del parque automovilístico y la falta de mantenimiento incrementan las averías

En estos casos, se recomienda realizar un comienzo de la marcha progresivo y pausado, sin grandes acelerones y sin subir en exceso las revoluciones del coche. Así, poco a poco, la refrigeración y el engrase actuarán de forma precisa sin dañar el motor.

Deterioro y desgaste por calor

Otra de las averías más frecuentes en verano es la rotura de los manguitos. Estos y otros componentes plásticos, debido a su composición, pueden deteriorarse con el calor y provocar averías importantes. Por ello, se recomienda que antes de realizar cualquier viaje, más aún este año en el que el vehículo privado parecer ser el medio de transporte estrella para las vacaciones, realizar una revisión en profundidad.

Por su parte, los neumáticos son una de las partes más importantes del coche ya que son el único elemento que une el coche con el firme de la carretera. Y el calor es un factor determinante que puede favorecer el deterioro de las ruedas si no están en buenas condiciones.

Es decir, tanto una presión muy baja o alta de los neumáticos, como circular con un desgaste excesivo, puede suponer un riesgo más importante ante las temperaturas extremas a las que se someten las ruedas en el asfalto durante el verano.

Consejos para el mantenimiento del coche en verano

Para evitar averías e imprevistos, los expertos aconsejan realizar una revisión exhaustiva para dejar el coche en buenas condiciones. Preferentemente varias semanas antes de la utilización del vehículo durante las vacaciones.

Con ello, obtiene un diagnóstico del estado actual del vehículo y se puede proceder a reparar o cambiar los elementos que sean necesarios como los engranajes del motor, las suspensiones, el equilibrado de las ruedas o el estado de los frenos y los filtros.

En el caso concreto de España, hay que tener en cuenta que el envejecimiento del parque automovilístico y la falta de mantenimiento son factores que incrementan las averías en las carreteras españolas, especialmente en los meses de julio y agosto.

No obstante, además de la revisión también se pueden adoptar decisiones a la hora de conducir y llevar un mantenimiento adecuado para minimizar las posibilidades de avería de los coches ante los golpes de calor del verano. En este sentido, es fundamental comprobar el nivel de los líquidos como el refrigerador, el aceite, el limpiaparabrisas, el estado de la batería, el funcionamiento adecuado y luminosidad de todas las luces,

Cuidado de los neumáticos en verano

Desde la Asociación Nacional de Distribuidores e Importadores de Neumáticos (ADINE) recomiendan circular con los neumáticos a una presión correcta ya que una rueda con baja presión tiende al sobrecalentamiento y a un desgaste prematuro de la goma. Por su parte, el exceso de presión reduce el agarre y genera un desgaste irregular.

Además, también se aconseja no exceder la velocidad marcada en la vía porque la velocidad aumenta la temperatura de los neumáticos y con ello la posibilidad de sufrir un accidente por falta de agarre.

Del mismo modo, no se debe frenar de forma brusca para eliminar los aumentos de presión puntuales de las ruedas durante los frenazos y porque frenar de forma brusca desgasta las gomas de tal forma que su estructura puede resultar dañada.