Aterrizaje en un cometa por primera vez

El 12 de noviembre, por primera vez, una sonda aterrizará en un cometa. La maniobra, que durará siete horas, supondrá un logro en la historia de la humanidad.

Javier Vegas

Javier Vegas

Falta menos de un mes para que por primera vez una sonda aterrice en un cometa. Será el próximo 12 de noviembre, cuando la nave Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA), suelte la sonda Philae a 22 kilómetros del cometa ’67P/Churiumov Guerasimenko’ y llegue a su destino, la superficie de la roca, siete horas más tarde.

Se trata de una maniobra de alto riesgo, y más cuando han pasado 10 años desde que fue enviada al espacio, concretamente el 2 de marzo de 2004. Desde entonces, la sonda ha dado cinco vueltas alrededor del Sol, ha realizado tres maniobras de asistencia gravitatoria con la Tierra y una con Marte para ganar velocidad y así alcanzar una órbita similar a la de su objetivo: el cometa en el que debe aterrizar el 12 de noviembre. Ese día, a una velocidad de unos 18 cm por segundo, alcanzará su objetivo sobre las 16.30 horas. Serán más de siete horas de aterrizaje, una maniobra a la que se acaba de dar luz verde y que supondrá un nuevo logro en la historia de la humanidad.

Según ha detallado Laurence O’Rourke, coordinador de operaciones científicas de la misión Rosetta, ese cometa ha sido el elegido finalmente por su buena iluminación, ser más rápido a la hora de aterrizar y tener una superficie más o menos llana. Las señales de Rosetta tardarán unos 28 minutos en llegar a la Tierra, por lo que hasta las 17.00 horas no se sabrá si la misión ha terminado con éxito.

Si todo sale como está previsto, Philae, que desplegado mide 1,3 x 1,5 metros, analizará la estructura del cometa, el ambiente magnético y su superficie. En el cometa se encontrará con compuestos como el amoniaco, azufre o metanol, con hielo y polvo, además de agua. Durante tres meses enviará información a la Tierra y buscará condiciones químicas que podrían estar relacionadas con la vida en nuestro planeta.

La misión se podría prolongar hasta finales de 2.015 o principios de 2.016, cuando está previsto que Philae se acerque al Sol para averiguar como le afecta. Llegará un momento que la temperatura será tan alta que se perderá el contacto con La Tierra. En ese momento terminará una misión que si sale bien ayudará a entender un poco más los orígenes del Sistema Solar.