Así es la miel alucinógena que hacen las abejas gigantes del Himalaya

Los «kuiche» son cazadores de miel alucinógena que se fabrica en el este del Himalaya. Su recolección dista de ser sencilla. ¿Cómo conseguirla?

Laura Hidalgo

Laura Hidalgo

La recolección de miel del Himalaya dista de ser sencilla, hay que jugarse la piel para obtener esta increíble miel alucinógena

La miel de color rojizo que producen estas abejas gigantes es todo menos corriente. Esta miel alucinógena posee fascinantes propiedades psicoactivas muy apreciadas por los habitantes de Nepal y China. Las características que le adhieren los habitantes van desde la mejora de la diabetes hasta el óptimo rendimiento sexual o ayuda a la hipertensión. 

Esta miel alucinógena debe tomarse en pequeñas cantidades porque puede ser altamente tóxica. En grandes dosis puede provocar un envenenamiento caracterizado por vómitos, debilitamiento muscular progresivo e irregularidades cardíacas. Aunque no se considera letal para lo seres humanos, sí que pueden provocar la muerte de algunos animales.

Sus propiedades alucinógenas las obtiene a partir de ciertas plantas de rodendros que crecen en esta región. En el néctar de estas plantas se encuentran las sustancias químicas denominadas grayanotoxinas. Éstas se traspasan a la miel por la polinización y es lo que causa los efectos alucinógenos. 

El camino para conseguir esta miel alucinógena dista de ser sencillo. Tanto es así que un kilo de esta miel roja se vende a aproximadamente 15 dólares.

La recolección de la miel alucinógena

Las abejas productoras de esta miel alucinógena (Abis laboriosa dorsata) son consideradas las más grandes del mundo.  Sitúan sus colmenas al este del Himalaya. En la zona en la que habitan los Kulung, concretamente en los acantilados a 91 metros de altura. 

Estas colmenas no son de acceso precisamente fácil, para llegar a la cima es necesario pasar por una escalera de bambú. 

Los «kuiche», o cazadores de miel, realizan todo un ritual previo a la expedición. Sacrifican una oveja y ofrecen flores, frutas y arroz para que los dioses de los acantilados garanticen su seguridad. 

Para apartar a las abejas los recolectores utilizan humo y con los tangos, que tienen una especie de hoz en un extremo, cortan el panal y con otro palo llevan la cesta que tienen a su lado para recogerlo. Se estima que cada uno de los panales puede tener alrededor de 60 kilos de miel alucinógena.

La recolección dura 3 días y se realiza dos veces al año, una en primavera y otra en otoño. Aunque la miel más demandada es la de otoño se cree que los efectos más fuertes es la de primavera.

Eric Valli, fotógrafo francés y autor de las fotografías del artículo, documentó en 1987 la vida de estos cazadores de miel.

En el documental «Hallucinogen Honey Hunters – Hunting mad honey « de Raphael Treza se puede ver en detalle todo el proceso de recogida de la miel y la historia sobre los kuiche.