Asma por tormenta: ¿qué es y cómo afecta a los alérgicos?

Los eventos extremos pueden incrementar los síntomas respiratorios de la alergia.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

Los eventos extremos pueden incrementar los síntomas respiratorios de la alergia

Los fenómenos extremos como las tormentas pueden agravar de tal manera los síntomas de la alergia por las condiciones ambientales que se producen durante este tipo de eventos que pueden requerir asistencia sanitaria urgente. Este tipo de cuadros se denominan asma por tormenta.

Normalmente, las precipitaciones provocan un descenso de los niveles de polen ya que al humedecer el ambiente, las partículas de polen en el aire pesan más, descienden y se caen por gravedad. Y, al no estar a la altura óptima para ser respiradas, afectan menos a los alérgicos.

El cambio climático y las alteraciones ambientales están modificando el entorno natural lo que afecta a polinosis

Sin embargo, el asma por tormenta se caracteriza porque durante estos fenómenos de precipitaciones intensas y virulentas, la lluvia y el viento rompen los granos de polen, lo que puede producir que haya proteínas alergénicas en pequeñas partículas suspendidas.

Esta situación puede incrementar los síntomas de alergia y asma a pesar de que no haya una gran concentración de polinosis.

«La lluvia puede aumentar la concentración de hongos o romper los granos de polen y liberar partículas alérgenas que también producen síntomas a estos pacientes, que podrían ser incluso más intensos que los provocados por los granos completos», comenta Alberto Álvarez Perea, médico alergólogo del hospital materno infantil Gregorio Marañón.

“En otros puntos del planeta, los fenómenos extremos están causando una serie de cuadros que antes eran muy poco habituales y ahora son más frecuentes como es el asma por tormenta. Es decir, grandes epidemias de asma por el aumento brusco de hongos y alérgenos en el ambiente que han llegado a colapsar el sistema sanitario”, apunta el Dr. Álvarez Perea.

Relación entre lluvia y asma

Estudios recientes señalan que existe una creciente evidencia que identifica más casos de asma durante las tormentas que se producen en la temporada de polen. Este aumento se debe a que en este tipo de fenómenos extremos las partículas alérgicas se hacen mucho más pequeñas lo que incrementa la posibilidad de que los alérgicos las respiren el polen. Por tanto, el riesgo de sufrir un ataque de asma.

Según las estimaciones, durante los primeros 20-30 minutos de una tormenta, las personas que padecen alergia pueden inhalar una alta concentración del material alergénico que se dispersa en la atmósfera, que a su vez puede inducir reacciones asmática que pueden ser muy graves.

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Debido a ello, los alérgicos deben ser muy precavidos los días de fuertes tormentas para intentar no exponerse a estas situaciones . Al estar al aire libre durante una tormenta eléctrica en la temporada de polen puede ser una causa importante de exacerbaciones graves.

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Hay que destacar que el asma por tormenta es un conjunto de cuadros sintomáticos poco frecuentes y que suelen suceder en varios puntos del planeta como Australia o Reino Unido. Según los expertos, en España es muy poco probable.

“El cambio climático y las alteraciones ambientales están modificando el entorno natural lo que afecta a polinosis, ya sea por el aumento de la temperatura o el incremento de fenómenos extremos”, apunta Álvarez.

Seguimiento de la alerta polínica en eltiempo.es

Desde eltiempo.es, además de la información meteo se puede consultar semanalmente la información sobre los índices polínicos de cada provincia, con datos sobre qué tipo de polen está activo en cada región y los niveles que se registran.

A partir de los mapas y una escala de colores, se pueden identificar la incidencia de 18 variedades, desde el ciprés, pasando por las ortigas, fresnos, la gramínea o el olivo.

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