Así influyen los coches en el cambio climático

Los coches eléctricos se han convertido en la alternativa más ecológica en la reducción de emisiones a la atmósfera.

Cristina Herrera

Cristina Herrera

Los coches eléctricos se han convertido en la alternativa más ecológica en la reducción de emisiones a la atmósfera

Las previsiones para los próximos 10 años no son optimistas. Si seguimos con el mismo modelo de crecimiento, los expertos auguran que la temperatura global se incrementará entre 1,5 y 2ºC. Una cifra que supondrá una auténtica amenaza para nuestro planeta.

Cuando hablamos de cambio climático y contaminación, nos imaginamos chimeneas de fábricas humeantes, vertido de residuos… pero, detrás de la contaminación se escoden un gran número de gases que en ocasiones pasan desapercibidos.

Hay que tener en cuenta que los principales gases que provocan el conocido como efecto invernadero son el dióxido de carbono (CO2), el gas metano (CH4) y los óxidos nitrosos (NO2). Se estima que año tras año este tipo de emisiones crece en una media de un 0,4%, causando graves daños a nuestra atmósfera.

Se estima que año tras año las emisiones de gases de efecto invernadero crecen en una media de un 0,4%

Los vehículos de combustión son los principales generadores de óxido nitroso y de metano, unos gases que, según la Agencia de Protección Ambiental de los EEUU, desde comienzos de la revolución industrial se han incrementado en un 15%.

Desequilibrios ecológicos

Son precisamente todos estos gases lo que está provocando desequilibrios ecológicos del Planeta y los cambios climáticos. Los gases de efecto invernadero retienen parte de la energía calórica que se recibe del Sol, calentando la superficie de la Tierra.

Con el aumento de estos gases una mayor cantidad de energía solar es atrapada en la atmósfera, elevando de esta manera la temperatura del planeta. Una amenaza que ya es más que visible.

El año pasado el hielo del Ártico registró un mínimo histórico; el año 2016 se convirtió en el más cálido de la historia, y este año 2017 también apunta maneras. De hecho, la pasada primavera fue la más calurosa desde 1965.

Motores alternativos como solución

En las dos últimas décadas, con vistas a reducir los peligrosos efectos del cambio climático, el foco de atención ha empezado a centrarse en el transporte motorizado, con protocolos que limitan el tráfico en días de alta contaminación y opciones más eficientes para impulsar el transporte alternativo.

En este sentido, la apuesta por el desarrollo de tecnologías de transporte alternativas es ya una prioridad en la mayoría de países.

Los vehículos eléctricos contribuyen en menor medida a la emisión de gases contaminantes a la atmósfera gracias a la mayor eficiencia de su motor eléctrico frente al de explosión de los motores de combustión, y a la electricidad como combustible, en vez de la gasolina.

Los vehículos eléctricos contribuyen en menor medida a la emisión de gases contaminantes a la atmósfera

Los coches eléctricos se han convertido, por tanto, junto a las medidas y protocolos anti-contaminación promovidas por las autoridades, en una de las apuestas más sólidas en la reducción de gases de efecto invernadero a la atmósfera.

Si España quiere cumplir con los compromisos de la Unión Europea ratificados en la pasada Cumbre del Cambio Climático de París en materia de reducción de emisiones, esta apuesta deberá consolidarse. Un reciente estudio, elaborado por Deloitte, señala que nuestro país necesitará más de 300.000 coches eléctricos en 2020 para sumarse a la lucha contra el cambio climático y descarbonizar así el transporte de pasajeros.