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Aumento de las emisiones de gases contaminantes


Los principales gases contaminantes que inyectamos en nuestra atmósfera son el monóxido de carbono (CO), dióxido de carbono (CO2), monóxido de nitrógeno (NO), dióxido de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre (SO2), metano (CH4), ozono (O3) y los Clorofluorocarbonos (CFC). A parte de estos gases, también se emiten metales pesados como el plomo (Pb), cadmio (Cd) y mercurio (Hg).

El principal origen de estos gases es la quema de combustibles fósiles a través de diferentes actividades humanas. La mayor parte proceden de la combustión de gasolinas y gasóleos, ya sea por actividades relacionadas principalmente con el transporte, la industria o la generación de electricidad.

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Otras actividades humanas que contribuyen de manera significativa a contaminar nuestro entorno incluyen la agricultura, ganadería y el tratamiento de residuos.

¿Cómo han cambiado las emisiones de gases?

Las emisiones de productos fósiles derivados del carbón han aumentado de manera exponencial desde principios del siglo XX. Desde 1970, las de dióxido de carbono han subido un 90%, con las procedentes de la combustión de productos fósiles y de procesos industriales, aportando cerca del 80% del total del aumento de las emisiones de gases efecto invernadero entre 1970 y 2014.

La agricultura, la deforestación y otros cambios en el uso del suelo han sido las siguientes grandes fuentes de emisión. 

Fuente: Carbon Dioxide Information Analysis Center, Oak Ridge National Laboratory, U.S. Department of Energy, Oak Ridge, Tenn., U.S.A.

¿Quiénes son los principales emisores de gases y contaminantes?

Por lo que a dióxido de carbono se refiere, los principales países y regiones emisores de gases y contaminantes son los siguientes en orden de mayor a menor: China, Estados Unidos, la Unión Europea, India, Rusia y Japón.

Este ranking se basa en las emisiones procedentes de la combustión de compuestos fósiles, de la fabricación de cemento y de la quema de gas. También existe una contribución importante procedente de la agricultura y otros usos de la tierra. 

Fuente: Carbon Dioxide Information Analysis Center, Oak Ridge National Laboratory, U.S. Department of Energy

¿Qué fuentes terrestres emiten gases contaminantes de manera natural?

También hay gases que proceden de fuentes naturales y, por lo tanto, no son contaminantes como los de origen humano. Los volcanes arrojan grandes cantidades de dióxido de azufre y partículas mientras que el subsuelo. Sobre todo, en la regiones del Ártico y Antártida puede emitir grandes cantidades de metano cuando se produce el deshielo dichas superficies.

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Por último, no hay que olvidar los incendios forestales, que pueden emitir gases, partículas y otras sustancias que también acaban en nuestra atmósfera. 

¿Qué otros contaminantes gaseosos y sólidos se emiten a nuestra atmósfera?

Además del dióxido de carbono, los contaminantes gaseosos más comunes son monóxido de carbono, los hidrocarburos, los óxidos de nitrógeno, los óxidos de azufre y el ozono. La principal procedencia de estos gases es la quema de combustibles fósiles y de manera natural de fenómenos como las erupciones volcánicas

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También hay contaminantes sólidos, conocidos como aerosoles. Estos son una mezcla heterogénea de partículas sólidas o líquidas suspendidas en un gas, como el aire de la atmósfera.

Algunas son lo suficientemente grandes como para bloquear la radiación procedente del sol, provocando en algunos casos un descenso de las temperaturas a nivel local, regional o global. 

¿Qué ha pasado con las emisiones de los clorofluorocarbonos?

Los clorofluorocarbonos o CFCs son gases procedentes principalmente de procesos industriales como los sistemas de refrigeración. Desde que en 1987 se firmó el protocolo de Montreal, las emisiones de estos gases han ido disminuyendo, de manera que hoy son mucho menos abundantes que hace 30 años.

Durante muchos años, los CFCs se han encargado de destruir el ozono estratosférico, exponiendo la superficie terrestre a una mayor cantidad de radiación ultravioleta. Este fenómeno ha sido especialmente detectable sobre Antártida y zonas próximas.